Lo que te escribí y nunca te dije.

¿Quieres que sea tu veneno?

Lo sé. Sé que me odias y que te has enfadado conmigo.

Pero no puedo corresponderte. Por más que traté de verte como algo más, no puedo.

Es cierto que me haces sentir bien, y hasta siento algo de atracción por ti.
Pero créeme cuando digo que huyas, que corras, que te alejes de mí.

¡Simplemente no puedo! Y no sería justo hacerte creer que podría hacer que lo que quieres de mí funcioné. Por que no será así. Yo no quiero lo que tu deseas darme.

No quiero amor. Yo quiero algo más oscuro, más perverso.

Y tampoco creo poder enamorarme. Esa fe en el amor, no va ahora conmigo.

No es como que el amor aparezca a conveniencia, o cuando tu quieres. Por que de ser así, estoy segura que borrarías mi nombre de tus pensamientos.

Y tampoco es que el amor germine en medio del veneno.

Lamento lastimarte, lamento no sentir algo "más". Y lamento que sientas cariño o amor. Da lo mismo, llamalo como tú prefieras.
Lo lamento, por que lo sentí, por que lo viví. Por que lo probé. Dejé que el me llenará y terminé ahogandome.

En cuanto a ti... Debí alejarme, poner más distancia.
Mi inconsciente sabía lo que empezabas a desear de mí, empezabas a querer más que amistad, querías que te amara.

Hice caso omiso. Pensé que pasaría, que dejarías de pensar en mí de esa forma. Pero estaba tan equivocada.
O tal vez conscientemente deje crecer ese sentimiento hacía mi. Quizás fue ego o vanidad. No lo sé. Ni yo misma lo sé.

Solo deje de prestar atención, no quise ver, ni escuchar tus indirectas. La manera en la que me mirabas o lo nervioso que te hacía sentir. Los largos minutos que no me perdías de vista, ni tampoco la forma en la que deseabas mis labios.

Deje que llegarás al punto de querer robarme un beso y entonces huí. Fui yo la que te lastimó, fui yo la que deje que te ilusionaras. Y lo siento.

De verdad lo siento, por que sé lo que el amor duele. Por que duele, lastima.

Vi en tus ojos ese amor que estabas dispuesto a entregarme. Y me dio miedo a provocar lo que alguna vez sentí. No quería herirte.

Por que sé lo que es amar de esa forma, en la que una persona se vuelve la razón para sonreír.
Por que sé lo que es amar por primera vez. Y el primer amor te marca.

Pero créeme, no soy una buena opción, para ser tu primer amor.

Será mejor que esto que sientes se vuelva pasajero, lo olvidaras pronto, o buscarás a alguien con quien hacerlo.
Alguien más para ser tu primer amor.

Pero eso sólo sucederá si te dejo ir.
Solamente si te dejo ir, serás libre, de otra forma te ataré a mi.

Te arroparé bajo mi oscuridad, bajo mis pretensiones y caprichos.

Por que sé, que si te dejo intentarlo, sólo saldrás lastimado.
De verdad te enamorarás de mí, y no habrá vuelta atrás.

No quiero ser la culpable de que me odies, ni que sufras. No quiero que odies lo que sientes por mí. Prefiero que sigas teniendo esa imagen de mí. Que sigas pensando que soy una santa. Aunque no lo sea. Me gusta la idea de ser tu amor ideal, platónico.

No deseo que me conozcas. Ni quiero que mires mis demonios, o mis fetiches.

Que conozcas mi alter ego. Mi oscuridad, mi egoísmo. Ni lo frívola que puedo ser.

No quiero que el calor de mis labios te confunda. Por que son la trampa perfecta. Ni que me desees con desasosiego.

Al final te terminaría corrompiendo, terminaría quebrandote e hiriéndote, como lo hicieron conmigo.

Aún eres inocente, aún no has amado por primera vez. Y lo que yo solo podría querer de ti es que sacies mi sed. Mi soledad, mis tristezas.

Quiero todo de ti, pero no te daría nada a cambio.

Solo dejarías que mi parte más oscura se sacié de ti. Haré que te enamores de mi, hasta que no puedas estar sin mí. Para que lo entregues y lo des todo por mi. Quiero ser tu vicio. Tu perdición.

¡Lo sé! Soy oscura, soy una egoísta y vanidosa.

Sólo ahora me atrevo a confesar o más bien tengo la ironía de decir en voz alta mis verdaderos pensamientos, mis verdaderas intenciones.

Por que en esos breves instantes en las que dejo que el egoísmo me gobierne, me deleita la idea de ser tu primer amor. De ser esa huella indeleble, de ser quien marque el rumbo de tu vida amorosa.

¡Cuantas cosas podría enseñarte! Podría hacerte a mi capricho. 

Quisiera que cada vez que beses a otra, que abraces a otra, no puedes evitar pensar en mí.

Que cada vez que el amor venga a tu mente, sea yo lo primero que recuerdes.

Lo haría con gusto. Tomar lo que alguna vez tomaron de mí. Pero luego vuelve a mí la cordura, y no quiero que alguien más pase por lo que que pasé. Por que el amor y la pasión, es una mezcla adictiva. Inolvidable.

Por eso me alejo, por que la tentación es grande. Y cada mirada tuya, cada intento por seducirme es una invitación a que te tomé como mi esclavo. A dominarte. Que haga contigo lo que me venga en gana.

Que tome lo que me plazca y lo que me convenga. A costa de tu destrucción, de tu dolor.

Te lo ruego, no me tientes más. No supliques más. No seas masoquista, no busques tu perdición en mis brazos, y en mis labios envenenados.

Por que por ahora solo llevo su veneno, su ponzoña. Sé que eres mi cura, sé que podría impregnarte mi veneno, que con cada caricia yo seré aliviada, mientras que tú te llenarás de ponzoña.
Mi veneno correrá por tus venas lentamente hasta llegar a tu corazón.

Ahora bien. Ya estás advertido. Ya sabes que con cada caricia, con cada beso te perderás de poco en poco.

¿Quieres hacerlo? ¿Quieres que sea tu perdición? ¿Quieres que sea tu veneno? ¿Quieres morir de poco a poco entre mis brazos?

Seré tu pecado, tu arrepentimiento.
Tu arsénico.

Seré tu cielo y tu infierno. El ángel y el demonio.

¿Acaso no quieres quedarte conmigo? ¿No quieres intoxicarte entre mis brazos? ¿No deseas agonizar en ellos?

¿No deseas que te deje amarme? ¿Hacerte creer que eres mi dueño? Claro que nunca lo serías, serías dueño de un espejismo, de una ilusión.

Te llenare de caricias, y de besos, hasta de mimos. Pero eso hará que no te des cuenta que te intoxico.

Serás feliz, serás inmensamente feliz, pero al final terminarás muriendo en mi brazos.

Terminarás dándolo todo, sin pedirme nada a cambio. Haré que nunca me olvides, haré de mi una huella indeleble.

¿Quieres amarme? Lo aceptaré. Pero hay un alto costo a pagar.

El mismo que yo pague tiempo atrás al beber de su veneno, y ahora beberás del mio.

-Entonces quiero morir entre tus brazos. Quiero conocer tu oscuridad... Quiero beber el dulce veneno de tus labios.-

Imaginé que decía, a la vez que miraba. Y lo besé. Quería dejar de estar envenenada. Quería volver a tocar a alguien sin miedo.
Quería volver a sentirme viva y dejar de caminar entre la vida y el infierno.

-Si hacemos esto, no habrá marcha atrás. Te envenenarás de mi.-

Le susurré. Pero parecía no entender. O al menos eso pensaba.

-Quiero conocer tu oscuridad.-

¡Como lo dije! Iba a ser tu veneno.

Dejen sus comentarios y criticas. Se los agradeceré de verdad. Y cualquier cosa pueden ponerse en contacto conmigo. ;) Espero disfruten de las locuras escritas.