Lo que te escribí y nunca te dije.

Amor de todas mis vidas te presento al amor de mi vida

Hay muchas cosas que han pasado, nunca pensé volver a hablar contigo, ni mucho menos tratar de pensar en ti como un amigo.

Admito que antes creía que alejarte de mi vida, dejar de hablarte y tratar de borrarte de mi vida, de mis pensamientos era un error.

Pero ahora... Ahora veo el pasado y sé que todo tiene una razón, sé que me heriste y que tenías que aprender tus propias lecciones. Créeme intenté odiarte, pero amor, la verdad es que no puedo odiarte, estaba decepcionada, traicionada pero odiarte es algo que nunca pude hacer del todo.

Miro atrás, en estos años y sé que la mujer que hoy soy es porque en parte tenía que pasar así, nuestro lazo, nuestro vínculo nadie podrá entenderlo e hice un pacto contigo, nunca más tocar ese tema sobrenatural que nos rodea, que rodea a nuestro amor. Muchos pensarán que es una locura y tal vez hasta una forma de aferrarme a ti, pero no es verdad, porque en realidad quiero que seas feliz, pero con una mujer buena y que lo merezca.

Pero sé que también tienes que aprender a golpes tal como lo dijiste, a veces somos tan humanos que solo así aprendemos, tal vez de ahí el origen de que las letras solo con sangre entran.

Ha pasado tiempo y quisiera decir que ya no te amo, que ya no te pienso que ya no ruego a Dios por ti, pero no es verdad. Eres el amor de todas mis vidas y siempre lo serás solo que esta creo que no será, y a pesar de que me negué a enamorarme no porque no quiera sino porque él era el menos indicado para hacerlo y a la vez la mejor opción, un hombre extraordinario, pude abrir mi corazón, no sé pero pasó.

Él se las ingenió para enamorarme de él, solo tuvo que llegar y ser él, ser un hombre caballeroso, atento, cariñoso, honesto. directo. Había tantas cosas que que me atraían de él. Sin más me dijo que me amaba y no pude contestarle, tuvo paciencia y poco a poco, una vez que le pude decir que lo amaba, no paré de hacerlo, de decirle te amo una y otra vez.

Sucedió lo imposible porque para mí amar a alguien más era algo imposible, algo que no podría pasar porque mi vida, mi alma es tuya, tan tuya como mía. 

Me costó trabajo aceptar que me había enamorado de nuevo, que ahora me emocionaba con sus mensajes no con los tuyos, que ahora era su voz la que me hacia ser tan feliz y calmada. No la tuya.

Y sé que te amo, te amo y eso no va a cambiar, y agradezco lo vivido y que quizá nunca pueda sacarte de mi vida enteramente. 

Pero lo amo a él, es a él a quien quiero a mi lado, con quién imagino llegar al altar con un vestido de novia, a quién imagino abrazar al despertar cada mañana. Es él quien se convirtió en el amor de esta vida, no sé cómo pasó pero pasó.

Y estuve confundida y me sentía culpable por amarlo, porque pensé que traicionaba este amor, después pensé que lo engañaba a él pero no era verdad, solo era miedo de lo que estaba sintiendo, de ese amor que estaba creciendo.

Un día lo vas a conocer, un día espero que sean buenos amigos, tú eres el amor de todas mis vidas, eres parte de mí, pero él... Él es a quien imagino como esposo, con quien imagino una familia y a quien quiero en esta parte Demi vida, de mi existencia.

Es a él a quién quiero entregar mi cuerpo y mi corazón deliberadamente. Con quién imagino compartir mis días diariamente, sé que el matrimonio no es color rosa, pero él tiene razón, con Dios de nuestro lado y trabajando diario podríamos alcanzar todo lo que queremos.

Quiero que sepas que él es al hombre que amo, el hombre de mi vida con quién en un futuro pienso casarme, no quiero soltarlo jamás, y es quién sanó la herida más profunda que me hiciste, quién me hizo comprender lo que realmente era un hombre masculino, un hombre que tenía ganas de protegerme y que realmente se preocupaba por mí, que me celaba y ponía límites sanos, que hablaba lo que no le gusta. Maduro y sin miedo a expresar sus sentimientos, alguien que se emocionaba con mis cartas, que desde un principio me eligió, que eligió serme leal a pesar de todo en contra.

Vino a sanar mis heridas, heridas que tu me recordaste, con él me siento la mujer más afortunada, la más feliz y amada.

Lo amo y no puedo evitarlo, no puedo evitar sentir esto tan fuerte que crece con el tiempo. Y aunque me da miedo porque hay razones para no amarlo, somos de diferentes religiones pero amamos a Dios, hay una diferencia de edad, hay distancia en muchos aspectos.

Pero a pesar de ello creo que lo encontré o tal vez es aferrarme a una posibilidad, lo que si sé es que lo quiero a él, lo elijo a él y aunque él no se quede en mi vida, me ha mostrado algo más importante y es que a pesar de que eres lo que eres en mi vida, hay otro camino. Y es que me lastimaste tanto, aunque sé que eso me hizo más fuerte y me hizo darme cuenta que perfectamente podía vivir sin ti. 

Haz hecho tu elección y aunque yo quería pasar mi vida contigo, elegiste tomar una camino que cada vez te alejó más de mí. Con intención o sin ella, pero a cada paso que diste en vez de quererte conmigo te quería lejos de mi vida.

Y en ese camino que seguí sola lo encontré a él, a él que lo quería todo que no tenía miramientos en decirlo, no quise amarlo, no era la intención pero se hizo un espacio en mi corazón el solo. Amo muchas cosas de él, y mi estúpido corazón volvió a latir con fuerza, y me atrevo a decir que es el amor más bonito que he tenido, con el es tan fácil decir te amo, es tan fácil decirle tantas veces que lo amo.

Y es que lo amo, amor de todas mis vidas sucedió lo impensable, amar a otro ser, y lo amo tanto como para compartir mi vida con él, tanto que estando con él tu existencia ya no importa más. Y a veces me siento egoísta por ello, pero luego recuerdo que merezco ser feliz, y quiero tomar esa posibilidad. Nos hemos lastimado tanto y con é encontré un nuevo inicio, le he escrito cartas, incluso a él le pedí perdón, y eso es algo que no suelo hacer. 

Volví a sentirme viva, mi corazón volvió a latir y tuve esperanza en el futuro, pues amo escuchar los planes de él donde me incluye en su vida, hablar de bodas, de hijos es algo que no sentía que fuera para mí, pero al menos con él es una posibilidad pequeña, aunque posibilidad, una esperanza, mejor aún una ilusión de que puede concretarse, tal vez lo sea, tal vez no pero ya es especial en mi vida porque abrió una brecha una esperanza en la que no eres tú mi destino, ni el hombre que puede hacerme feliz. 

Así que hace tiempo me hice una promesa, no haría el mismo error que las protagonistas de las telenovelas que todo perdonan en nombre del amor y rechazan al hombre que realmente las merecía, y si ese es el caso, con todo el dolor de mi alma, tendré que respetar tu decisión de alejarte lo que más quisiste de mi vida, no hay segunda oportunidad, no hay nada, porque a pesar de amarte como te amo, la realidad es que no me mereces, no mereces más lágrimas, ni más pensamientos, y le pido a Dios que me de la fuerza y la sabiduría, le pido a Dios que sea el quién sea el padre de mis hijos, que sea mi esposo, pero solo él tiene la última palabra. Si lo aleja o lo deja en mi vida, esa decisión se la dejo a él. Aunque cada noche rezo por él, pido que lo cuide, así como solía hacerlo contigo.

Una parte de mí quisiera contarte lo que he encontrado con él, pero no quiero que pienses que es por celos, y tampoco quiero traicionarlo a él. Por eso te lo escribo. Eso si extraño, extraño platicar contigo, hay tantas cosas que extraño que antes lloraba y sentía ansiedad por no haber disfrutado la última llamada, los últimos instantes a tu lado, el último capítulo que vi contigo. Y que ya no haré más, porque es lo mejor, mantenerte alejado de mi vida, no puedo permitir que me lastimes más, no puedo hacerlo, porque mientras no termines de aprender tus lecciones todo será un circulo vicioso, uno del que quiero salir. Uno del que ya no estoy dispuesta a ser participe. 

Y él es mi esperanza, mi pequeño fueguito al que quiero aferrarme, que me hace bien. Y quién sabe espero que realmente sea mi esposo en un futuro no muy lejano, más próximo que lejano.