Parece que pasamos por esto hace tiempo, bastante, pero no ha sido tanto. Y créeme no creí volver a escribirte. Pero... ¡Es tu cumpleños! Pero esta vez le escribo a tu nuevo yo. A mi diablo guardián.
Quizá no te guste festejar tu cumpleaños, y lo sé, tendrás tus razones, quizá no sepas que pedir de deseo. Pero yo te digo que pediré por ti.
Deseo que este cumpleaños con tu nuevo yo lo tomes como un antes y un después. Que a partir de hoy, vivas cada momento de una forma diferente a como lo hacías, que creas en ti mismo. Que dejes atrás tus miedos, y sino estaré para recordarte cuantos veces sea necesario que eres un nuevo tú. Que eres mi diablo guardián.
Deseo también tenerte a mi lado mi diablo guardián, porque eres mi fortaleza en este momento, porque confío en ti. Porque creo que hay una razón de que llegaras a mi vida, así como yo llegué a la tuya, por circunstancias demasiado locas y que sin duda pocos creerán que sucedió.
Mi diablo guardián, te deseo tantas cosas, cosas buenas y positivas, porque eres una parte importante de mi vida en este momento, y eres de las pocas personas que me conoce como realmente soy. Que conoce esa parte de mí que a veces yo misma no entiendo.
Adoro tu nuevo yo, ¿sabes? Adoro a ese diablo guardián que eres conmigo, aunque de alguna forma siempre lo había visto en ti.
Quiero decirte también gracias pues me has dejado llorar en tus alas. Y no me dejaste alejarme de ti, aunque quise hacerlo. Gracias porque en un momento crucial confiaste en mí, confiaste y creíste que te estaba diciendo la verdad. Quizá también eso fue diosidencia. Tuviste fe en mí.
Por eso ahora le escribo a tu nuevo yo, esperando que este cumpleaños lo tomes como un nuevo inicio. Que dejes atrás todo lo que te preocupa y te pesa, que lo recuerdes si, porque al final gracias a ello ahora eres lo que eres, y entiendes porque te he llamado así.
Pero también le escribo a tu nuevo yo, porque estoy orgullosa de esta parte tuya. Porque quiero que recuerdes que también cuido de ti. Que recuerdes que creo en ti, y que tengo fe en ti. Que he apostado a salvarte y no me equivoqué aunque vaya que si dudé cuando me alejé de ti un tiempo, y pensé que sería para siempre. Pero de nuevo volví a ti mi diablo guardián, volví porque a pesar de todo no creía estar tan equivocada contigo.
Y es que también contigo encontré como redimirme de mi pasado. Y tenerte en mi vida es un recuerdo de lo fuerte que soy, de que Dios no me deja sola, a pesar de las pruebas que me ha puesto. Tenerte en mi vida mi diablo guardián es también sentirme vulnerable para que puedas cuidar de mí. Dices que te salvé, pero también tu me salvaste, y lo sigues haciendo, pues me gusta pensar que si te salvé, puedo salvarme a mí misma con mayor razón puedo salvarme a mí misma.
Mi diablo guardián, mi querido diablo guardián. Lee mis palabras cuando sientas que te he abandonado y recuerda que no es así. Nunca podría abandonar a mi diablo guardián. De alguna forma siempre me tendrás, porque quiero que vivas, y porque en ese afán te di algo de mí. Para que vieras que hay otras cosas bellas en está vida.
Te quiero mi diablo guardián, sabes que siempre te lo he dicho con total honestidad. Y siempre cuidaré de ti, rezaré por ti. Y de tus sueños siempre cuidaré sino me sueltas.
Así que ahora sabes que si te digo hoy feliz cumpleaños, lleva implícito todo lo que te he dicho. Lleva implícito que este cumpleaños lo veas como un nuevo comienzo, que veas que este es tu primer cumpleaños como tu, como ese hombre que realmente eres.
¡Feliz cumpleaños mi diablo guardián!
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Lo que te escribí y nunca te dije.
PoetryFragmentos, escritos. Acerca de sentimientos, de personas. Algunos míos y otros ajenos. Pero al final son sentimientos plasmados en tinta y papel por diferentes circunstancias. #42 en Poesía 31/03/2017 GANADORA SEGUNDO LUGAR EN POESÍA PRIME AWA...