Capítulo 24. La luz blanca.

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Capítulo 24. La luz blanca.

—John sabía cosas de Lucy, él se empezó a dar cuenta de más cosas sobre ella y su padre, hasta que supo la verdad.

George se recuesta sobre el sillón mirándome, mientras yo lo único que puedo hacer es quedarme callada esperando a que él diga lo siguiente.

—ellos no eran tan honestos con sus negocios. —mi aliento sale, ¿honesto? Ósea que tenían negocios ilegales, nunca en mi vida se me hubiera pasado por la cabeza esto, ¿narcotraficantes? ¿Mafiosos? ¿Con que clase de personas me vine a topar? Y lo más importante aún, ¿Qué hacía John con ellos?

A eso se refería Ray de unas pruebas, diablos, Ray me trajo hasta aquí. Pero ¿para qué? ¿Para darme cuenta que él es malo también? ¿Por qué hace todo esto?

Es un mentiroso, sabía que no debía confiar en nadie que fuera familiar de Lucy, y ahora que lo pienso, Marianne la hermana de Lucy, ¿ella estará involucrada en esto? Porque si es así, mi padre también lo estaría ¿verdad? Demonios, estoy tan confundida y cansada, siento que mi cabeza explotara pronto.

—John se la había pasado años, incluso antes de conocerte, buscando pruebas sobre los negocios del padre de Lucy, y descubrió que ella estaba metida en esto, fue cuando descubrió la verdadera persona que era Lucy, al parecer, sus negocios de casinos eran solo el camuflaje para el verdadero.

—esto es una locura.

—No Aria, en la vida real esto existe más de lo que crees. —George toma un respiro y me mira. —Lucy y Ray usan sus carros para transportar el dinero de sus casinos, es su pretexto para transportar verdaderamente su material.

— ¿drogas?

—Armas, Aria, son traficantes de armas, pero eso no es todo, como es demasiado dinero, incluso la policía los acompaña, ellos han engañado y pasado libremente por los registros en las carreteras, todos estos años, la misma policía a creído que trasportan dinero, pero también cargan armas.

¿Pero cómo? ¿Cómo es posible que ellos hayan pasado así sobre la justicia?

—eso no es lo peor, además de armas, Ray tiene un gran tráfico de personas en el exterior, Lucy ahora es la encargada de manejarlo, y nosotros teníamos todas las pruebas... ¡las teníamos!

¿Qué? ¿Teníamos? Me quedo varada en esa palabra y miro a George sin entender.

—el día que secuestraron a Casey, ese mismo día John y yo íbamos a entregar las pruebas a la justicia, pero alguien hizo todo eso.

Y queda muy claro quien lo hizo, Ray, estoy segura de que él tiene que ver con esto, tal vez Lucy también, pero, ¿Por qué iba ella a secuestrar a su propia hija y matar a John? No le encontraba el sentido.

—ese mismo día, me robaron.

Oh no, mi corazón se detiene cuando lo oigo, sé que John estará furioso cuando lo oiga, la luz del camino se hace más pequeña hasta que no encuentro alguna salida. ¡Y es que no la hay! John está en una camilla de hospital, las únicas pruebas que pueden salvarlo han sido robadas y parece que me estoy metiendo con personas realmente peligrosas.

¿Pero qué demonios es todo esto? Nunca pensé que fuera a tratar con verdaderos malos, en las historias siempre vemos rubias que te hacen la vida imposible, suegras desgraciadas, personas que solo te hacen daño con palabras superficiales. Pero esto no era así, me estaba enfrentando a gente que podía desaparecerme de la faz de la tierra con un solo chasquido, que no solo podía dañarme a mí, sino a John, o mi familia, ¿mi madre?

Imposible estar contigo, profesor II  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora