Imposible estar contigo, profesor II ©

Capítulo 32. Ayúdame.

 Capítulo 32. Ayúdame.

El auto estaciona en la entrada del conjunto residencial, me muerdo las uñas, y al cerrar mis ojos, la sensación de que algo sucederá me invade, trato de no pensar en Megan, ahora mismo no puedo hacerlo, pero sigo oyéndola aun.

"No era amor de simples amigas"

Nunca lo hubiera imaginado, ¿Megan enamorada de mí? Era tan graciosa esa idea como que ella tuviera un novio formal, ¡pero era eso! Ella solo se metía con el uno y con el otro para ver si estaba confundida, todo este tiempo pensando que mi amiga simplemente le temía al compromiso, y era que ella estaba enamorada de mí.

Pensar aquello hace que me sienta mareada otra vez, el taxi en el que estoy ingresa al conjunto residencial y le doy el número de la casa.

¿Cómo es posible pasar tanto tiempo con una persona y nunca sientes sus sentimientos verdaderos? Pero bueno, es que yo sé que hay mujeres que se enamoran de otras mujeres, y hombres igual, hoy en día ver una pareja homosexual es realmente normal, pero nunca te imaginas que tu mejor amiga (la mujer más promiscua y loca de todas) termine enamorándose de ti.

Menos aún, que ella planee con la esposa del hombre al que amas algo para separarlo de ti.

Nunca llegamos a conocer del todo a una persona, eso está claro.

Pienso en como la vi destrozada, llorando en el apartamento que de repente me siento mal, estar enamorado ya de por si es difícil, ¿pueden imaginarse lo que es estar enamorado de tu mejor amiga? Yo la trate mal, le dije que se alejara, que no volvería, pero ahora que lo pienso, no lo sé, estaba enojada, lo sé, pero es Megan.

Recuerdo que ella es causante de todo esto también, de que John este desaparecido y posiblemente secuestrado por su loca esposa y la rabia hace que piense de otra forma, necesito solo tiempo.

Cuando le pago al taxista solo tengo algo seguro, nuestra amistad no volverá a ser la misma.

—el señor Livelin la atenderá en un segundo, ¿desea tomar algo? —me dice una empleada que me ha traído hasta la misma sala de la vez pasada, yo niego con mi cabeza y me siento nerviosa a mirar todo alrededor.

Todo esto me pone los pelos de punta, pensar en Megan es algo de lo que aún no puedo olvidar y mucho menos en John, ¡oh dios! John es otra cosa, ¿Qué hare? ¿Qué le diré a George? ¿Y si no lo encuentro? Tantas cosas que se ponen contra mí y hacen que simplemente de la vuelta y abandone, pero luego pienso en cuanto lo amo, en todo lo que sería capaz de dar por él.

Pensar en una vida sin él es algo que ya no está en mis planes, realmente no puedo abandonarlo ahora.

Sé que me hizo daño, mucho cuando me abandono, cuando lo vi miles de veces con Lucy, cuando me mintió, cuando me pidió alejarme diciéndome que ya no me quería ver.

Pero lo amo.

Oh santa mierda, eso es lo que hace estar enamorado, te hace correr riesgos, ser un completo idiota, pero luego vemos que la recompensa es estar con quien amas y todo parece ser más sencillo.

Aunque nunca lo vaya a ser.

Me angustio cuando veo que han pasado ya veinte minutos y George no se aparece, me levanto escuchando solo el sonido del reloj que no hace más que aumentar mis nervios, empiezo a caminar de un lado a otro hasta que me decido dar una vuelta por el lugar sin alejarme demasiado.

No tengo cabeza para maravillarme por la gran casa, pienso en lo que George ha tenido que pasar, ¿Cómo lo hizo? Digo, él me conto que perdió todo debido al juego, su familia, su dinero, ese tema me molesta en verdad, pero luego pienso, ¿Cómo hizo para recuperarlo todo? Él es un hombre que debe de nadar en dinero, debió ser difícil, recuperarlo todo y no tener a su esposa y su hija al lado.