Capítulo 34. En busca de ellos.

3.4K 238 18
                                    

Capítulo 34. En busca de ellos.


Ethan.

Miro a mi abuelo negando con la cabeza, ¿acaso el piensa hacer eso? ¿Yo? Me pregunto a mí mismo, ¿Cómo voy hacer yo capaz de hacer todo eso? Claro que no, no podré. Aún sigo sin saber por qué me dice todo lo que hace y lo miro confundido.

—abuelo, pero ¿Por qué me pides eso?

—escúchame hijo, pronto necesitare que alguien cuide todo esto cuando yo no este, y sé que tú eres mi mejor opción.

—pero si estás muy joven aun, ¿acaso piensas retirarte o ir de vacaciones? —la verdad es que mi abuelo no era muy anciano, o bueno, para su edad se mantenía muy bien.

Además, manejar sus locales no era cosa que se pudiera hacer de un día para otro, sí, yo estudiaba Administración pero ¿manejar un imperio de casinos y bares? Es algo inimaginable para mí, además de todo el manejo del dinero, yo pensé que comenzaría con una empresa pequeña, pero mi abuelo tiene muchos locales.

Incluso por fuera de la ciudad.

—pronto será la hora de que me retire, por eso quiero que te quedes a cargo de todo. —Ray en ese momento suelta un suspiro y mira hacia el suelo con tristeza. — ¿sabes Ethan? Las cosas pronto acabaran, y antes de que lo hagan, debo asegurarme que ustedes estén bien, por eso ya me encargue de hacer el traspaso de mis propiedades a ti.

En ese momento, mi mandíbula se desencaja, pero ¿en qué momento? ¿Por qué está haciendo todo esto?

— ¿traspaso? ¿Quieres decir que has pasado todas tus propiedades a mi nombre?

—solo los locales, algunos, algunas casas y fincas están a nombre de tu madre. Con ella ya hablare luego, pero está bien, ya les deje con mi abogado una carta que leerán luego.

— ¿pero qué dices? Hablas como si te fueras a morir.

—no moriré, pero lo que ocurrirá será como si lo fuera. — ¿Qué? Pero qué cosa pasara, lo miro esperando más respuestas, él solo sonríe. —está bien, ustedes y Casey son lo más importantes ahora.

Aun la policía no encuentra a Casey, no han llamado los secuestradores y tampoco hay pistas, mi mamá ha estado muy preocupada y Lucy ni siquiera se reporta, no solo eso, también está el hecho de que su esposo ha desaparecido del hospital hace una semana. Las cosas en mi familia están muy extrañas, y la policía ni siquiera intenta hacer algo.

Aun no sé qué pasa, y algo me dice que Ray si sabe, y eso tiene que ver en que este haciendo todo esto.

Voy a pedirle que me explique, que antes de comenzar a manejar sus negocios, debe explicarme que pasa. Pero no tengo tiempo, en ese momento, la puerta se abre y entran varias personas.

Las distingo cuando lo hacen, son las dos amigas de Aria y Logan, hay un hombre que nunca había visto a su lado y otros que vienen son los guardaespaldas de Ray, frunzo mi ceño al verlos aquí y ellos parecen también confundidos por verme.

—señor, les dijimos que no entraran pero él insistió. —el hombre señala a Logan, quien asiente, Logan es uno de mis mejores amigos, por lo que aquí lo conocen mucho.

—está bien. —Ray mira de forma extraña al hombre que parece un zombi y viene con ellas, nunca lo había visto, pero tiene una forma demacrada. Su barba parece necesitar cortarse y parece que no hubiera dormido en días.

Sin embargo, él es el primero en dar un paso adelante y hablar.

—necesitamos su ayuda. —dice de forma dura y mirando a mi abuelo, como si le molestara estar alli mirándolo. —ella tiene a Aria.

Los miro a todos, ¿ella? ¿Quién es ella? Y Aria, ¿Qué pasa con ella? Mi cabeza se empieza a marear por el montón de información sin entender que estoy recibiendo, mi abuelo mira al hombre con un deje preocupado y noto que Megan se acerca a él.

—hay que salvarla, la tiene George y Lucy, los va a matar. — ¿Cómo? ¿Lucy? Pero mi tía no podría matar a una cucaracha.

Megan sigue hablando de un tal George, intento saber quién es él hasta que dice algo que me deja claro quién es, ¿el director de la universidad? No puedo creer que hablen del mismo, yo lo conozco muy bien porque mamá es bastante amiga de él, y a veces va a la casa para cenar y charlar con ella y el padre de Aria.

Hablan de un secuestro, de matar a alguien, no soy capaz de recibir toda la información y la que recibo, a penas la comprendo, soy incapaz de creer que lo que dicen es cierto, mi tía Lucy no es ninguna asesina, George es un buen hombre, lo sé, perdió a su familia en un accidente, o eso fue lo que me dijo mi madre.

Miro a cada uno de ellos con mi cara verde, ¿Quién es este hombre que dice todas estas atrocidades sobre mi tía? ¿Por qué el abuelo no lo ha golpeado o sacado de aquí? Pero Ray parece estar con una expresión triste pero resignada.

— ¡paren! —grito de pronto, todos dejan de hablar para mirarme.

Mi abuelo, quien por fin parece darse cuenta que yo estoy alli, voltea a mírame preocupado.

— ¿de qué hablan ellos, abuelo? —le pregunto, sin embargo él niega con la cabeza y la baja, sin ser capaz de decirme.

—no hay tiempo de explicar, para esta hora Aria ya debe de estar allá, y John y Casey no están tan a salvo, George puede ser peor que Lucy, señor Holand, debemos irnos ya.

Ray asiente un poco confundido, mira a sus hombres y les dice que saquen los autos y lleven armas, ¿armas? ¿Por qué llevar armas? ¿Qué pasa aquí? ¿Quién va a matar a quién? Sigo sin creerme nada hasta que veo que todos empiezan a caminar pero Logan y el hombre extraño, el cual oí que se llamaba Edwin, se detienen y miran a las dos chicas que van delante de mí.

—ustedes se quedaran aquí. —advierte Edwin, señalándolas y pidiendo que es más seguro esperar, pero Megan sale adelante y niega con la cabeza.

—no soy una niñita, Edwin, y ni creas que me quedare aquí a esperar a ver qué pasa, ¡porque no lo hare! —Edwin le insiste y Logan mira a Leila pidiéndole que se quede, pero las dos chicas parecen reticentes a quedarse.

—claro que no, Aria está en peligro, no nos quedaremos con los brazos cruzadas.

Edwin suelta un suspiro mirando a Megan, ella parece que no se rendirá lo que hace que él copie su gesto.

—está bien, pero vayan detrás de nosotros.

—deja de ser idiota, yo iré donde quiera y como quiera, eso sí, voy a salvar a Aria, ya hice mucho por arruinar su vida, ahora no me importa lo que pase, no permitiré que nada le pase.

Eso es mucho cariño, pienso al ver como Megan da la cara por su amiga, ellas empiezan a caminar pero es alli cuando mi abuelo me detiene a mí.

—tú te quedaras aquí, llama a tu madre y al padre de Aria, también le dirás la dirección a la policía para que vaya alli.

— ¿Qué? Claro que no, si ellas van, yo también puedo ir.

— ¡oye! Eso es muy machista. —dice Leila señalándome, yo me alzo de hombros sin importancia. No me quedare aquí, menos cuando ellos dicen todas esas cosas.

Necesito verlas con mis propios ojos, además, si Aria está en peligro, tampoco me quedare con los brazos cruzados.

—iré, no hay marcha atrás para el asunto.

—está bien. —mi abuelo resignado empieza a sacar algo de un cajón y me mira. —pero si iras, necesitaras una de estas.

Y entonces me lanza un arma, al tenerla en mis manos, tiemblo al verla y sostenerla, una cosa es ir, la otra es en verdad enfrentarme, pero no importa, me digo a mi misma, si voy a ayudar a Aria a lo que sea que se enfrente, no me voy a quedar mirando.

Asiento hacia mi abuelo y ellos ya han empezado a dirigirse hacia los autos.

No sé qué pasa aquí, tampoco creo lo que dicen sobre mi tía y no entiendo por qué Ray parece tan relajado, pero al pensar que Aria está en peligro no me queda más ir, yo sé que ella apenas me pone atención, también sé que hay alguien más para ella, pero también sé, que ella me gusta demasiado.

Imposible estar contigo, profesor II  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora