Capítulo 4. Recuerdos nada gratos.
Una luz llena la habitación haciendo que maldiga por el imbécil que dejo la ventana abierta. Antes de saber dónde estoy o que hago aquí, siento las punzadas en mi cabeza que me dicen que tener el corazón roto y tomar no son la combinación perfecta, abro los ojos acostumbrándome a la luz y me siento en mis codos.
—mierda... —digo cuando mi estómago baja y siento que necesito un baño... y unas pastillas. Miro alrededor, sin saber dónde estoy, pronto, veo la pared salmón y el armario con una fotografía de Megan, Leila, el cerdo y yo que nos tomamos en navidad. Estoy en mi habitación... desnuda... con un chico. — ¡mierda!
Abro los ojos tan abruptamente cuando veo el bulto a mi lado y una maraña de pelos, no puedo evitar levantarme tan abruptamente que no me doy cuenta que estaba en la esquina de la cama. Y oigan, saltar en la esquina de tu cama, desnuda no es bueno si no quieres terminar de cara al suelo.
—joder. —exclamo cuando siento que posiblemente me he roto la nariz... o el estómago.
—que buenos días tan increíbles. —me quedo paralizada cuando escucho esa voz, ¿Qué diablos? Yo conozco esa voz pero ¿de a dónde? —un lindo culito como saludo, eso no se compara.
Me doy cuenta entonces que aún sigo desnuda, y de espaldas. La persona en la cama debe estar disfrutando la mejor vista de mi trasero, me levanto rápido, arrepintiéndome de inmediato, cuando veo que, además de darle una vista de mi delantera al intruso, siento que mi estómago vuelve a bajar y necesito urgente un baño.
— ¿Quién...? —no termino de decir, no me importa que este desnuda, no me importa salir corriendo así, salgo de la habitación rápidamente buscando el baño, pero no lo veo.
Lo siento Leila.
Vomito todo en el florero que le ha dado Seth a Leila por su primer mes de novios, cuando he marchitado las flores de Leila, dos veces, me doy cuenta que sigo desnuda y tengo un chico en mi habitación.
¿Qué paso ayer?
—veo que pasaste una buena noche.
— ¡Ahhh! —grito cuando veo a un Logan sentado en el mueblo viendo televisión —diablos, Logan.
Corro de nuevo al cuarto. En definitiva, esta no es mi mañana. Cierro la puerta con un sonoro portazo después de ver a Logan en mi apartamento, pensándolo bien ¿Qué hace aquí? ¿Qué paso? Dejo de pensar en él sabiendo que ahora ha visto mis maravillosos frutos, para ver otros ojos.
— ¡dios! —busco algo para taparme rápidamente, solo escucho la carcajada que sale de su boca.
—por mi puedes quedarte así, no me importa. —él me guiña un ojo, cojo lo primero que veo, una manta rosada que Leila tejió para el cerdo que dice: "oinc, oinc, amo mi cerdito"
Ahora mismo, odio a Leila. Pero es lo único a mi alcance.
—yo también amo tu cerdito, Piggy.
— ¡cállate! ¿Quién eres tú? ¿Por qué estas desnudo en mi cama?
¿Por qué estoy yo desnuda junto a él? También me pregunto, temerosa de su respuesta.
"no estarían jugando a las muñecas, imbécil" mi mente me dice, y yo espero que esa sea una mejor respuesta que la tamborea en mi cabeza.
—no te acuerdas, Piggy. Eso afecta mi ego. —el coloca una mano en su pecho pero no deja de sonreír —yo si recuerdo como gritabas anoche y pedias por mas...
— ¡cállate! No quiero oírte. —escucho su risa y camino hacia mi armario para ponerme algo, cuando encuentro un chándal y un pantalón corto, me los pongo bajo la mirada lasciva de Ethan. —puedes por favor mirar hacia otro lado, mi trasero no está contento de que lo veas.
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Imposible estar contigo, profesor II ©
Romance-no vuelvas a buscarme. - ¡dime que me odias y me alejare! Dime que ya no me amas, y juro por el amor que te tengo, que ya no te buscare, ya no seguiré intentando por lo nuestro, dime que no te importo, y juro que no luchare contra Lucy, contra Ed...