Capítulo 13. ¿Por qué ella?

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aviso importante: este capítulo esta narrado en tercera persona. 

Capítulo 13. ¿Por qué ella?

Mientras se organizaba para ver a su novio, ella terminaba de darle el toque final a su maquillaje cuando escucho un sonido estruendoso fuera de su habitación. Frunció su seño pareciéndole muy raro, Megan se había ido hace rato después de darle su regalo a Aria que era un lindo vestido y Aria también se había ido para la cena a la que la había invitado su padre.7

—John, ¿Qué estás haciendo? —hizo mención al cerdo que parecía un pequeño niño con poderes del hombre araña, en serio, ese cerdo podía subirse a la barra de la cocina, podía tomar la ropa de los armarios y usarlos como cama propia o incluso alimento.

Salió rápido para regañar al cerdo pero se detuvo al ver que no se trataba de John el cerdo, su amiga estaba inclinada recogiendo unas tasas de café, al verla se sorprendió, Megan había dicho que saldría con unos amigos para celebrar el día de san Valentín. Leila había creído que ella se vería con ese novio del cual no les quería contar.

Pero la impresión de Leila fue más cuando vio a Edwin allí, él estaba sentado en el sofá sin verla, Leila descubrió que ninguno la había visto y no quiso interrumpirlos, así que cerró la puerta de su cuarto lentamente y se alejó un poco.

¿Edwin el amigo del profesor Sanders? ¿Qué hacía aquí? ¿Por qué estaba con Megan? Miles de conjeturas se hicieron en su cabeza y entonces lo unió todo, ¡claro! Edwin debía ser el chico por el que Megan estaba colada, pero luego se preguntó, ¿Qué clase de cosas le ocultaba Megan a Edwin para creer que él se alejaría de ella?

¿Por qué Megan no le dijo esto? Si Megan estaba con Edwin o mantenían algo juntos, esto debió haber ocurrido mucho antes de entrar a la universidad, incluso puede que haya sido cuando ellos se conocieron. Eso hacía más de cuatro meses, incluso más.

Leila estaba muy confundida y se sintió nerviosa, entonces, empezó a escuchar las voces de Megan hablando.

—está bien, lo siento por eso. —esa era la voz de Megan, por suerte para Leila, su habitación estaba justo al frente de la sala aunque no muy cerca, pero se alcanzaba a oír sus voces.

Aunque un poco distorsionada.

Megan parecía disculparse por haber hecho el ruido fuerte que debió provocarlo el haber hecho caer algo. Leila no quería escuchar, pero tampoco quería interrumpir, miro la hora y vio que aún faltaba casi una hora de su cita con Seth.

—necesitamos hablar de esto cuanto antes Megan, ¿Qué vamos hacer? —dijo Edwin, obviamente nervioso.

Ahora Leila estaba más interesada, ¿Qué pasaba entre ellos? ¿Hablaban sobre su relación en secreto o era otra cosa? Ella solo se sentó allí, sintiéndose una intrusa pero sin saber que más debería hacer. ¿Y si Megan estaba en problemas? Se sintió mejor pensando eso, tal vez Megan tenía problemas y no quería contarles, si ella lo sabía tal vez podría ayudarla.

—no lo sé, Edwin, ¿Qué pasara con Lucy? — ¿Lucy? Leila no conocía aun a la tal Lucy, pero sabía que se trataba de la esposa del señor Sanders, lo que significaba que ella era la mujer que había hecho tanto daño a Aria.

¿Por qué hablaban de ella ahora?

—ella esta con John. —Leila intento no notarlo, pero lo hizo, y algo en el tono de Edwin era de dolor, ¿dolor? ¿Por qué Edwin sentiría dolor de que su amigo estuviera con su esposa y su hija de nuevo?

Había algo más allí, algo que Leila no podía identificar. Y entonces otra duda vino a su cabeza, ¿Qué tenía que ver Megan con eso? ¿Por qué se preocupaban ellos? Habían millones preguntas que Leila se hacía y seguía sin entender.

Imposible estar contigo, profesor II  ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora