En este momento estoy atrapada en mis pensamientos, imaginando cosas que nunca van a pasar...--¡Señorita! -Gritó mi profesor de química interrumpiendo mis fantasías- ¿puede decirme que acabo de explicar?
Ay.
--¿La odisea? -Leí en voz alta el título escrito en la pizarra, con la esperanza de que fuera lo que estaba explicando. Luego recordé que eso era de la lección anterior, y que no era un tema que tuviera que ver con química de todos modos.
El profesor negó con la cabeza y hubo algunas risas de parte de mis compañeros.
--No se haga la graciosa conmigo, señorita -me advirtió.
No me estaba haciendo la graciosa, yo solo leí lo que decía la pizarra.
--¿Cuál era su nombre? -preguntó.
Ha sido mi profesor tres años seguidos y no tiene idea de cómo me llamo.
--Leah -dije de mala gana.
--Entonces, Leah, debería concentrarse más en clases si no quiere reprobar.
Genial, ya tengo otro profesor que me odie, y la lista es larga.
--Bueno -dije, no se me ocurrió otra cosa para responder.
El profesor continuó escribiendo en la pizarra. De pronto escuché un murmuro detrás mío.
--Leah es demasiado amargada -decía alguien en voz baja.
Reconocería esa voz donde fuera: es Austin, el chico que me gusta. Realmente nunca hemos hablado, pero al parecer me considera amargada.
Me dolió más de lo que debería. No suelo llorar muy seguido, pero siento una presión en la garganta en este momento, y creo que se me ven ojos llorosos.
Es un idiota -me recuerdo- solo es un idiota.
Me di vuelta para ver a quien le dijo eso, resultó ser como a cinco personas, que para mi mala suerte, todos me estaban viendo, incluyendo a Austin.
Mierda, no debí haberme volteado. Ahora saben que los oí, y Austin y yo nos vimos a los ojos, que debo tener rojos. Van a pensar que soy una llorona, porque en serio, ¿quién llora solo porque le digan amargada?
Talvez no se me vieron los ojos llorosos... pero en fin, supongo que nunca lo sabré.
Me siento tan furiosa con Austin, ¡él no sabe nada sobre mí! Odio que diga cosas de mí cuando no me conoce realmente.
No soy amargada, yo lo sé y eso es lo que importa... Pero ojalá pudiera demostrarle que se equivoca conmigo.
Suspiré aliviada cuando sonó el timbre del recreo. Mi amiga Mariela y yo salimos del aula y caminamos hacia la cafetería del colegio.
--Austin es un idiota -le dije.
--Lo sé, también escuché lo que dijo.
--¿Lo escuchaste? Estás sentada al otro lado de la clase, ¿cómo pudiste escucharlo?
--Pues... no lo dijo muy bajo que digamos. Pero el punto es que es un idiota, Leah, y mereces a alguien mejor.
--Es tu amigo -le recordé.
--Y por eso sé que es un idiota.
--Lo peor de todo es que me vio con los ojos llorosos.
--Yo no vi que tuvieras los ojos llorosos, talvez solo creíste eso.
Asentí.
--Puede que Austin se sienta mal y venga a pedirme disculpas -dije, pensando en voz alta.
Mariela rio, lo que no me hizo sentir mejor.
--Eso no pasará, Leah, lo conozco bien -afirmó- lo mejor para ti es olvidarte de él.
Nos sentamos en una mesa de la cafetería en la que se encontraba mi otra amiga Karina. Nuestro círculo es de cinco amigas, pero solo estamos tres en este momento.
--La mesa está algo vacía hoy, ¿no creen? -dije, y en ese momento apareció el novio de Mariela, Charlie.
Él tiene el cabello negro al igual que ella, nadamás que ella tiene el cabello rizado y Charlie lacio, aunque apuesto a que es porque se lo plancha.
--Hola Mariela, Karina -saludó Charlie, luego se volteó hacia mí- Leah -dijo frunciendo el ceño.
--Charlie -dije con desagrado, no nos llevamos bien.
Estuvimos en el mismo salón de clase el año pasado y él hacía cualquier cosa para hacerme enfadar, nos la pasábamos discutiendo todo el tiempo. Todo empeoró cuando él y mi amiga Mariela comenzaron a salir, estuve los últimos dos meses del año como la tercera rueda; por suerte para mí este año Charlie está en un salón diferente.
Mariela se fue con él y solo quedamos yo y mi otra amiga Karina en la mesa.
--¿Tú no me vas a abandonar también, verdad?
--No -dijo- probablemente Logan venga, pero si quieres le pido que se vaya.
Logan es su novio. Ahora que lo pienso todas mis amigas tienen novio, y no es solo eso, son perfectos.
Y yo ni siquiera tengo amigos hombres.
--A veces es muy raro estar con ustedes -comenté.
--¿Por qué? -preguntó Karina sonriendo, talvez pensaba que iba a decir una broma.
--Todas son lindas y tienen a alguien que las ame. Todas, excepto yo.
Mientras que ellas son felices con sus parejas, a mí me gusta alguien que nunca en la vida se va a fijar en mí.
--Leah no te preocupes por eso, pronto conocerás a alguien que te guste...
--Ya he conocido alguien que me guste, lo difícil es conocer alguien a quien yo le guste.
No soy atractiva en absoluto, y no, no soy de esas que dicen ser feas cuando en realidad son hermosas.
Es difícil encontrar alguien hoy en día que no le importe el físico.
--Leah eres divertida, amable, leal... -trató de animarme- y solo tienes 17 años, en algún momento aparecerá el amor de tu vida. No puedes buscarlo, debes esperar a que llegue a ti.
Me limité a solo asentir y hice un intento de sonrisa que creo que se vio muy falso.
--¿Sabes qué? -continuó Karina- a la mierda con eso. Te buscaré a alguien y encontrarás el amor, lo prometo.
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Hola, este fue el primer capítulo de mi nueva novela, espero que les haya gustado <3
Si quieren pueden agregar la historia a su biblioteca, para que sepan cada vez que subo un capítulo nuevo ;)
Si les gustó por favor voten y comenten, me ayudaría muchísimo y me inspira a seguir con la historia :)
¡Que tengan un lindo día!
-Jull
Pd: si alguien no sabe como se pronuncia el nombre "Leah" es como decir /Lía/
Cuando escribí está historia no tenía el guión largo por eso ponía "--"
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En busca del amor
Teen FictionHarta de ser ignorada, Leah tiene como meta encontrar el amor. Esperar a que las cosas pasen por sí solas sin arriesgarse no ha dado resultado en 17 años, ¿cambiará algo si decide empezar a tomar riesgos?