12-"Eso estuvo intenso"

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Comenzamos el viernes con matemáticas (hermosa forma de comenzar el día, ¿no creen?)

Becca solo estuvo ausente un día, al siguiente regresó, y todo volvió a la normalidad. El resto de la semana Austin no me volvió a hablar, nuevamente él y Becca no se callaban, y Mery y yo nos molestábamos por lo desconsiderados que eran con los que intentamos prestar atención en clases. 

Me di cuenta que la idea de que talvez podíamos ser amigos, era de las más tontas que había tenido en mi vida, al diablo con eso.

.-.

Durante el recreo estaba metida en WhatsApp pasando la lista de contactos mirando los estados de la gente y esas cosas. Entre los primeros diez vi el nombre Alexis.

Suspiré. Casi había olvidado que me dio su número, igual no me atrevería a escribirle, no sabría ni cómo. Seguí pasando los contactos hasta que me detuve en Dylan, también había olvidado que tenía su número. Es hora de borrarlo.

Iba a abrir su foto de perfil pero por error le di en el teléfono y terminé llamándolo.

No no no no no no.

Colgué inmediatamente; pero Dylan estaba en línea, significa que al entrarle mi llamada debió haberle aparecido mi foto de perfil en grande.

No puede ser, si Dylan no me veía como una acosadora antes, ahora que sabe que tengo su número lo hará. 

Talvez colgué antes de que Dylan pudiera ver mi foto...

Suspiré y eliminé mi foto de perfil con la esperanza de que no la haya visto y nunca sepa quién lo llamó.

--Eres una estúpida -le dije a Karina, estábamos sentadas en el césped merendando- guardaste el número de Dylan en mi teléfono y acabo de llamarlo por accidente...

Ella solo rio.

--Sí soy una estúpida -afirmó- pero no por eso.

Creo que Dylan no supo que fui yo, porque el muy tonto me devolvió la llamada, yo la rechacé, y luego procedí a bloquearlo. 

Casi se me sale el corazón cuando lo llamé.

Levanté la mirada del celular mientras recuperaba mi ritmo cardiaco normal. Mirando a lo lejos divisé a Alexis hablando con sus amigos, y otra vez mis latidos aumentaron.

--¿Leah? -me habló Karina- estás mirando a Alexis con nostalgia, ¿te das cuenta de que tienes su número? ¿Que él te lo dio específicamente para que le escribieras? 

Esa última afirmación hizo que de repente me diera un ataque de confianza inexplicable. Busqué el número de Alexis y abrí el chat.

--No puedo -suspiré en cuanto escribí la "h" de hola- mira mis manos, están temblando.

--¿Y si lo escribo yo? -sugirió Karina.

--¿Qué diferencia haría que mandes el mensaje tú en mi lugar?

--Que a mí no me cuesta, y te podría dar el pequeño empujón que necesitas.

Antes de poder sobrepensarlo, le entregué mi teléfono a Karina, y en dos segundos ya ella había mandado un mensaje que decía: Hola, soy Leah :)

--Vaya, eso estuvo intenso -dije tomando un sorbo de agua- gracias.

--De nada, aunque no entiendo qué te daba tanto miedo.

Francamente, yo tampoco. Él quería que le escribiera, de lo contrario no me habría dado su número. Aunque me lo dio hace dos semanas, tal vez ya mi tiempo venció... No, esto no vence, ya deja de pensar, Leah, el mensaje está enviado.

En busca del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora