Salí con Spencer el jueves de la semana pasada, hoy es miércoles, y aún no me ha llamado, ni puesto un mensaje, NADA.
--¿Crees que estoy exagerando? -pregunté a Karina, nos encontrábamos en mi casa viendo una película.
--No sé, talvez un poco, solo han pasado seis días, y de igual forma irás a la cafetería el sábado.
--Te aseguro que no iré este sábado, estoy enferma.
--¿Qué tienes?
--Pereza -suspiré- Karina, ¿crees que sí le gusto? Es decir, me invitó a una cita, y según yo salió bien pero comienzo a empezar que lo espanté...
--No necesariamente -me interrumpió- a veces los chicos son muy tontos y piensan que no es importante escribir después de una cita, así que solo queda esperar a ver si te invita a otra. Me parece muy bien que no vayas a la cafetería, deja que él te busque.
Temo que no lo hará.
--Creo que si le gustara ya me habría escrito, ¿para qué pidió mi número si ya no me quería? -me quejé.
Realmente disfruté mi cita con Spencer, fue divertida, la conversación fue fluída, y no me puse nerviosa ni recuerdo haber dicho nada estúpido como siempre hago. Talvez arruiné un poco aquel momento, pero no fue mi culpa, y no puede ser que sea por eso que no me haya hablado... ¿o sí? Bueno, preferiría que fuera por eso a que fuera porque le aburrí y no le parecí interesante en absoluto.
--Leah, no me contaste los detalles -habló Karina-, ¿qué pasó en su cita? ¿Se tomaron de la mano? ¿Se besaron? Bueno no lo creo, ya me habrías contado si algo así hubiera pasado... pero para estar seguros, responde mis preguntas.
--Verás... -comencé.
*FlashBack*
Luego de la comida Spencer me acompañó caminando hasta mi casa, lo que me pareció muy tierno.
--Hasta luego, Spencer -me despedí- la pasé muy bien, gracias.
Él esbozó una leve sonrisa y fue acercándose a mí, estaba a menos de medio metro de distancia y su mirada se dirigió a mis labios; pero hacía mucho viento y mientras se acercaba me dio ganas de estornudar.
Oh no, no ahora. ¡No estornudes!
Terminé retrocediendo y dando vuelta para taparme con el brazo mientras estornudaba.
Spencer también retrocedió, espero no haber salpicado gérmenes.
--Salud -dijo- adiós, Leah -me dio un beso en la mejilla y se fue camino hacia el otro lado.
Estuve apunto de decirle que voviera, que ya no iba a estornudar, pero las palabras no salieron de mi boca. Me golpeé en la frente mientras veía como su silueta desaparecía.
*Fin del flashback*
--Ya veo -Karina hizo una cara seria y luego rio- ¡no puedo creer que estornudaras! Pero bueno al menos te dijo salud, ¡qué educado de su parte!
--Talvez es culpa de mi estornudo que no me ha llamado. Seguro ahora le doy asco.
Aunque la verdad en parte agradezco el estornudo, no sé si ese era el mejor momento para mi primer beso, además, habría hecho que me sintiera aún peor de que no me haya llamado.
--No digas idioteces -intervino Karina- ¿cómo le vas a dar asco por estornudar? ¡Como si él no estornudara también!
--Lo sé, lo sé -dije- talvez solo no fui de su agrado -me encogí de hombros.
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En busca del amor
Ficção AdolescenteHarta de ser ignorada, Leah tiene como meta encontrar el amor. Esperar a que las cosas pasen por sí solas sin arriesgarse no ha dado resultado en 17 años, ¿cambiará algo si decide empezar a tomar riesgos?