Aww ya se aprendió mi nombre.
Me di vuelta y le sonreí.
--Hola.
--Te vi por la ventana y estabas a punto de entrar, ¿por qué te devolviste?
Rayos, me vio.
--Ah, sí, me di cuenta de que olvidé algo -me inventé rápidamente.
--¿Qué olvidaste?
Mi dignidad.
--Mi... suéter.
--¿Ibas regresarte solo por un suéter? -preguntó divertido, yo asentí.
Estoy segura de que no me cree, y no es de extrañarse, un suéter es una pésima mentira. Probablemente piensa que vine a verlo, pero me acobardé a último momento. Y sí fue eso lo que pasó, ¡pero no me gusta que lo sepa!
Al menos está sonriendo, ¿eso es una buena señal?
--No está haciendo frío -dijo- y hay calefacción adentro, estarás bien.
.-.
Yo era la única persona en la cafetería, tenían pocos minutos de haber abierto.
Spencer me trajo un café con un dibujo de una flor en la espuma.
--¿Y cómo has estado? -Preguntó mientras se sentaba en la silla frente a mí.
No debería sentarse conmigo sin preguntarme si estoy de acuerdo primero, pero... ¡claro que lo estoy!
--Bien –respondí- ¿qué hay de ti?
--Algo cansado.
--¿Cansado?
--Más bien aburrido, mi vida ha estado muy aburrida últimamente.
--Entiendo, la mía tampoco es muy emocionante que digamos -dije, y me entró la inseguridad de que decir eso no me hacía ver interesante- ¿Y qué haces en tu tiempo libre?
--No lo sé... si no estoy aquí, estoy en la universidad y si no, estoy estudiando. No suelo tener tiempo libre.
--Ay por favor, debes tener tiempo libre en algún momento, por ejemplo ahora.
--Solo cuando el negocio está vacío, y la verdad no encuentro nada que hacer en ese tiempo -contó- ¿qué harías tú en ese tiempo? -preguntó mirándome.
Esa es fácil.
--Leer un libro.
Se quedó pensando: --Solo he leído dos libros en mi vida, eran para el colegio, y no me gustaron.
--Esos libros casi siempre son aburridos y raros -dije- pero hay muchos que no lo son.
--¿Cuál me recomendarías? –preguntó.
¿Solo uno? Podría recomendarle miles de libros.
--Depende, ¿qué género te gusta?
--Supongo que ficción.
--Talvez los juegos del hambre o de Maze runner –dije, decidí omitir la parte de que son trilogía.
--Bueno, si algún día me paso por una librería, te prometo que compraré el de los juegos del hambre.
--Espero que leer te salve del aburrimiento –dije antes de tomar un sorbo de café- es lo que me funciona a mí.
--¿No sales seguido?
--Pues, no tengo vida social así que...-me corté al notar lo quebestaba diciendo.
¡Genial, ahora él sabe que soy una antisocial!
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En busca del amor
Teen FictionHarta de ser ignorada, Leah tiene como meta encontrar el amor. Esperar a que las cosas pasen por sí solas sin arriesgarse no ha dado resultado en 17 años, ¿cambiará algo si decide empezar a tomar riesgos?