06.

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—Señorita Dallas ¿Podría contarnos, comó paso sus vacaciones?—me pregunta la profesora de psicología, yo solo sonrío juguetonamente y me acomodo en mi asiento.

—Bueno, debo empezar diciendo que disfruté mucho explorar nuevos lugares—y con eso me refería a ver recorrido cada centímetro de piel del cuerpo de Ariana—aparte de dormir placenteramente con...—recibí un golpe en mi espalda de Ariana, me reí y trate de seguir con mi relato—con mi nueva cama, es como dormir en el cielo—finalizo con una sonrisa burlona y la profesora asiente un poco desconcertada.

—¿Qué clase de lugares recorrió?—me pregunta interesada la profesora, suelto un par de risitas para luego ponerme seria.

—¿En serio? ¿Quiere que le diga?—puedo escuchar algunas risitas por parte de Lauren.

Ella probablemente esté pensando en que me he acostado con un montón de chicas, pero no se imagina que con la que he tenido sexo es con su buena amiga Ariana.

—Bueno ya que no me responde le diré, recorrí muchas nuevas vaginas—le digo y algunos compañeros empiezan a reír un poco.

La profesora gruñe y va hacia su escritorio seguro va a mandarme al salón de castigo, veo que escribe algo en un papel y me tomo el tiempo de guardar pacientemente mis cosas.

—Vaya al salón de castigo—dice enojada, y yo ruedo los ojos.

—Profesora ¿Puede hacerme un enorme favor?—ella frunce el ceño y asiente—dígale a su hija que no me gustó tener sexo con ella—le sonrío y salgo directo al salón de castigo.

Esto me traería consecuencias pero disfruté mucho hacerlo, me acerco a la puerta de detención y hago una mueca cuando me propongo a entrar.

Al entrar me encuentro la agradable sorpresa que se encuentra la capitana del equipo de porristas, me sonríe y yo subo mi mano en forma de saludo.

—¿Qué tal Dallas?—me pregunta y yo solo me encogí de hombros—¿Vas a jugar en el campeonato?—me pregunta y yo asiento en respuesta—¿Vas hablarme?—yo suelto un risa y ella me sigue.

—Soy la capitana del equipo de Fútbol, tengo que ir—digo siendo lo más obvia posible, ella rueda los ojos y me sonríe coquetamente—¿Por qué me preguntas?

—Ya sabes, podemos vernos en los vestidores el día del partido—su mano se coloca en mi pierna y yo veo al profesor que está completamente dormido.

—Uhm... Suena tentador, pero ya hice planes con otra porrista—le digo y me imagino a Ariana con ese traje realmente sensual—es una pena, tal vez en otra ocasión.

Luego de pasar casi dos lecciones en la sala de castigos, tenía que ir a almorzar.

Como en todos los casos siempre comería sola, tengo una pequeña y extraña fobia que comenzó desde que era pequeña.

Algunas personas me comentan que es estúpido, pero a mí me aterra la idea de que alguien se siente conmigo para comer.

Un emparedado y una manzana es lo que como siempre en el instituto mientras  me entretengo con mi teléfono mordiendo un pedazo de mi emparedado.

—¿Puedo hacerte una pregunta?—la voz de Ariana hace que deje de masticar y aleje mi vista del teléfono.

Yo frunzo mi ceño un tanto molesta, no por la pregunta que quiere hacerme, si no porque se ha sentado en la mesa.

—Ya la estás haciendo—soné muy fría y grosera, pero no es mi intención hacerlo, solo que en este momento mi cuerpo y mi mente actúan por sí solos—¿Qué quieres?—bloqueo mi teléfono y lo coloco en la mesa.

Adore. (Ariana Grande y tú) G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora