012.

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El rugir de la motocicleta del contrincante me hace estar alerta, era mediodía del viernes. Había ido al instituto pero por alguna razón suspendieron las clases, me enteré casi al final de clases de matemáticas ya que deje de ver a Ariana.

Hablando de mi pequeña castaña, yo estaba siendo más cuidadosa con el asunto del auto color negro, pero ahora el auto no sólo la seguía a ella ahora me seguía a mí, lo cual me fastidiaba a gran manera.

A mi contrincante nunca lo había visto competir en este lugar y nunca había escuchado hablar de él, no es que comience a tenerle miedo sólo tengo la curiosidad de saber cuánto compite, Justin me había comentado en la llamada de que él estaba muy interesado en competir conmigo así que Justin arregló está carrera para él.

Una nueva chica que es la encargada de darnos la señal de empezar, me guiña el ojo y se dispone al frente de nosotros bajando los brazos para que de comienzo a la carrera.

Acelero rápido para dejar atrás a mi competidor pero me doy cuenta de que no será tan fácil como creía ya que en menos de seis segundos lo tengo nuevamente a mi lado, me inclino un poco y acelero para tomar más velocidad y dejarlo atrás, pronto puedo visualizar los dos barriles que nos indican que debemos doblar, acelero más ya que no pienso perder en esta carrera, yo soy una de las favoritas aquí así que no puedo perder.

Mientras siento que mi pantalón es rasgado por el asfalto al dar la vuelta tan cerrada siento que mi competidor va detrás de mí, sonrío porque estoy apunto de cruzar la meta para ganar pero pronto siento que mi moto es empujada con fuerza haciendo que pierda el equilibrio y que mi contrincante solo le cueste empujar mi hombro para que caiga en la carretera perdiendo la consciencia.

¿Acaso tengo alguna clase de mala suerte? Me duele mi hombro, me duele mi cabeza y bueno estoy haciendo el intento de abrir los ojos.

Me encuentro en una habitación bastante conocida, morada con azul son las paredes, un saco de boxeo y algunas cosas como pesas y máquinas se encuentran en una esquina de la habitación, me encuentro en una cama individual color negro y frente a mi el armario enorme de Justin. Puedo ver que él está en el computador investigando algo, hago una mueca y con lentitud empiezo a levantarme.

—Pensé que nunca despertarías —dice el rubio teñido—estaba pensando seriamente en llevarte al hospital, pero el doctor de la familia ya te revisó y dijo que sólo necesitas reposo, el cual no creo que dure mucho—me dice burlón girando la silla negra para poder verme, yo rio un poco y veo hacia a bajo permitiendome ver mi ropa sucia y rasgada por (supongo) haber rodado por toda la calle limpiando el asfalto.

—¿Qué mierdas pasó?—le pregunto mientras me levanto y voy directo hacia su armario para poder buscar algo de ropa, a él no le importaría ya que él y Finn hacen lo mismo cuando están en mi casa, claro sólo con algunas cosas.

—La pregunta sería ¿Qué no pasó? Tú casi mueres de no haber sido por tu casco ____ ¡El casco se despedazó! El tipo termino siendo golpeado por mí, un auto color negro se llevó al tipo ¡Fue una locura! Ah, y la policía llegó. Por suerte tuve tiempo de levantarte y que Tony trajera tu moto—me dice mientras me termino de colocar la camiseta blanca, dando seguido a la chaqueta de cuero. Tomo unos lentes de sol y me los coloco.

—¿Cómo esta mi motocicleta? —le pregunto mientras camino con dificultad hacia donde está él.

—Bien, sólo tienes que pintarla—me dice divertido y yo me acerco a darle un abrazo.

—Gracias bro, desde ahora seré más amable contigo—le digo graciosa y él empieza a reír —¿Crees poder llevarla ahora? No creo que pueda conducir en estas condiciones —le digo y asiente, tomo mi pantalón y busco mi billetera, la encuentro y me alegro de tenerla pero lo que no puedo encontrar es mi teléfono—oye Justin ¿Has visto mi teléfono?—pregunto y él hace una mueca.

Adore. (Ariana Grande y tú) G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora