Epílogo.

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Me levanto por un peculiar ruido que escucho en la habitación. Con lentitud abro mis ojos y no veo a Ariana a mi lado.

Con el ceño fruncido, me siento en la cama con una mueca por el dolor que proviene de mi hombro.

Me veo por un momento las puntadas que tenía en mi clavícula y con una mueca quito mi mirada, cuando mi mirada subió, vi a Ariana de rodillas echando ropa en una maleta.

Su ropa en una maleta.

—Ariana—la llamo y escucho que sorbe su nariz, está llorando—¿Ariana? ¿Qué haces?—me levanto enseguida de la cama mientras ella cierra la maleta con fuerza y rapidez.

—No puedo más—me dijo.

—¿Qué? ¿Puedes ser más clara Ariana?—le digo acercándome.

—¡Que no puedo más!—se puso de pie—¡No puedo más con tu actitud!—se dio la vuelta gritándome, sus ojos estaban rojos e hinchados.

—¿De qué hablas?—le digo frunciendo mi ceño.

—Sabes cuánto lloré y temí de que te hubiese pasado algo esa noche que me defensiste—me grita llorando—¡Tuve miedo de perderte! ¡Y a ti no te importa! ¿Crees que soy estúpida? ¡Sé que fuiste ayer a buscarlo para terminar lo que empezaron! No soy tu madre, no puedo estar cuidándote y temiendo lo peor si a ti, no te importa ni tu  propia vida.

—¡Entoces deja de preocuparte por mí!—le grité con furia.

Ariana cerró sus ojos con fuerza, sus lágrimas seguían cayendo por su mejillas cuando supe que había dicho algo malo. Su mano izquierda se deslizó por su mano derecha justo donde se encontraba el anillo que le había regalado.

Abrió sus ojos y me lo tiró, yo abrí la boca respirando con fuerza y cuando me quise acercar, Ariana tomó la maleta.

—Bien. Entonces no lo haré—me murmuro tomando la maleta con más fuerza—terminamos.

Todo pasó en cámara lenta, desde su aroma pasando a mi lado arrastrando la maleta hasta el momento exacto donde mi corazón se rompió.

—¡Ariana!—le grité una vez que salí de la habitación siguiéndola—¡Ven acá! Cariño, solucionemos esto.

—Te di muchas oportunidades ____—me dijo bajando las escaleras de la casa y yo siguiéndola detrás.

—Ariana por favor—le rogué siguiéndola de cerca.

Ariana tomó a Toulouse y caminó seguida de Jake fuera de la casa. Harley estaba a mi lado cuando salí por la puerta y le grité a Ariana.

Me acerqué a Ariana con rapidez para querer detenerla porque había un taxi esperándola pero los ladridos y gruñidos de Jake me detuvieron.

—Ariana por favor—le grité—détente, te amo, por favor—desesperada y haciendo una escena en boxer y en top, pasé una mano por mi cabello castaño.

Ariana se detuvo antes de pasar la cerca blanca de la casa y escuché un suspiro por parte de ella.

—Es por tu bien—escuché que me dijo y se acercó al taxi, con ayuda del taxista subió su maleta y ella se subió al taxi.

Jake se había montado en el carro y Harley estaba aullando y llorando a mi lado. Me acerqué desesperada a la puerta del taxi, y traté de abrir la puerta pero esta estaba cerrada.

Unos pequeños golpes en el cristal y el taxi aceleró, dejándome como una idiota en medio de la calle. Viendo como mi ex novia se llevaba mi corazón y a nuestros dos perros.

Adore. (Ariana Grande y tú) G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora