038; Solo hermanas.

2.4K 169 20
                                    

De camino a Seattle, Washington.

Enfocada en la carretera escucho un ruido proveniente de la cocina, Ariana aún seguía dormida y no quise despertarla ya que se veía muy cómoda.

Había estado recibiendo llamadas en su teléfono pero no quise tomarlas, aunque seamos novias creo que el tomar el teléfono sin su permiso me parece totalmente inapropiado.

Yo confío en Ariana y Ariana confía en mí. No hay ningún problema con el que el estúpido chico de la gasolinera le envíe cada cierto tiempo mensajes o que la llame.

Mierda. Sí. Solo vi de quién se trataba pero no revisé nada, porque como ya lo dije antes, me parece inapropiado e irrespetuoso.

No me siento amenazada por él, porque mi chica me quiere a mí, pero siempre está ese pequeño pedazo de tu mente que juega en tu contra.

Estoy tan sumida en mis pensamientos que no me di cuenta que tenía a una Ariana sentada en el asiento del copiloto viéndome fijamente.

—Hola—le sonrío levemente.

—Prometiste que estarías cuando me despertara—como puedo veo el puchero que tiene en su rostro.

—Sí, pero te veías muy cómoda y no quise despertarte. Tampoco parecía que te levantarías pronto, sabes que tengo que empezar a conducir temprano.

—Lo sé cariño—su suspiro me hace voltearla a ver, cuando lo hago veo su rostro, el cual tiene una sonrisa mientras me ve directamente.

—Tengo tantas ganas de dejar de conducir y besarte ahora mismo—le digo sonriendo mientras que ella suelta una pequeña risa.

—¿Qué es lo que haremos hoy?—yo sonrío por su pregunta y me pongo seria.

—Estaba pensando en algo. Como es nuestro último viaje tengo planeado algo—le doy una pequeña sonrisa y ella me la devuelve.

—¿Por qué tienes que ser tan enigmática?—me pregunta burlonamente.

—Cariño, eso es lo que te vuelve loca—Ariana vuelve a reír y yo sonrío—Ari, tenemos que hablar.

—Esa oración me asusta ¿Qué quieres decir con "tenemos que hablar"?

—Literalmente. Tenemos que hablar, no pude decirte que sucedió en San Francisco—le comento graciosa.

—Demonios. Utiliza otra expresión que no sea esa Lex. Por favor, mi corazón te lo pide—dramatiza haciéndome reír.

—Voy a comenzar diciendo que tenemos una casa en Vancouver—le doy un par de miradas y Ariana parece perdida.

—¿Tenemos?—pregunta.

—Sí... quiero decir... eh... si es que aún quieres... mierda—paso una mano por mi cabello y la risa de Ariana hace que me tranquilice.

—Amor. Tienes una casa en Vancouver, aún no estamos casadas—volteo a ver a Ariana y ella parece incómoda con lo que ha dicho.

—Bueno. Podemos quedarnos en la casa de Vancouver—sonrío levemente—sobre Cameron... no te he contado mucho. Y sobre lo que haré en Vancouver.

—Adelante—escucho que me habla.

Ariana escucha con delicadeza lo que tengo para decirle, desde que mis abuelos eran prácticamente dueños de una empresa hasta el hecho de que ahora probablemente tengo la mitad de unas acciones de una empresa.

Le cuento un poco sobre lo que hablé con Cameron antes de irme y la entrevista que tengo con el entrenador de Portland Thorns. Tampoco olvido decirle que tengo que asistir a la universidad, que es lo primero que tengo que hacer antes de presentarme con los Portland Thorns.

Sin embargo en toda la conversación, Ariana está en otro lado, ella asiente cada cierto tiempo pero parece que no me presta atención.

—Y bueno, si no me aceptan en Portland Thorns, me hago actriz porno ¿Se me daría bien no?—Ariana me observaba un momento y luego asiente. Te tengo—Ariana ¿Te acabas de dar cuenta lo que acabas de aceptar?

Ariana parece reaccionar y frunce su ceño por lo que le digo, trata de hablar pero está claro que no se ha enterado de nada de lo que le he dicho.

—¿Te parece que sea actriz porno?—le pregunto con seriedad sin evitar enojarme.

—No. Lex, disculpa. Estaba pensando y solo he escuchado partes, siento no haberte escuchado.

—Da igual—contesto cortante y enciendo el estéreo para no tener que hablar.


Chicago, Illinois. (2013)


Una morena yace en el suelo, hay lágrimas bajando libremente  por sus mejillas, parece desbastada, casi sin fuerzas para seguir con su vida. No entiende porque su novia había decidido dañarla de esa manera. El porqué de su engaño no le quedaba claro. Si bien le había prometido que sería diferente a la otra chica llamada Shannon.

No podía entender, si hace unos días atrás estaba tocando el cielo con sus manos, entonces porque ahora estaba tendida en el suelo casi medio viva.

El tono seleccionado que tenía para su mejor amiga estaba sonando y casi con todas sus fuerzas tomó el teléfono. Aclaró su garganta y se repitió así misma que tenía que ser fuerte, no solo porque quería evitarse las preguntas de su amiga sino porque probablemente ahora _____ la necesitaba.

Adore. (Ariana Grande y tú) G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora