Adore. (Ariana Grande y tú) G!P

039; El hilo rojo del destino. (Final)

De camino a Vancouver, Canadá.

—¿Qué quieres hacer cuando estemos en Vancouver?—le pregunto a Ariana, la cual está viendo hacia la ventana con Jake en su regazo.

—Dormir—me dice y yo suelto una carcajada.

—Pero todos estos viajes la mayoría del tiempo has pasado dormida ¿No tendría que ser yo la que diga eso?—le pregunto.

Harley está en mi regazo y cada cierto tiempo, me muerde la camiseta que llevo puesta.

—Quiero decir, contigo. No hemos dormido las dos juntas, y si lo hacemos, tú nunca estás a mi lado cuando despierto—veo a Ariana por un momento que me regala una linda sonrisa.

—Creo que podría complacerte en eso—le sonrío de vuelta.

—Lex—me llama Ariana suavemente.

—¿Sí?

—¿Iremos a tu casa cierto?—le doy un par de miradas y ella parece estar nerviosa por algo.

—Sí ¿A dónde más iríamos?—le pregunto con confusión.

—Este no era tu plan desde un principio—me menciona—¿Qué pasará con tu prima?—me dice con recelo.

—¿Clare?—suelto una carcajada—ella es como un fantasma, si hubiésemos seguido el plan que tenía antiguamente, probablemente tendríamos que dormir varios días más en la casa rodante.

—¿No tienes su número?—me pregunta con desconfianza.

—No cariño, a Clare le gusta viajar pero no es de estar con un teléfono. Lo pierde cada cierto tiempo, es muy descuidada y olvidadiza. No tienes que preocuparte.

—¿Y los padres de Clare?—pregunta extrañada Ariana.

—Su madre murió y su padre era o es alcohólico—yo sonrío levemente—no tenemos a los mejores padres.

—Bueno... Pero ahora tienes a Cameron ¿No? Él es tu padre biológico—me dice Ariana con ternura.

—Te tengo a ti y es lo único que me importa—le suelto sin pensarlo.

Volteo a verla por un par de segundos y Ariana me ve fijamente. Me sonríe levemente y veo que sus ojos están un poco cristalizados.

—¿Estás bien?—con preocupación trato de ponerle toda la atención que puedo darle.

—Sí... Solo que, no lo sé—se ríe levemente mientras le salen un par de lágrimas—te amo mucho—se limpia sus ojos con las mangas de mi abrigo y se ríe fuertemente.

—No sé lo que pasó pero yo también te amo—suelto un par de carcajadas por la situación extraña.

Suspiro con una gran sonrisa en mi rostro y me dispongo a seguir conduciendo.

—Estoy muy feliz de cumplir esto contigo—comento feliz.

—Quiero comerte a besos—me dice sonriente.

Un par de segundos después, veo como se levanta de su asiento, deja a Jake en el asiento y se dirige hacia la habitación, no sin antes dejar un beso rápido en mis labios.