Capitulo 0, piloto.

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Sonó la alarma, el chico acostado junto a ella abre lentamente sus ojos. Bosteza, apaga la alarma y se sienta en el borde de su cama, para luego escuchar una leve y dulce risita.

-¡Purrfecto! Buenos días mi desconocido amigo -Dijo una niña desde el otro lado de la habitación.

-¿Hermana? -Preguntó él, mientras se tallaba el ojo.

-¡¡No!! ¡Yo soy Cheshire, el sonriente gato que aparece en Alicia en el País de Las Maravillas!

-Deja esos tontos cuentos.

-Solo lo dices porque nunca leíste uno -Afirma ella mientras se cruza de brazos.

-No quiero crecer como un tonto.

Él se puso los zapatos, se levantó y mientras la miraba medio sonriente, añadió.

-Harás que llegue tarde a la excursión.

Se puso una remera algo holgada y salió de la habitación.
Desvió su camino de la cocina a la salida, y sin despedirse, salió. «Son solo cuentos infantiles» se repetía una y otra vez, hasta llegar a una pequeña escuela, donde no mucha gente íba.

-¡Buenos días! ¿listos para irnos?

-¡Sí! -Gritaron los niños.

-Bién, suban -Dijo la sonriente anciana mientras señalaba un autobús.

Todos los niños subieron, entre ellos nuestro protagonista, Sam.

-¡Hey, Sammy!

-Agh... ¡Rachel, te dije que no me llames así!

-Jeje~ lo siento, ven, siéntate conmigo.

-¿Tus amigos no te quieren?

-...Ven, siéntate conmigo.

Él, muy sonriente, se sienta junto a ella. Los dos se molestan mutuamente, eso es lo que los hace mejores amigos.

-Sam, ¿ya leíste Caperucita Roja?

-No, ya te dije que no leo cuentos infantiles.

-... ¡Este lo debes leer! Ese horrible lobo termina muriendo, o al menos en esta versión...

-Pero, ¿¡que hizo el pobre lobito!?

-¡Come gente!

-No es su culpa, así es la naturaleza animal.

-Tu no entiendes mi querido Sammy.

Sam, un poco molesto mira por la ventana.

-¿A dónde íbamos? -Preguntó Rachel, mientras también miraba por la ventana.

-Al bosque...

-¿¡Por qué llevarían niños a un bosque!?

-No lo sé, tal vez para descuartizarlos, hacer un estofado con ellos y dárselos a sus padres.

La chica abrió los ojos como platos y se enderezó en su asiento.

-Tampoco es para tanto, no estarías tan traumada si los cuentos no te harían pensar que siempre hay un final feliz.

-... Es feliz para los padres, tuvieron comida al final.

Él se rió, ella también lo hizo, para seguirle el juego. El autobús paró de golpe.

-Bien niños, llegamos, bajen con cuidado.

Se hizo una abalancha de niños, cuando ya bajaron todos la anciana empezó a hablar, Sam no escucho ni una palabra y, sin que se dieran cuenta se metió en el bosque.

-Mmmh... está muy oscuro como para ser de día.

Él miraba alrededor, hasta que escuchó una rama romperse detrás suyo, y se dió vuelta rápidamente.

-¿¡Quién anda ahí!?.

Ninguna señal de vida.

-... Que raro...

Se volvió a dar vuelta, para encontrarse con un lobo enfrente suyo, pegó un gran grito, y todo se volvió negro.

Caperucito Rojo (Yaoi/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora