ESPECIAL SAN VALENTIN

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La campana sonó por todo el instituto, Sam, una adorable niña que tendría que estar en primaria, estaba caminando por el pasillo junto a su mejor amiga Rachel.

–Hoy es San Valentín, ¿ya tienes pensado a quién darle chocolates?

–Pero soy hombre -respondió Sam.

–Yo ya sé a quien se los daré -suspiró mientras sonreía-. ¿Tú los hicistes?

–¡QUÉ SOY HOMBRE!

–El uniforme femenino dice lo contrario.

–Maldita sea... -suspiró-, ¿me ayudas a hacerlos?

–¡Claro! Ven, sígueme.

Rachel la tomó de la mano y corrieron hacia la sala donde estudian cocina. Las dos se pusieron delantal y comenzaron a cocinar.

–Primero, ponemos agua a baño maría y la calentamos -encendió la hornalla y puso el agua a baño maría-, no dejes que hierva.

–E... Está bien.

–Mientras se calienta, mezclamos cacao en polvo y mantequilla suavizada en un tazón, ¿sí? -mientras lo decía, iba siguiendo sus pasos.

–Sí...

–Hay que batirlos hasta que se forme una pasta suave. Ten -le dió un tenedor-, hazlo con esto, para eliminar los grumos.

-Sí -Sam lo mezcló rápidamente, hasta que quedó como una pasta.

–Ahora -empezó-, hay que meter la mezcla de cacao en polvo al agua caliente y revolverlo -estuvo así unos minutos, hasta que volvió a hablar-, ¿para quién son?

–P... Para... Eh... -se sonrojó y bajó la mirada.

–Luego me dirás -sonrió su amiga-, bueno, luego de que la temperatura se haya elevado, hay que vertir la mezcla caliente en un tazón -lo hizo-. Ahora vamos a tamizar el azúcar regular y la azúcar en polvo en un tazón separado. Cuando eliminamos la mayor cantidad de grumos, añadimos la mezcla de azúcar a la menzcla de cacao caliente.

–¿Luego?

–Añadimos leche. Recuerda licuar hasta que esté suave.

–Está bien.

–Ahora vertimos la mezcla en distintos recipientes. Siempre procura que sea una capa fina en el fondo.

–¿Por qué?

–Como el chocolate adaptará la forma del recipiente, si quieres una barra rectangular, te recomiendo hacerlo en una cacerola también rectangular. Aunque también puedes usar moldes para bombones.

–Utilicemos esos.

–Está bien. Luego los dejamos solidificar en el refrigerador o en el congelador, pero como seguro se lo quieres dar dentro de poco, lo pondremos en el congelador.

–Gracias -sonrió Sam mientras se rascaba la nuca-, gracias a Dios eres mi amiga.

–No hace falta agradecer, todo por la futura pareja de mi amiga.

–¡Hey! -se sonrojó.

Rachel rió, y estuvieron hablando de las clases hasta que ya era hora de sacar los chocolates.

–Prueba uno -le dijo Sam.

Rachel agarró uno y lo rompió a la mitad, la otra se la dio a Sam. Las dos lo probaron al mismo tiempo.

–... Está bueno -susurró Sam-, realmente eres buena cocinera.

–No lo digas -rió-, es cocina básica.

Caperucito Rojo (Yaoi/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora