Ariel 4

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En los días siguientes, Ariel pasó a vestirse como una dama, y acompañaba al príncipe en sus paseos. Se volvieron muy grandes amigos. Incluso era invitada a los bailes de la corte, pero no podía hablar. Quería contarle al príncipe lo sucedido, quería decirle que ella lo salvó.

El príncipe, por su parte, no dejaba de pensar en la dama que pensaba haber salvado su vida, y la sirenita se daba cuenta de eso.

Avistaron un gran barco que se acercaba al puerto, el barco traía una desconocida que rápidamente llamó la atención del príncipe.
Ariel puso su mano en el pecho.

-¿Ariel?, ¿pasa algo? -preguntó el lobo, algo preocupado.

-Yo... -ella sintió un agudo dolor en el corazón- lo voy a perder -susurró con la voz quebrada.

El lobo la abrazó.

-Llora.

-¿Q-qué? No lo voy a hacer. Me va a ver.

-Hazlo en silencio.

-Está... Está bien -ocultó su rostro en el pecho del Lobo y comenzó a llorar.

Caperucito los miró, para luego observar a la desconocida. Apoyó la barbilla en su mano, cargandola con dos dedos, intentando pensar. Se acercó a los dos.
Escuchó la voz de la desconocida y se sorprendió al escuchar la voz de Ariel.

-¡la bruja! -gritó en su mente.

Miró a Ariel, suspiró y se acercó ella para abrazarla. Pero lo detuvo el Lobo.
Movió los labios para formar la palabra “no”. Sam, más que molesto, se dió la vuelta.

-Ya entendí todo, y esos idiotas no se dan cuenta... Tengo que volver al mar.

Corrió rápido y se metió al mar. Nadando, fue hasta el palacio. Allí, se encontró con dos hermanas de la Sirenita.

-Oigan, chicas... -estaba rojo, no es de hablar con muchas chicas- emm... Como deben haber escuchado, su hermana hizo un trato con la bruja del mar. El cual era que, si ella le daba su voz, la bruja le iba a dar piernas para poder ver al príncipe. Pero si no lograba enamorarlo, ella se convertiría en espuma, o algo así.

-¿¡QUÉ!? -dijeron al unísono.

-Necesito su ayuda con eso, quiero que busquen una forma de romper ese “hechizo”.

-¡Con gusto! -dijo una.

-¿Creéis lograr hacerlo antes de que la boda entre la bruja y el príncipe ocurra?

-Claro -soltó la otra.

-Gracias -sonrió y subió a la playa.

Caperucito Rojo (Yaoi/Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora