Se acercaron a la pelirroja, quien los recibió con una dulce sonrisa.
-Hola -saludo con energía y amabilidad- ¿que necesitan?
-Nada -dijo Sam, devolviéndole la sonrisa.
-Venimos a conocerla, princesa.
-Oh, no me llamen así -dijo ella, con una pequeña risa avergonzada.
-Está bien, ¿Ariel?
-¡Sí!
Ariel bajó la vista, hasta los pies de el Lobo.
-¿Y sus colas?
-No tenemos.
Los ojos de la joven brillaron, y una sonrisa tonta salió sin avisar.
-¿¡Son humanos!?
-Yo no diría eso... -dijo el lobo, tocándose una oreja- pero el niño sí lo es.
-Dime, ¿cuál es tu nombre, niño?
-Sam -el Lobo le dió unos codazos- también llamado “caperucito rojo”.
-¿Cómo es el mundo humano?
-No sabría explicarlo, debes verlo por ti misma -miró la cola de Ariel-. Eh, lo siento...
-No importa, ¡mañana cumpliré quince y podré ir a la tierra! -exclamó- ustedes pueden acompañarme.
-Con gusto lo haremos, Ariel -soltó el Lobo, dándole una “seductora” sonrisa.
Sam frunció el ceño.
-Les agradezco -chocó sus manos entre sí.
-De nada -suspiró Sam.
Al día siguiente...
Era el cumpleaños de Ariel, emocionada, subió junto a Sam y el Lobo.
Cuando tocaron la arena, la cola de la princesa se volvieron unas largas piernas.-Wow... -sus ojos brillaban como nunca lo hicieron.
-Vamos a recorrer el lugar, Ariel -dijo el Lobo mientras le extendía la mano.
Ella la tomó y estos sobrepasaron a Sam, que molesto, comenzó a caminar detrás de ellos.
Después de una corta caminata, se encontraron con un barco varado, en este se oía música y alboroto, los tres miraron por la ventana, entre la gente, Ariel, distinguió al principe, ella se quedó embelesada al observar su belleza.Se quedaron observando, hasta que el barco comenzó a moverse. Una tormenta cayó repentinamente. El barco, ya un poco alejado, empezó a tambalearse, hasta que finalmente se partió y se hundió.
Ariel, desesperada, corrió hacia el mar, el Lobo la siguió, Sam se quedó en la orilla, esperando.En medio del naufragio, la sirenita comenzó a buscar a su principe. Cuando logró encontrarlo, con ayuda del Lobo, lo subieron hasta la superficie sano y salvo.
-Dios... -sonrió aliviada- ¡qué susto!
-Ni me lo digas -dijo el Lobo, perdido en los hermosos y azules ojos de Ariel.
Sam se levantó y puso sus pies en el mar, su corazón latía rápido y sus piernas temblaban.
-Escucho voces, ya... V-vamonos al mar.
Con la voz ahogada, se metió al mar, hasta que ya no se oyó nada de la superficie.
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Caperucito Rojo (Yaoi/Gay)
FanfictionSam es un niño de primaria, el cuál vive en un pueblito alejado de la ciudad. Él ama leer, pero novelas de ficción, nunca leyó un cuento. Un día él y sus compañeros van de excursión a un bosque -ya que éste no quedaba muy lejos de su escuela-, pero...