Un Verano Desastroso [#CG2]

2.

—¿Qué haces tú aquí? —pregunté saliendo de mi estado de shock.

—¿Así es como recibes a tu prima favorita?—preguntó con una sonrisa en su cara.

Corrí a abrazarla.

—¡Oh, por dios!—exclamé reteniendo las lágrimas—No puedo creer que estés aquí después de tanto tiempo, Brea.

Ella se quejó pero no me importo seguí abrazando a mi prima, hace cuatro años que no la veía, vive en Londres.

Tiene cerca a los One Direction.

Eso es lo que siempre digo.

Para que quede claro, la madre de Brea es la hermana mayor de mi madre.

Palmeo mi espalda.

—Me estas asfixiando.

—Cállate y déjame disfrutar el momento.

—Lavina,me estas asustando.

Me aleje para mirarla.

—Lo siento, pero no tienes una idea de cuánto te extrañe. Cuatro años son demasiados. Pero, dime ¿Qué haces en Seattle?

Fui hasta el living, tiré mis zapatos por ahí y me senté.

Brea me imito.

–Vine a pasar el verano aquí—suspiró—necesitaba escaparme de mamá.

La tía a diferencia de mi mamá, es muy estricta.

Imagínense vivir con una persona que tiene horario para ver la televisión, prohíbe los celulares en la casa y tiene toque de queda. A todo eso súmenle ser adolescente, como se puede vivir así cuando estas en el siglo 21, yo me estaría muriendo de tan solo pensarlo.

Para mi suerte ambas hermanas son completamente diferentes, y a mí me tocó la cool.

—Te entiendo. Supongo que sigue siendo sobreprotectora.

—Ni te lo imaginas, cada día está peor. Te cuento la última—dijo acomodándose en el sillón—No me deja tener novio. Tengo diecisiete años y no puedo tener novio porque piensa que me embarazaré de un estúpido y terminaré arruinando mi futuro.

Negué la cabeza, típico de la tía Alice.

—¿Cómo hiciste para que te deje venir?

—Fácil, le dije que si no me dejaba venir, dejaría de estudiar y que se olvidara de mí siendo una futura abogada—sonrió—Cuando se trata de mi futuro siempre se puede llegar a un acuerdo.

Sacudí mi cabeza.

—¿Ya viste a mi mamá?

Rodo los ojos.

—No, entre como una ladrona por la ventana de tu cuarto—dijo—Por cierto, muy lindo el novio de la tía.

—Brea—fruncí el ceño.

—¿Que? Digo la verdad, es lindo eso no se puede negar. Me gusta ver a la tía así, parece feliz después de todo.

—Brandon la hace feliz—fue lo único que dije. Me levanté del sillón—Es tarde creo que deberíamos dormir—señale las escaleras. Brea me siguió hasta arriba.

—La tía me contó que fuiste a tu fiesta de graduación con un chico—pegó un grito de la nada.

—Shhh, mamá debe estar durmiendo.

—Nop, salió con su novio—dijo adentrándose a mi habitación, por suerte tenía dos camas encimadas—Max, así se llama ¿no?•
—asentí—. ¿Es tu novio?