Un Verano Desastroso [#CG2]

42.

MARLEEN

Inhalo profundamente y toco el timbre de la casa de Max. Después de pensarlo mucho decidí que lo mejor era que él lo sepa en fin de cuentas puso su parte para que en mi vientre este creciendo un bebé.

No mentiré todavía tengo ganas de matarlo con mis propias manos, pero no puedo ser tan perra, los dos hicimos esto, pero siempre es fácil siempre echarle la culpa a los demás por lo que dejemos en que es su culpa.

No estoy segura como lo vaya a tomar, tampoco sé que dirán mis padres, ellos ya están demasiado decepcionados de mi porque no quise ir a la Universidad este año. Imaginen sus caras cuando les cuente que serán abuelos. Si, es algo en lo que no quiero pensar ahora.

La puerta se abre y una nena de unos diez años aparece. No me ve porque tiene literalmente su cara metida en un libro que lleva entre sus manos.

Me aclare la garganta- Hola. ¿Está en casa, Max? - por fin la nena levanta la vista y me hace una seña para que pase.

-Voy a buscarlo- dijo y despareció por las escaleras.

La casa permanece en silencio por un rato, hasta que la hermana de Max aparece nuevamente.

-Ya viene. Ven, vamos al cuarto de estar- la sigo. Se sentó y dejo su libro a un lado. La imite - ¿Eres novia de mi hermano? -pregunto.

Sacudí rápido mi cabeza - No.

Asintió- ¿Como te llamas?

Retorcí mis manos. Esta chica estaba poniéndome nerviosa con tantas preguntas.

-Marleen ¿Tu?

-Ahhhhh tu eres esa Marleen- se quedó en silencio con una sonrisa de oreja a oreja plasmada en su cara- Como sea, Soy Nina- respondió- ¿Te parece lindo mi hermano?

Fruncí el ceño- Es lindo- terminé por aceptarlo. El maldito tiene lo suyo. Supongo que mi bebe tendrá buenos genes después de todo.

Ay dios mío, tendré un bebe, realmente lo voy a tener. Hace unos días me hice un test que me dio positivo, pero quise estar segura por lo que me hice los estudios que confirmaron que un bebe estaba en mí. Tuve millones de dudas, no me siento preparada para esto, pero decidí seguir adelante. Es lo que debo hacer, ¿no?

-Entonces, ¿serias su novia?

Por suerte, Max apareció e interrumpió el cuestionario de la parlatona de su hermana.

-Nina, gracias. Puedes irte- ella se encogió sus hombros, tomo su libro y se fue de ahí dando saltitos.

-Hola- se rasco la cabeza y se sentó enfrente mío.

Suspire- Hola.

Me quede mirándolo fijamente sin saber que decir. En mi mente creí que esto sería fácil, pero como diablos le dices a alguien que la chica con la que tuvo una noche en la que no recuerda casi nada quedo embarazada.

No puedes venir como si nada y soltar terrible bomba.

Diablos, quiero que la tierra me trague.

Abrí mi boca, pero nada salió.

Él movía su pierna repetidas veces y eso hacía que me pusiera más nerviosa. El silencio era incomodo por lo que Max dio el primer paso.

-Lo siento, bien. - comenzó- perdón por ocultarte la verdad de lo que sucedió esa noche. Solo no quise que todo empeorara con respecto a ti y Lavina.

Asentí entendiendo, pero igual tal vez si me lo hubieses dicho antes podríamos haber hecho algo, pero ya era demasiado tarde.

-Sé que está enojada conmigo y estás en tu derecho, pero quiero que sepas que no lo hice con mala intención- siguió- creí que, hacia lo correcto, además ese día que viniste alterada a mi casa preguntándome sobre esa noche, tuve que mentirte porque te vi angustiada y de verdad lo siento.