Un Verano Desastroso [#CG2]

24.

MAX

—Max, por favor. Necesito que me lleves a un sitio—mi hermana pequeña me sacudió.

Estaba muy tranquilo en el sillón descansando.

—Pídele a mamá, no puedo. Estoy ocupado—dije tapando mi cara con mi ante brazo.

—Lo único que haces es dormir todo el día—refunfuño Nina—Eres un holgazán.

Una almohada impacto en mi pecho.

—¡Nina! no molestes.

Mi hermana me miró con la boca abierta, jamás le grité ni mucho menos me comporte como un imbécil con ella.

Pequeñas gotas caían de sus ojos.

Era un estúpido, tenía problemas, pero no tenía porque agarrármela con el mundo.

—Lo siento—dije rápido. Me paré y fui directamente a abrazarla—No quise gritarte.

—Nunca me gritas—murmuró–solo quería que me acompañes a comprar libros.

—Lo sé—bese su cabeza—lo siento. ¿Me perdonas?

Nina se alejó, se secó las lágrimas.

—Está bien, todos tenemos nuestros días. Pero solo te perdonaré si me acompañas a la librería, por fis. Hay libros que necesitan ser comprados por mí.

Sonreí.

Era muy amante de los libros, con nueve años es toda una intelectual, en cambio a su edad apenas leía los libros que me pedían en el colegio.

—Por ser la mejor hermana del mundo, te regalaré dos libros.

—Que suerte la mía de ser tu única hermana.

*

Una hora llevo en la biblioteca aburrido, mi hermana todavía no decide cual comprarse.

Por suerte, este lugar cuenta con una pequeña cafetería donde puedes pedir cualquier cosa para acompañar un buen libro.

—Max—oí que alguien me llamó, dejo de prestarle atención a mi teléfono.

—Alexa—dije levantándome de la silla para saludarla.

—Qué raro encontrarte por aquí—responde tomando asiento en la silla de enfrente.

—Vine a acompañar a mi hermana—señalé a Nina que pasaba milésima vez por los mismos estantes de libros, pero sin agarrar ninguno todavía—¿Qué hay de ti?

—Estoy con Bethany, pero ella opto por ir al shopping de enfrente—rodó sus ojos—decidí esperar aquí, es un lugar tranquilo. Además, me gusta leer.

La chica que atiende este lado de la librería se acercó para pedir la orden de Alexa, pidió té.

—Hace días que no te veo por el vecindario—dijo. Y luego se golpeó la frente con su mano—que estúpida. Lo siento, me enteré de que las cosas con Lavina terminaron. ¿Estás bien?

Exactamente hace tres días que no se nada de ella, bueno eso es lo que quería cuando le pedí tiempo, así que no puedo quejarme.

Suspiré. Tome un sorbo de mi tercer café.

—Nosotros nunca estuvimos exactamente, solo me confundí, no mentiré me gusta Lavina, pero estaré bien cuando la saque completamente de mi sistema.

—Aunque lo de ustedes no sucedió, para el resto parecía que si. Es más, estoy segura que no solo te gustaba ¿Me equivoco?

—No lo sé, creo que estoy enamorado. Pero así funciona el amor, no todo tiene que terminar en un final feliz.