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LAVINA

El día estaba para quedarse en casa en la cama, tomando helado y mirando Netflix.

Y no lo digo por ser una perezosa en potencia, es que con esta lluvia lo único que dan ganas de hacer es nada.

Tu vives haciendo nada, eres muy buena en eso.

Son exactamente las seis de la tarde y la casa está en un silencio por el simple hecho que no hay nadie, en realidad está Alexa que duerme plácidamente a mi lado.

Los demás decidieron hacer cosas productivas el día de hoy.

Luke salió, no sé adónde porque no quiso decirme.

Marleen fue un rato a su casa con Fiona, Colt, Ciara y Lester.

Brea está con Dax.

Y Jesse se encuentra haciendo algo sumamente importante para su tía.

Prendí mi computadora, Bailey me mandó un mensaje para que me conectara a Skype. Hace días que no hablo con ella por aquí, debes en cuando nos mandamos mensajes para ver cómo estamos y listo.

Realmente la echo de menos al igual que a Brent, estoy contando los días para que vuelva.

Inicie mi sesión y a los pocos minutos Bailey me envío para que acepte la llamada.

La cara de ella se plasmó en mi pantalla.

—¡Lavina!—exclamó sonriente.

—Pero mira quien decidió aparecer, te extrañamos.

—¡Yo también! No veo la hora de volver, faltan pocos días.

Asentí.

—Exactamente siete días.

—Bien, ahora vayamos a lo importante. Cuéntame que sucedió con Jesse, no entendí muy bien tu último mensaje.

Cuando volví a tener esta cosa con Jesse otra vez le mande un corto mensaje mencionando que habíamos vuelto o algo así, pero no le simplifique como sucedió todo.

Mire a mi izquierda para verificar que Alexa siguiera dormida.

—No sé muy bien que estamos haciendo, porque no estamos en una relación. Solo nos estamos juntos sin ponerle una etiqueta— me encogí de hombros.

—Con o sin etiquetas están juntos de nuevo—respondió— ¡Me alegro! Pero ¿qué sucedió con Max?

— Tú sabes que nunca pasó nada sentimental aunque sea de mi parte. Pero él quiso mantener una distancia conmigo y lo entiendo.

Bailey asintió pensativa.

—Espero que todo se solucione, me cae bien Max.

—A mí también. ¿Como esta, Brent?—cambie de tema.

—Bien, salió a comprar unas cosas con su hermana.

—¿No está más celoso?

Sacudió su cabeza.

—No, su primo se fue—rió, luego se quedó en silencio de repente, pude ver que estaba debatiéndose sobre algo.

—¿Que sucede?

Bailey con la mano me hizo la seña para que espere un segundo. Salió de la computadora y al ratito apareció.

—¿No hay nadie contigo?

— Alexa pero duerme.

—Bueno—suspiró—ayer me llegó un correo de UCLA (universidad de Los Ángeles), y me aceptaron.

Un Verano Desastroso [#CG2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora