Un Verano Desastroso [#CG2]

5.

Se podría decir que tuve una buena semana.

Mi relación con Max cambió un poco desde esa noche, pasamos de odiarnos a ser amigos y ahora seguimos siendo amigos que se besan en algunas ocaciones.

Muchas ocaciones diría.

No sé exactamente qué estoy haciendo,pero no quiero detenerme a pensar demasiado.

Así que, por otro lado, me
propuse a olvidar todo rastro de Jesse. Por ejemplo, elimine su número, ese es un paso importante.

¿Qué tal si comienzas por eliminarlo de tu corazón? Así no será necesario que lo borres de todos lados y podrás superarlo rápido.

—Todavía no puedo creer que estés con Max—dijo Brea armando su cama.

Terminé de acomodar mi cama y me senté.

—No estamos juntos,Brea. Te lo dije miles de veces, solo estamos ¿Divirtiéndonos? Sé que es raro pero sucedió,a veces las cosas son así... rápidas e inexplicables.

Hice un movimiento raro con mis manos para aclarar mi punto.

—Las cosas que llegan rápido, fácil se van.

Decidí ignorar lo último.

—Max es bueno y dulce.

—Eso podría decir de mi perro—acotó mi prima.

Fruncí las cejas.

—No tienes perro—sacudí mi cabeza—Brea, ¿Estás enojada conmigo por Max?

Se dió vuelta para mirarme.

—No estoy enojada, tonta. Max es lindo pero no es mi tipo—arrugó la nariz—Me gustan los chicos malos y como dijiste Max es bueno y dulce.

—Max es malo cuando se lo propone—dije agarrando mi ropa y dirigiéndome al baño.

Necesitaba una ducha de agua fría para despertarme del todo.

Mamá y Brandon hoy se iban de viaje, y querían que los acompañemos al aeropuerto.

—No quería saber de las cochinadas que hacen en privado—hizo un sonido de arcadas.

—¿Qué? No me refería a eso, estúpida.

—Claro, claro.

—¡Chicas!— nos llamó mi mamá—se hace tarde, el avión sale a las once, tenemos que estar dos horas antes.

—Estoy lista, tía—gritó mi prima—Lavina, se está bañando. La holgazana se levantó recién por desvelarse hablando por teléfono con su novio.

—¡No es mi novio!—chille desde la ducha.ñ

Ahora mi madre creerá que es cierto y querrá casarme de inmediato.

—¿Mi hija tiene novio? Esa es una muy buena noticia—la voz se escuchaba clara, por lo que supuse que estaba en mi habitación—¿Quién es? Deberías traerlo a casa cuando volvamos para cenar todos juntos.

—Tía, lo conoces. Es el mismísimo Max.

—¿En serio?— mi madre golpeó la puerta de mi baño— ¿cuando me lo dirías? sabía que había algo entre ustedes en el día de la graduación, las miradas intensas que se daban los delataban.

—Sí, mamá—dije solo para darle la razón.

—¿Para cuándo la boda?—su voz sonaba seria.

Brea rió a carcajadas.

Y yo quería ahogarme aquí adentro.

—Max no es mi novio—grité cerrando la llave del agua— Y nunca me casaré,mamá.