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Necesito calmarme, necesito enfriar mi cabeza para poder pensar con claridad, necesito que todo esto sea un malentendido.

Alexa no se despegó de mí y lo agradecí, pero en estos momentos quiero estar sola y se lo hice saber.

—¿Estás segura?

Asentí.

—Perdón por habértelo dicho así , pero debías saberlo—fue lo último que dijo.

Luego oí la puerta de mi habitación cerrarse y todo estuvo en silencio.

No sé cuantos minutos estuve acostado mirando la ventana.

En un momento la puerta se abrió.

—Lavina—oí mi nombre en un susurro.

Me di vuelta rápido al saber de quien se trataba.

Max estaba parado en la puerta mirándome con cara de preocupación.

—¿Que sucedió? ¿Por qué lloras?—preguntó acercándose hasta mi cama.

Lloré con más fuerza, maldita sensibilidad.

Max hizo que me sentará en la cama y pasó un brazo por mis hombros para atraerme hacia su pecho.

Una vez que estuve más calmada, me hizo hablar.

Todavía no puedo creer que con todo lo qué pasó , este conmigo sin importar que.

Le conté detalladamente todo lo que Alexa me había dicho, él me escucho sin omitir ninguna una palabra hasta que terminé.

—Si lo que buscas es un consejo, habla con Jesse, nadie mejor que él para que te cuente que fue lo que sucedió.

Limpie mi mejilla.

—Gracias por estar aquí, por cierto ¿Qué haces aquí?

—Ah sí, Alexa me mandó un mensaje diciendo que tal vez me necesitaba—frunció las cejas—y aquí estoy como tú amigo que se preocupa aún por ti.

— Gracias, Max. Realmente lo aprecio— me quedé el silencio por un segundo—¿Estamos bien?

—Lavina, estuve pensando bien las cosas, no te mentiré todavía siento cosas por ti y entiendo que lo nuestro no es posible. Así que llegué a la conclusión que quiero tenerte como mi amiga a no tenerte en mi vida, como dije una vez, eres la única amiga que tengo en Seattle.

Sacudí la cabeza.

—Tienes más amigos, los míos son tuyos también.

En eso Hemmo entró por la puerta ladrando, apenas vió a Max intento subirse a sus piernas.

—Mira quien vino a saludarme—lo atrapó—que grande que estas, si yo también te extrañe.

—También tienes un perro que te adora.

—Yo también lo adoro—besó su hocico. Luego me miró fijamente—Tienes que hablarle antes de sacar conjeturas erróneas.

Suspiré.

—¿Qué pasa si es verdad?

—No me molestaría impactar mi puño en su cara de chico lindo.

Me reí.

—Por cierto, me enteré de lo que paso en la fiesta con Marleen.

Dije cambiando un poco de tema.

Max me miró nervioso.

—¿Estás enojada? Es decir es tu amiga y...

Lo detuve en su divague.

—Creo que harían una buena pareja.

—Creo que somos muy distintos, además en estos momentos no pienso en esas cosas.

—Los opuestos se atraen—canturree—Lo único que quiero es que seas feliz.

Asintió sonriéndome.

Era bueno ver que de a poco las cosas iban mejorando

—Yo también quiero que seas feliz.

*

No deje que Max se fuera sin antes prometerme que volvería, luego de insistir más de veinte veces aceptó.

Estoy bajando por las escaleras cuando la puerta principal se abre, Fiona y Colt entran susurrándose entre ellos, cuando me ven sonríen como dos psicópatas recién salidos del manicomio.

Colt menciono sobre ir a buscar a Fionono.

Fiona vino hasta mí.

—Amiga, hermosa de mi corazón—pasó un brazo por mi hombro y las dos juntas subimos hasta mi habitación.

La miré confundida.

—¿Por que esa cara?—preguntó.

—No sé si te diste cuenta, pero yo estaba bajando. ¿Por qué me trajiste hasta aquí?

—No te haré nada, si es lo que te preocupa—se atajó. Rodé los ojos—Me enteré de algo.

—¿Sí?

—En realidad fue de pura casualidad cuando estuvieron Alexa y tu hablando en la cocina, yo estaba de salida y no pude evitar oír la conversación. Fue sin querer, lo juro.

—¿Estabas aquí? No te vi, ni siquiera te oí salir.

Se encogió de hombros.

—Soy muy sigilosa cuando quiero.

Sacudí la cabeza.

—Bueno....

—¡No le creas!—gritó de repente, asustándome—En serio no puedes creerle. ¿Le crees? Porque si es así, tendré que pegarte para que recapacites.

Me alejé de ella y tomé asiento en mi cama.

—No lo sé, Fiona.

—Hable con Jesse—dijo. Giré para verla, ella sonreía.

—¿Y?

Miró su celular.

—¿Estas enojada con él?

—Estoy triste, decepcionada y si enojada.

Asintió tecleando algo en su teléfono.

—Tengo algo que te hará sentir bien—dijo acercándose a la puerta—No te muevas.

Me quedé quieta esperándola.

La puerta se abrió.

—Espero que sea una hamburguesa, eso me haría sentir un poco mejor.

—Qué suerte tengo de conocerte tan bien—esa no era Fiona, me senté rápido y vi a Jesse con una caja de mc en sus manos—pero primero debemos hablar.

Eso era cruel.

*

—Eres un idiota—chille empujándolo fuera de mi casa.

Jesse puso resistencia.

—No me dejaste decir nada—se quejó.

—No necesito oírte, eres un mentiroso. Jamás cambiaras. ¡Vete!

Alexa y Bethany habían salido de su casa, seguramente por los gritos.

—¡Hablaremos más tarde! —gritó.

—Que parte no entiendes de que no quiero hablar contigo. Por mi puedes desaparecer, no quiero verte más ni saber nada de ti. Eres lo peor que me paso en la vida—cerré la puerta con fuerza.

Fiona, Colt y su cerdito estaban mirándome con los ojos abiertos.

—Era necesario—dije pasando entre ellos y subiendo las escaleras para encerrarme en mi habitación.

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Se que es corto pero bueno.

Espero que les guste<3333333

Nos vemos en el próximo.

BESOS

MAC

Un Verano Desastroso [#CG2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora