Mi hermano llego por su novia. En cuanto la vi me quede sorprendida al ver lo bonita que era, me saludo y me dijo que había escuchado mucho sobre mi. Y cuando observe como miraba a José me dí cuenta de que ella lo quería; quien no notara que esos dos se querían era un ciego. Me sentí complacida por saber que mi hermano encontró una buena mujer.
Seguimos el camino hacia la granja de los Brown; al parecer nadie notaba que mis nervios estaban apunto de hacerme desmayar, todos hablaban como si nada.
Llegamos, todos nos bajamos de la camioneta. Mi hermano tomó de la mano a Janeth, mientras mi madre y yo nos tomamos cada una de un brazo de mi primo y así nos dirigimos a dentro.
Cuando entramos ya había una buena cantidad de gente. No lograba reconocer a nadie. Pero luego alcancé a ver a Jessy, estaba sentada en el enorme sofá de cuero junto con otra muchacha y dos chicos.
-Madre, ahora vengo, iré con Jessy-.
-Esta bien hija-.
-¿Quieres venir?-. Le pregunté a Julián.
-Prefiero no dejar sola a mi tía-.
-Bien...-.
Me encaminé hacía mi amiga.
-Angy, que bueno que llegas-.
-Hola-. Saludé a todos, aunque no sabía quienes eran los demás.
Después de algún tiempo, Thom apareció, dió uno de esos típicos discursos que dan en las fiestas la gente importante y nos agradeció a todos por estar acompañándolo. Por fortuna pude acercarme a él antes que los demás y así lo felicité para después salir de la casa.
Me senté en la banca debajo de aquel enorme árbol. Un profundo suspiro se escapo de mi.
-Si sigues así te quedaras sin aire-. En cuanto escuché esa voz supe con exactitud quien era. Mis manos empezaron a sudar otra vez. -Hola, Angelica-. Automáticamente me giré para verlo. Sus ojos azules se encontraron con los míos, y por algunos segundos sentí que no respiraba, ni siquiera estaba segura que mi corazón estuviera latiendo.
-Hola-. Dije sin poder ocultar mi nerviosismo.
-¿Qué haces aquí?-.
-Thom me invito-.
-Me refiero a qué haces aquí afuera-.
-Oh, pues solo quería salir...allá adentro hay mucha gente y me resulta algo estresante-.
-Vaya, a mi también-.
-Ah-. Aparte la vista de él y así pude controlarme un poco.
Al poco rato ya se encontraba sentado en la banca, a un lado mio.
-¿Cuándo llegaste?-.
-Hace siete días-.
-Muy bien-.
-Si-. Yo no podía voltear a mirarlo, pero sentía su miranda en mi.
-¿Qué te pasa?-.
-Nada-. Error. Mi voz revelaba claramente mis nervios. -Ya me voy-.
Quise levantarme lo más rápido pero mis pies me fallaron y estuve a punto de irme de bruces si no hubiera sido por los buenos reflejos de Mike. Me sostuvo en sus brazos al mismo tiempo que me ayudaba a incorporarme. Vaya sorpresa que me lleve cuando nuestros cuerpos quedaron a cinco centímetros el uno del otro, y las manos de Mike posadas en mi cintura.
Seguía siendo muy alto, lo único que pasaba por mi cabeza era que para besarlo tendría que pararme de puntitas.
-¿Porqué quieres huir de mi?-. Su rostro reflejaba confusión.
-No estoy huyendo de ti-.
-Si lo haces-.
-¡Mikee!-. Los llamados de una voz femenina nos hicieron separarnos. -Mi amor, aquí estas-. Una chica de cabello pelirrojo se acercaba a nosotros. -¿Hola?-. Dijo dirigiendoce a mi.
-Am...hola, yo ya me iba-.
Literalmente me fui corriendo y entré a la casa, no sin antes echar un vistazo a aquel par que había dejado detrás de mi.
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Sigues siendo tú.
Romance"-Nada habría sido diferente, seríamos tan felices como ahora-. Angy recarga su cabeza en el hombro de Mike y este le da un beso en la frente." >>La segunda parte de vaquera enamorada con capítulos narrados por Mike Brown.