Capitulo 15

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Janeth apareció en el hospital a la mañana siguiente. Mi madre le preguntó que qué había pasado, y ella dijo que lo mismo quería saber.

-Estabas con él en la fiesta-. Dije.

-Si, pero me fui temprano...mi hermano pasó por mi y José dijó que esperaría a que tú te quisieras ir-.

-¿Y por qué no contestas en teléfono?-.

-Lo perdí anoche-.

-Ah-.

-¿Cómo esta?-.

-Esta bien, solo tenia un golpe en la cabeza, pero ya esta bien...tendremos que esperar a que despierte para saber lo que paso-.

-Eso creo-.


Algunas horas después mi hermano despertó y nos contó que estaba discutiendo con Kelvin, un muchacho del pueblo, entonces él le estrello la botella de cerveza que tenía en la mano y de ahí ya no tuvo más conocimiento.

 Y así lo que parecía un enorme misterio se resumió a una simple pelea.

Ese mismo día lo dieron de alta y pudimos irnos a casa, Los Brown fueron a verlo, y Thom le dió una semana de descansó y no le iba a dejar de pagar.

Mientas estaban en la casa me encerré en la habitación, me sentía incomoda con la parecencia de Mike.



Mi celular timbró, era Diego...contesté enseguida.

-¿hola?-.

-¡Angy! Ya estoy aquí en el aeropuerto, no sé a donde ir-.

-¿Estas aquí?-.

-Si, como te lo prometí-.

-Claro claro, ya voy saliendo por ti-.

No había pensado en Diego desde anoche, no podía creer que estuviera aquí.

Bajé literalmente corriendo.

-Mamá, tengo que ir por Diego al aeropuerto-.

Las miradas de todos se volvieron hacía mi.

-Que te lleve Julián...oh pero tampoco conoce muy bien el camino-.

-Podemos buscarlo, no creo que sea tan difícil-.

-Mike...¿puedes llevarla?-. Dijo josé desde su cama. -Me pareció que ya habían arreglado sus diferencias-.

Yo mire a Mike con cara de pánico.

-Julian ira con ustedes-. 

-Vayámonos ya-. Cedí.

Nos subimos a la camioneta de Thom.

-Podrías ir rápido, por favor-. Le pedí a Mike.

-Claro-.

 Y arrancó.

-¿y quién es ese tal Diego?-. Pregunto muy comúnmente.

 Oh no, pensé.

-Es...es...-.

-Es su novio-. Soltó mi primo.

Mire a Mike, su quijada pareció tensarse mientas asentía.

Cuando llegamos al aeropuerto me baje de un brinco de la camioneta y camine apresurada hacía dentro. Buscaba entre la gente mientras iba caminando cuando sentí como alguien me tomaba por detrás y me levantaba dando vueltas, escuche la risa de Diego y eso me hizo reír a mi también. Cuando por fin me bajo, me giré para mirarlo a la cara.

-Angy-.

-Diego-.

Nuestros labios se unieron en un dulce beso.

-Te extrañé tanto-.

-También yo-.  Y no mentía, lo extrañaba y no me daba cuenta, extrañaba su labios, su risa, sus brazos. De pronto sentí que todo volvía a la normalidad pero no...la voz de Julian nos hizo dejar de mirarnos y voltear a donde él, y para mi desgracia a su lado estaba Mike con cara de pocos amigos.

Julian y Diego se saludaron y después le presento a Mike quien le dio la mano pero su cara no mostró ninguna expresión.

Regresamos a casa pero Mike no bajó de la camioneta, nos dijo que le dijéramos a su hermano que lo esperaría ahí pero que no tardara tanto,  Julian se ofreció a decirle.

Diego y yo subimos los cuatro escalones que llevaban a la puerta de la casa, cuando iba a abrir, Thom apareció en el umbral.

Nos observo con mirada intrigada.

-Tom, él es Diego, mi novio. Acaba de llegar de México-.

-Oh, mucho gusto-. Lo saludo con la mano en un perfecto español.

-Igualmente-. Contestó Diego en ingles, lo cual me hizo reír, era como si tratara de decirle que sabía ingles que no era idiota.

-Bueno, me voy...me dio gusto verlos-.

-Con cuidado Thom, hasta luego...quizá vaya a ver al Tavieso-.

-Claro, cuando quieras-.

Sin más, mi novio y yo entramos seguidos por Julian.

-Mamá, ya estamos aquí-.

Estaba en el cuarto con José...y cuando me escucharon nos llamaron para que fuéramos con ellos.

-!Vaya¡...así que este es mi cuñado.

-Eso creo-. Dije con una risilla.

-Hola-. Dijo Diego.

-Bienvenido-. La voz de mi madre sonó tan cálida que seguramente hizo que Diego se sintiera un poco menos tenso.

-Gracias...mucho gusto-.

-Que quede claro que dormirás con Julian-. Aclaró José.

-Oh, claro...yo no pretendía nada-. Contesto Diego con voz nerviosa.

-No te preocupes por mi hermano, es inofensivo. Ya lo domaron-. Lo reconforte.

-Eso no es verdad-.

-¿Ah no?, ¿lo discutimos con Janeth?-.

 Mi hermano no dijo nada y todos nos reímos de él.

-Estaré en mi habitación con mi novio, no molesten-.

-No cierres la puerta-. Advirtió José.

-Ya no seas ridículo-.





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