Narra Vanesa.
Empecé a deslizar mi pie por la pierna de Malú por debajo de la mesa, al sentir el contacto Malú gritó y todos la miraron.
-¿Qué pasa? -preguntaron todos a la vez.
-Eh...na...da -dijo nerviosa, yo me mordí el labio para no reírme y miré a otro lado.
-Malú, estás rara eh. -Le insistió Pablo Alborán.
-Me ha dado calambre algo, lo siento. -se excusó y yo estallé de risa. Ahora todos pasaron a mirarme a mí y Malú lo hacía con mirada asesina.
-¿Qué miráis? -reí. Todos se quedaron desconcertados e hicieron como si nada. Siguimos hablando toda la tarde hasta que quisimos ir a la piscina.
-Vanesa, tú que tienes crema, ¿Me puedes echar? -preguntó Pastora.
-Y a mí. -Añadieron todos a la vez.
-Sí, sí. -Empecé por Pastora, después los Pablos, Melendi, y ahora tocaba a Malú. Me senté encima de su espalda y desabroché su bikini de parte de arriba. Deslicé mis manos por su espalda y por sus piernas, y cada vez más sentía deseo por ella. Cuando nadie nos miraba me acerqué a su cuello y le susurré:
-Te quiero. -Giró su cabeza hacia a mí y juntó sus labios con los míos, mis ojos se cerraron y empecé a notar que el tiempo se paraba allí mismo. Me separé, me levanté y fuí a por la persona que tocaba ahora... Inma.
-Inma, tu turno. -Le sonreí y me senté, con las piernas abiertas, en su culo. Le desabroché la parte de arriba del bikini y fue inevitable que miles de recuerdos pasaran por mi memoria.
-Vane, en las piernas no hace falta, yo puedo pon...
-Calla -le interrumpí- es un momento solo. -Me levanté después de haber masajeado su espalda y me senté de rodillas al lado de sus piernas. Empecé a mover mis manos sobre ellas, como si fueran el papel perfecto para un escritor. Volví a abrocharle el bikini y me tumbé al lado de ella.
-Gracias -Giró la cabeza y nuestras miradas se encontraron.
-No es nada. -Sonreí.
-Vane... creo que es mejor que te vayas.
-¿Por qué?
-Malú...
-¿Malú? -y entonces me giré y me encontré con la mirada de Malú, la cuál desvió nada más encontrarse con la mía.
-Creo que se ha enfadado, será mejor qu...
-Inma -volví a interrumpirla- déjala.
-¿Ha pasado algo?
-No, pero estoy harta de sus celos. -Le conté lo que había pasado con Axel, e Inma me pegó un codazo.
-Me prometiste que no beberías, Vane.
-Inma, ya sabes que suelo prometer y luego no cumplir.
-Supongo que es tu único defecto.
-Tengo más.
-Sí, no estar conmigo. -Sonrió pero yo agaché la mirada.- Lo siento, Vane, no quería...
-Ya, no pasa nada, eh, bueno, me voy... -Me levante aún nerviosa por la situación y ahora fuí con Pastora.
-¿Qué pasa, Vane?
-Cómo me conoces -sonreí y me tumbé a su lado, de espaldas a Malú.
-¿Qué os ha pasado ahora?
-Está celosa, o qué sé yo -susurré.
-Tiene miedo a perderte, Vane. Mírala. Está deseando que vayas y la abraces. -Me giré y la contemplé, la conozco muy bien y se estaba haciendo la dormida. Me levanté otra vez, cogí agua de la piscina con un vaso y me dirigí hacia Malú. Me tumbé a su lado y le susurré: