Narra Vanesa.
-Espera. -Paré a Malú.
-Dime, corre.
-Malú, yo... Te quiero.
-Vanesa, otra vez no...
-Quiero pedirte perdón por todo lo que hice en el cumpleaños de Pablo. Lo siento, de verdad.
-Bueno yo... -se quitó el casco, se bajó de la moto y se aproximó a mí- Yo también lo siento por haberme puesto así.
-¿Me perdonas? -asintió y entonces no pude más y la abracé, llevé mis manos a su cintura y le susurré un 'no puedo vivir sin ti' y entonces se apartó.
-Vanesa yo... sólo puedo ser tu amiga.
-¿Amiga? Malú mira esto -le enseñé mi mano, tenía puesto el anillo que ella me regaló cuando me pidió ser su novia.
-Vane, no puedo hacer nada. Me has hecho mucho daño y no iba a funcionar. No tenemos confianza o al menos yo ya no te la tengo.
-Pero Malú, tú sólo déjame reconquistarte. Déjame a mí.
-No te puedo prometer nada, Vane. No quiero que lo pases mal tú tampoco.
-Lo paso mal sin ti.
-Vane... -fue a ponerse el casco pero se lo quité antes de que lo hiciera.
-Malú, perdóname pero no puedo más -y cogí su nuca, la llevé a mí y no me contuve más. Llevé mis labios a los suyos, los junté e hice mío cada sabor de ellos. Los había echado de menos. En mitad del beso me cayó una lágrima al hombro. Malú estaba llorando. Me aparté rápidamente y deslicé mis manos por sus mejillas para quitarle las lágrimas. El silencio se hizo nuestro, nuestras miradas volvieron a hablar y ahora fue Malú la que llevó sus labios a los míos. Poco después nos separamos y sin decir nada, se fue. Me quedé respirando el aroma que había dejado en mi camiseta al abrazarme. Tenía que reconquistarla y lo iba a hacer.
----Narra Malú----
Los días pasaban y yo seguía pensando cada minuto en Vanesa. Me encantaba saber que iba a luchar por mí y que me quería reconquistar, no sé si funcionaría pero no se lo iba a poner tan fácil.
A eso de las 10 escuché sonar el timbre y abrí. Estaba Vanesa sentada con su guitarra y empezó a hablar mientras a mí no me salían las palabras.
-No sé,
esto de estar juntos cómo puede resultar.
Tan pronto me animo, tan pronto me vengo a atrás.
Este desconcierto no me hace ningún bien.Tal vez,
nos guste demasiado que queramos repetir,
entres en mi vida con la fuerza de un fusil,
y me desordenes todo cuanto conseguí.No.
No quiero barreras que me puedan contener.
No quiero tus manos que me puedan convencer.
No quiero perder las riendas de mi corazón...Déjame quererte a mí, déjame morirme a mí por ti,
déjame extrañarte a mí.
Porque si te dejo a ti vas a ser mi perdición...
vas a ser mi perdición...No sé.
De nuevo este caos por toda mi habitación.
Viene la pereza a visitarme en la emoción.
No sé si perderme o hacerte hueco en mi edredón.No sé,
por qué quedarme quieta esta vez me cuesta tanto.
Por qué estoy tan segura de que puede hacerme daño,
y sigo en este impulso de beberme tu razón...