Cuestión de piel.

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Narra Vanesa.

Ya hacía tiempo que había llegado al plató para grabar el especial de nochevieja, pero no había rastro de Malú. Salí a cantar, saludé al público al que le debo tanto y volví a una pequeña sala donde se encontraban todos, menos ella. Había salido antes que yo a cantar, lo que significaba que estaría por los pasillos. Sin más, fuí a buscarla.

No estaba en ninguna sala, me dirigí a un pequeño patio donde estaban los fotógrafos, me asomé y... estaba posando con Gonzalo. Él la tenía agarrada por la cintura y se le acercaba peligrosamente. Malú se giró y me vio, pero yo entré a la sala de nuevo. Esto iba a acabar mal.

-¿Vanesa? -Preguntó Malú entrando en la sala con todos los invitados.

-Hombre Malú, ni saludas ya eh. -Le lanzó una mirada Melendi.

-Está más ocupada en pensar en Vanesa. -Se burló Alborán- que va es broma, sabemos que no te gustan las tías. Ella es más de Gonzalos.

-Basta... -Me levanté- ¿Qué querías, Malú?

-Hablar contigo.

-¿Qué tenemos que hablar?

-Vanesa. -me cogió del brazo y me sacó de la sala, cerró la puerta y me llevó un poco más alejada- ¿Qué coño te pasa? Ya sabes lo que había con Gonzalo.

-Sí, lo sabía, ¿Y? Eso no quita que me duela, joder.

-Sabes que yo te quiero a ti. Ya me da igual si me hago daño o si no, me importas tú.

-Si de verdad te importara dejarías a Gonzalo.

-Que no estoy con él.

-El mundo cree que sí.

-El mundo cree lo que le da la gana. Vanesa, yo...

-Tú qué. -me senté en el suelo y me apoyé con la pared. Suspiré.

-Yo necesito tenerte aquí, encima mía, sentir tus besos, tus manos, sentir tu cuerpo contra el mío, necesito que me beses sin cansarte, como nunca, que tus abrazos duren tanto que me quede dormida en tus brazos, que me despiertes con un beso en la frente o como tú quieras. Joder, que te necesito.

-Ahora te daría uno de esos abrazos en los que sobra la ropa, en los que la piel se pone de gallina, en los que las sonrisas salen solas, en los que el mundo, después de un largo día, desaparece, en los que el tiempo se para, al menos mientras estás en mis brazos, ¿Pero sabes la putada? que siento que estás jugando conmigo y no me quiero hacer daño. Quiero ser feliz.

-Déjame demostrarte -se sentó a mi lado- que estás equivocada.

-No es cuestión de dejar o no...

-Es cuestión de piel.

-Qué idiota eres... -reí.

-Esta idiota te quiere. -Me cogió la cara para que la mirara.- Y te lo va a demostrar. -cerró los ojos y me besó, un beso que fue subiendo a más y más, hasta que quedamos tumbadas en medio del pasillo, Malú encima mía.

-Nos van a ver... -Dije entre besos.

-Sh. -Me mordió el labio y siguió jugando con mi boca, a la vez envió su mano hacia mi parte íntima y ahogué un gemido en su boca.

-Te quie...ro -Bajé mis manos a su trasero y ella ahora enredaba mi pelo con sus dedos, dedos que bajó segundos después a mi parte otra vez. Me bajó el pantalón y lo suficiente para poder ver mi sexo, y cuando sentía que me iba a hacer suya se levantó.

-¿Quieres que acabe? -Me acomodó el pelo y me abrochó el pantalón, me ayudó a levantarme y ahora ella se arreglaba.

-Eres una capulla. -le cogí el brazo y la acerqué a mí- pero esto no acaba aquí.

-Vamos al baño. -se mordió el labio.

-No. Aunque quiera... Malú me tienes que demostrar que me quieres. Y no solo por otra noche.

-Sólo te estaba dando placer... -Se acercó a mi oreja- veo que te haces de rogar...

-Malú. -le aparté- Ahora en serio. Quiero una relación que no se base sólo en sexo. Quiero ser feliz.

-Que sí joder, que ya lo sé. Pero te tengo unas ganas que... -se acercó y me aprisionó contra la pared.

-Estás sorda...

-Si tú también quieres... -empezó a besarme el cuello.

-A la mierda... -le quité la camisa que llevaba y la giré contra la pared, estaba de espaldas y me pegué hacia ella. Le besé el cuello mientras mis manos se paseaban por sus tetas, y con mi pie separé sus piernas. Le bajé el pantalón, ahora me tocaba a mí hacerle sufrir...

-Vane... -susurró- me voy a caer, me tiembla todo.

-Sh... - la giré y la besé, con ganas, como si se me fuera la vida en esto.

-¿Malú? ¿Vanesa? ¿Qué hacéis? ¿No veis que tenéis a todos los fotógrafos en la puerta haciendo fotos? -Gonzalo se tiró las manos a la cabeza.

Los sueños se visten de gala.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora