Capítulo 27: Luke.

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Lay Me Down - Sam Smith.

Can I lay by your side
Next to you
And make sure you're alright
I'll take care of you
And i don't want to be here
If  I can't be with you tonight

Lo miré sorprendida, guardando cada detalle de esos ojos azules, esos ojos que había extrañado lo que se sentía una eternidad.

Quería abrazarlo, levantarme y llenarle de besos la cara, quería gritar, brincar y cantar pero no podía moverme, estaba como estatua, quería hacerlo pero no podía.

- N-No llores m-más - Dijo casi sin fuerzas, acariciando mi mano lentamente. En ese momento me pude levantar y me acerqué a él, acerqué mi mano a su cara, con miedo de tocarlo y que se desvaneciera, con miedo a que no fuera real. Posé mi mano en su mejilla y deposité un beso en su frente.

- Te he extrañado Lukey - Susurré con lágrimas en mis ojos, pero está vez las de felicidad ganaban. Tomé su mano en la cual tenía el suero puesto y dejé varios besos en esta, con cariño.

En ese instante entraron médicos y enfermeras apresuradamente, seguidos por la madre de Luke y los chicos, a los cuales sacaron de ahí conmigo incluida. La madre de Luke lloraba de felicidad, me acerqué a ella y la abracé fuertemente teniendo cuidado con el suero que cargaba conmigo.

- ¿Está bien? ¿Mi hijo está bien? - Me susurró mientras yo pasaba mis manos por su espalda tratando de reconfortarla.

- Si, está bien, por dios... Lo extrañaba - Sentí como sonrió y me apretó a ella un poco más.

- Yo también, no puedo esperar a verlo - Soltó un chillido extraño, ambas reímos y fue cuando me separe para unirme a los chicos con gritos y sonrisas de felicidad.

- ¿Qué te dijo? - Me preguntó Ash y todos se quedaron en silencio expectantes por mi respuesta.

-Miren, yo le estaba diciendo como ese hombre me había v-violado, lloraba y lloraba, justo en ese instante me llamó, me dijo "cariño" y me pidió que no llorara más, fue cuando todos entraron. - Todos sonrieron, Ashton y yo éramos los únicos que seguíamos llorando.

Al cabo de un rato el doctor y las enfermeras salieron de la habitación de Luke, nos dijeron que todo estaba muy bien y que era casi un milagro que haya despertado, que tendría que quedarse aquí para que se recupere pero que si seguía así saldría muy pronto. Todos estábamos súper aliviados y contentos, sólo nos quedaba una cosa de qué preocuparse pero eso no importaba ahora por que Luke estaba bien.

No nos dejarán entrar a verlo hasta mañana, así que me devolví a mi habitación que por cierto la enfermera me regañó por tardar tanto;  me acosté con cuidado mirando hacia el techo blanco con algunas manchas de humedad y sonreí, sonreí genuinamente, Luke ha despertado, he vuelto a ver esos hermosos ojos azules, y no podría estar más feliz.

Al despertarme al día siguiente tenía unas ganas inmensas de ir con Luke, así que, como era muy temprano y no había enfermeras en esos momentos, fui a la habitación de Luke, con el carrito de suero que aún debía usar. Entré y él estaba dormido aún, lo miré, parecía como si aún estuviera en coma, suspiré entonces él abrió los ojos y levantó la vista, nuestras miradas conectaron, nos extrañábamos y eso estaba más que claro. Volví a sentir la calidez de su mirada, el brillo en sus ojos al verme, él sonrío y toda su cara se iluminó completamente, haciendo que yo sonriera también, sonrisas sinceras que no se veían hacia tiempo.

Me acerqué lentamente, el tiempo corría lento, tomé su mano con sumo cuidado como si de porcelana fina se tratase, la acaricié y entonces lo abracé, cuidando que el suero no se fuera a mover demasiado, lo abracé fuertemente aferrandome de su débil cuerpo aún, sentí sus brazos envolverme con cuidado y me besó la cabeza.

El chico del parque (Luke Hemmings)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora