«YA NO MÁS NATASHA, AHORA ES _________»

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  La chica entra el restaurante con Justin de la mano. Venir a cenar con su ex no le había parecido buena idea, ni ahora ni antes. Mientras menso sepa de ella, mejor. Justin la lleva hasta una mesa, mueve la silla y espera a que se siente. Luego se acomoda junto a ella.
—¿Crees que venga?
Justin le sonríe.
—Tal vez sí, tal vez no. ¿Quién sabe?
—Tú debes saberlo. La conoces. Tal vez si sabe que viniste acompañado no querrá aparecerse.
Él le sonríe culpable.
—No le dije que venía contigo.
La chica se da un golpecito en la frente.
—Justin, las drogas te hicieron daño.
—Oye —gruñe—. Voy a dejártela pasar porque estás nerviosa.
—Yo estoy bajo tratamiento contra la depresión. Lo menos que necesito en este instante es una cena con una ex tuya.
—Yo necesito cerrar este círculo. Ya no más Natasha, ahora es _________, pero necesito que confíes en mí.
Su demonio suspira.
—¿Y si descubres que aún la quieres?
—Oh, ________, yo la quiero, pero la quiero ahorcar. No soporto a esa mujer.
—¿Y por qué aceptaste verla? Peor ¿por qué quisiste que viniera contigo?
—Para dejar que entres totalmente en mi vida tengo que terminar de sacármela de encima. Traerte aquí le deja ver que ya no es nada para mí.
—¿Y si ella solo...?
Justin la calla con un beso.
—Cállate.
La chica vuelve a protestar, pero él vuelve a silenciarla con otro beso.
—Te voy a llevar al baño y te haré el amor allí si no te callas. Puedo jurarte que haré que te corras como nunca antes pensaste que lo harías y me va a importar mierda si alguien nos escucha.
La chica lo golpea en el brazo.
—A mi no me tratas como a esas otras chicas con las que te revolcaste.
Él le sonríe.
—Bingo. DIN, DIN, DIN. Ahí está la diferencia. Eso es lo que me gusta de ti. Natasha se reiría como si acabase de contarle un chiste. Tú te ofendes —la toma de la mano—. Eres sexy.
Ella lo fulmina con la mirada.
—Eres un divo.
—Y tú una atractiva adolescente ardida en celos estúpidos.
La chica hace una mueca.
—Prefiero estar en casa viendo una película.
—Veremos dos, hasta tres si quieres, te lo prometo.
—Si sobrevivimos a esto.
—¿Qué quieres decir?
—¿Qué te hace pensar que, cuando la veas, no va a volver a gustarte?
—Ella me hizo daño, __________. No volvería a entregarle mi corazón a alguien que podría lastimarme otra vez.
—Pero el corazón es traicionero.
—Mi corazón está trabajando muy duro grabando tu nombre, no te preocupes. Costó muchísimo, pero el nombre de Natasha ya no está escrito en él.
—¿Seguro?
—Ajá.
La chica sonríe, pero no puede contestarle. El escándalo exagerado de los tacones atrae toda su atención. Una chica muy guapa, de cabello rubio y ojos grises, se acerca sonriendo hasta Justin e inclinándose lo besa en los labios.  

Tenia Que Ser Una De Las Doce [Justin Bieber&Tn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora