«HE LLEGADO A CONOCERTE DE MIL MANERAS SIN TENER QUE ACUDIR AL SEXO»

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  —...por eso tuve que colgarte. Scooter me llamó y se puso a hablar demasiado. El caso es que estaremos trabajando próximamente en el nuevo disco ¿Qué te parece?
Su demonio suelta un chillido.
—¡Eso es fantástico, Justin! ¡Eso es muy bueno para ti —se le cuelga del cuello, enrollando las piernas alrededor de su cintura—. ¿Puedo estar contigo cuando las grabes? Oh, por favor, di que sí. Diiiiiiiiiiiiiiiiilo.
Justin suelta una carcajada.
—Oh, pero desde luego. De hecho, anoche terminé una canción que pienso incluir como canción de bono.
—¿Sí?
—Sí, sí. Quiero que tú, tus hermanas y yo la cantemos juntos.
Los ojos verdes se abren como dos enormes faroles.
—¿Cantando los treces?
—¿Por qué no? Antes de decirme sí o no, tienes que ver la letra. No la tengo aquí, pero yo sé que va a gustarte. Es algo así como, mm, ¿la evolución de enemigos a familia?
—¿Familia?
Justin mordisquea sus labios llenos.
—Tú vas a ser algún día mi esposa y la madre de mis hijos, que no se te olvide.
—No, no se me olvida —sonríe—. ¿Señora Bieber?
—Oye, que bien suena.
Su demonio suelta una carcajada.
—Bueno, ¿estás lista?
—Lo estoy, lo estoy. ¿A dónde me vas a llevar?
—¿A dónde quieres ir? Es tu cumpleaños. Vamos a donde quieras.
—Mm. Se me ocurre algo. ¿Y si apartamos la cabaña a donde fuimos a celebrar nuestro primer mes? Sería lindo que fuéramos los dos. Y mi familia. También tu mamá.
Él sonríe burlón.
—Tenía pensado llevarte a un hotel. ¿No se te antoja sexo de cumpleaños?
Las mejillas se le tiñen de un encantador color escarlata. La chica oculta su rostro en la curva del cuello de Justin.
—__________, ¿te he dicho que me excitas cuando te ruborizas?
Lejos de incomodarla aun más, el comentario parece haberle despertado el libido.
—Justin —susurra.
Él la deposita cariñosamente en el suelo, sosteniendo su rostro con sus dos grandes manos, obligándola a mirarlo.
—Han pasado casi cinco meses desde la última vez que hicimos el amor. No vayas a malinterpretarme. Amo pasar este tiempo contigo. He llegado a conocerte de mil maneras sin tener que acudir al sexo —le envuelve la pequeña cintura—. Pero te extraño. Extraño perder mi autodominio en tus brazos.
—Yo también, la verdad.
Justin enreda sus dedos en el cabello espeso de la chica.
—Le prometí a tu padre que no iba a volver a tocarte. Fue el trato al que llegamos —presiona las palmas en el trasero—, pero es muy difícil cumplirlo. Eres pura tentación.
La chica suelta un jadeo.
—Tengo una idea —dice ella—. Tienes que seguirme la corriente.
Justin frunce el ceño.
—¿Qué vas a...?
La chica le toma la mano y lo lleva hasta la sala, donde toda su familia estaba platicando amablemente.
—Papá —se le colgó del cuello—. Justin me dijo sobre una cabaña donde podemos ir todos. ¿Te parece? Tiene un lago. Podríamos navegar. Ya que es viernes, podemos quedarnos todo el fin de semana
Beaumont sonríe.
—Me parece bien, cariño.
—Nosotros debemos adelantarnos. Queda a una hora de aquí y si no vamos a dar un depósito la perdemos —clava la vista en Olivia—. ¿Puedes prepararme una maleta?
Ella asiente. Vuelve a mirar a su padre.
—¿Está bien para ti?
—Por supuesto, cariño. Todo para mi cumpleañera.
Ella le dedica una gigantesca sonrisa.
—Gracias, papá. Ya debemos irnos ¡Nos vemos allá!
La chica vuelve a agarrarle la mano a Justin, tirando de ella hasta la salida.
—__________, no tenemos que salir como desquiciados a dar un depósito. Esa cabaña estará más que lista con una sola llamada.
Ella soltó una carcajada.
—¿No se te antojaba una escapada fugaz antes de estar todos reunidos en la misma casa sin poder tocarnos a gusto?
Justin chasquea la lengua al comprender.
—Eres una chica mala —le mordisquea el labio—. Mi chica mala.

Por favor ¡Dame Estrellitas!  

Tenia Que Ser Una De Las Doce [Justin Bieber&Tn]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora