Capítulo 5: Entrenamiento mental

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Abrí los parpados pesadamente. La luz que entraba por la ventana solo podía augurar un día soleado, eso era bueno. Pero un pensamiento de dolor surcó mi mente cuando recordé que ese día Lucas se iría.

Me apoyé en mis codos, di un largo bostezo antes de mirar a mi lado, donde Luke dormía boca abajo, con una mano aun sobre mi espalda.

Estiré una mano para comprobar la hora en mi celular. 7:32 quería decir que yo estaba muy, pero muy atrasada para llegar a clases. Debía levantarme ultra rápido y luego despertar a Lucas, aunque eso debería hacerlo primero en caso que mamá entrada sorpresivamente a mi cuarto con la excusa de buscar ropa sucia.

Moví su hombro, él respondió soltando un gruñido.

–Luke, es tarde, estoy atrasada y tú debes irte…

–No… –se quejó. 

Solo había una manera para despertarlo del todo. Me acomodé a su lado, acerqué mi rostro al suyo y enredé mis piernas entre las suyas. Le di cortos besos por el cuello y rostro. Al cabo de algunos segundos, Lucas abrió los ojos son una sonrisa de medio lado pegada en los labios. Me apretó contra su cuerpo y me besó en la boca, tomándose su tiempo. Pero yo, lamentablemente, no tenía tanto.

–Llegaré tarde, me tengo que ir –repetí.

–Lo sé… –seguía besándome.

–Debo irme… y tu también.

–Ya lo sé.

–¡¡AMY!! –los gritos de mi madre nos pusieron en alerta.

Me separé rápidamente de los brazos de Lucas mientras él movía telepáticamente su ropa hacia sus manos.

–¡Ya voy, ya estoy despierta!

–¡¿Todavía no te has duchado?! –supe que mamá estaba muy cerca de mi puerta, en cuestión de segundos la abriría.

–¡Te dije que ya voy!

–Estaré en contacto contigo –Lucas se acercó a mi espalda y pegó su boca a mi oído, ocasionándome un escalofrío–, te extrañaré mucho.

–Yo también lo haré –me giré–. Te amo.

–También te amo. Mantente fuera de problemas, ¿sí?

–Claro –sonreí.

Con un último beso, Lucas desapareció justo cuando mamá abría la puerta. Atiné rápidamente a taparme con mi camiseta a modo de pijama que estaba en el suelo.

–¡¿Qué haces desnuda, Amy?!

–¡Ahhh, mamá! Me estoy vistiendo.

–¿Ya te duchaste?

–Pues… ¡Claro!

–Apresúrate entonces. Te espero en la cocina para desayunar.

Mamá bajó las escaleras mientras yo corría al baño. Apenas abrí la llave de agua me metí a la ducha para lavarme lo más rápido posible. Nunca había tomado una ducha tan flash. Cuando el agua comenzó a temperarse tuve que salir. Mientras me secaba lavé mis dientes y luego volví corriendo a mi habitación para vestirme. Un minuto después estaba sentada en la mesa de la cocina tomando un café cargado con tostadas.

–¿Por qué tan cargado? –preguntó mamá, tomándose el suyo.

–No dormí bien anoche, necesito estar despierta porque hoy tengo clases de matemáticas y ya sabes que necesito mucha concentración para entender los ejercicios.

La verdad era que había dormido excelente junto a Lucas pero no lo suficiente, apenas unas cuatro horas.

–Me alegra saber que te estás esforzando y que tus notas son excelentes. ¿Ya ves que solo necesitabas concentrarte en tus estudios en vez de escribir cuentitos con Fanny?

Un novio de otro mundo #2: OcultosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora