–Deja de estar tan nerviosa –Lucas tomó mis manos para detener mis torpes movimientos.
Dejé el pastel de chocolate intacto pues me era imposible cortarlo. Estábamos en la cocina, los dos solos. Dave, Simone, Fanny, Eric, Nina e Ian se encontraban en el salón conversando luego de haberme cantado un cumpleaños feliz. Aunque yo no me sentía feliz si, en pocos minutos, tendría que fingir mi ruptura con Lucas.
–¿Cómo crees que no voy a estarlo?
–No vamos a terminar.
Le miré perpleja, luego pestañeé en reiteradas ocasiones. No sabía si bromeaba o yo era víctima de una sordera momentánea.
–Lucas…
–¿No recuerdas que decidimos ir a la isla?
–Sí, pero…
–Se nos olvidó ese pequeño gran detalle. No podemos terminar. Si queremos ir a la isla necesitamos el permiso de tus padres y ellos no te dejarán ir si, supuestamente, ya no somos novios. Es más seguro que vayamos por varios días, así tendremos tiempo suficiente para que atrapen a Veronika.
–¿Pero y si ella va a la isla?
–Será como entregarse ella sola.
–Pero no puedo permanecer escondida en la isla por toda la vida hasta que la atrapen. ¿Qué tal si no lo hacen? Tengo que volver en algún momento.
–Si tenemos que volver y ella aún no es encontrada pensaremos en algo. Por ahora, ¿qué tal si disfrutas tu celebración?
Por fin solté el aire que estaba conteniendo. Un gran peso se alejó de mis hombros y sentí que al fin mis manos respondían. Ya no me sentía nerviosa. Lucas tenía razón, nos olvidamos de ese detalle. Era imposible viajar si estábamos, supuestamente, enemistados por mi infidelidad.
–Mucho mejor –murmuró Lucas cuando me vio sonreír. Tocó juguetonamente la punta de mi nariz y luego se inclinó para darme un corto beso.
–Awww, ternuritas –ambos nos giramos al mismo tiempo para ver a Ian encoger sus brazos como si estuviese apretando un peluche–. Parece que esto de cortar pasteles no es lo suyo.
Se arremangó las mangas de su camisa y cortó el pastel por mí. Lucas tomó una tabla de madera repleta de variados quesos y fuimos a reunirnos con los demás.
Fue una noche muy agradable. Sin duda la celebración de mi cumpleaños estaba esperando por este momento, para poder estar con mis amigos y Lucas. No contamos las horas que estuvimos riendo y compartiendo anécdotas chistosas, el tiempo se pasó volando y cuando el amanecer se filtraba por los grandes ventanales del pent-house sentimos que era momento de irnos a dormir. Estiré mis brazos y lancé un largo bostezo. Hasta ese minuto no había notado lo somnolienta que estaba. Aunque claro, lo estaba pasando tan bien que ni cuenta me di.
–Debemos juntarnos otra vez –Fanny hablaba con Ian, con quien había congeniado de maravilla–. ¿Cierto, Amy?
–Me parece una estupenda idea.
–A mi también –Eric rodeó a mi amiga con un brazo por su cintura–, pongan fecha y aquí estaremos.
Me sorprendía ver a Eric tan sociable, siendo que en la escuela siempre se mantenía solo y parecía no tener amistades. Luego, con Fanny nos enteramos que si tenía, pero como él se había atrasado un año todos estaban en la universidad. Ahora, que era el turno de Eric para ingresar a la universidad, se podría reencontrar con ellos.
–Hey, ¿tú no vuelves conmigo? –Dave me dio una severa mirada. Claro, mis padres y él no sabían que yo me quedaba a dormir, de vez en cuando, con Lucas.
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Un novio de otro mundo #2: Ocultos
Romance[Segunda parte de "Un novio de otro mundo: Destinados"] Luego del fin de una guerra legendaria de tres mil años, Amy y Lucas creían que podrían vivir al fin en paz. Sin la constante amenaza Nephilim, pensaron que con aquella batalla en año nuevo se...