Eran las ocho de la noche y Lita estaba limpiando mesas. Cansada por un largo y agotador día de trabajo, más cansada estaba porque Andrew la había soltado muy tarde la noche anterior; no había dormido prácticamente nada por estar viéndolo dormir a un lado de su cama, había pasado casi toda la noche en vela. Andrew se parecía tanto a su primer amor y era tanto, que no dejaba de verlo por eso, porque llegó a pensar que eran hermanos. Comprobando gran parte de la noche que solo era coincidencia que Andrew se pareciera tanto a aquel patán que le había partido el corazón hacia años, se sorprendió cuando lo vio bajar del carro patrulla e ir hacia ella.
Había estado tan ocupada todo el día que ya hasta se le había olvidado que habían quedado de verse más o menos a esa hora para platicar.
— Hola Andrew. ¿Qué tal estuvo tu día?
— Estuvo de mierda pero bueno, sinceramente no quiero hablar de eso. ¿Me puedes dar un té con una dona? Traigo un hambre que me parto.
— ¿Té? ¿No siempre tomas....?
— Hoy no necesito café porque mira. —Abrió su chaqueta y le mostró el vacío que había dejado su resplandeciente placa en él—Estoy suspendido hasta la otra semana.
— ¿No me digas que se metieron en un problema por lo de anoche?
— Más o menos. Más o menos Lita pero bueno, no hay nadie y ahora si podemos hablar de lo que quería hablarte esta mañana mientras tomamos algo. ¿Puedes?
— Claro, claro y siéntate. Voy por el té y unas donas.
Lita estaba nerviosa porque más o menos sabía lo que Andrew iba a decirle. Sabía que él quería hablarle de lo que había pasado la noche anterior en su casa, en su cama y bajo las cobijas. Y ella quería cualquier cosa menos hablar de eso. Para ella lo que había pasado con él era lo mismo que debía significar para un hombre soltero y liberal, pensaba Lita. Para ella solo se había tratado de sexo ocasional y ya. Para ella no significaba nada más; o no era eso, era que no se permitía desde lo que había pasado con aquel ex novio que la había hecho sentir tan mal, que significara nada más.
Tenía cubierto su corazón con una dura coraza.
—...y eso fue lo que pasó con la teniente Neherenia.
— Ay Andrew, lo siento de verdad. Pero bueno, ¿haberse infiltrado en esa fiesta como meseros si les sirvió de algo o no?
—Pues no sé para Haruka o para Seiya pero para mí, —extendió su mano sobre la mesa y atrapó la suya—sí.
—Andrew....
— Gracias a que tuvimos que venir anoche temprano a pedirte prestados esos uniformes, tú y yo nos acercamos tanto que nos terminamos besando y más tarde, acostando. No sabes cuantas veces soñé con ese momento Lita y....
— Voy a tener que detenerte aquí Andrew. —Le retiró la mano y lo miró con mucha seriedad—Yo no sé qué es lo que estés pensando pero no. Lo que pasó anoche entre nosotros solo fue....
— ¿Sólo fue qué Lita? ¿Diversión? ¿Me vas a decir lo mismo que me dijiste en la nota?
Pero mientras a Andrew el pecho le palpitaba con fuerza (y no era precisamente de amor), Serena decía muy ofuscada en su casa, en su habitación, que no podía creerlo. Estaba muy molesta y roja de la ira por la insistencia y atrevimiento de Darien; bueno, ella lo conocía como Endimión. Estaba que mataba y comía del muerto.
— ¿Ah? ¡¿Pero cómo más le digo a este hombre que no?! ¡Yo no puedo aceptar algo tan caro como esto! ¡Me estaría comprometiendo con él de por vida!

ESTÁS LEYENDO
El caballero
FanfictionHola, hola mis estimadas monnies lectoras :) El dia de hoy les traigo esta historia que escribi hace, guau, creo que hace mas de un año, con la ayuda de una de mis mas queridas amigas, con Clarissa. El caballero es una historia que cuenta de la vida...