Capítulo 26

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El fuerte sol de la mañana pegó en la bella y hermosa cara de Darien. Con una resaca que prometía matarlo y una sed del carajo, lo despertó el sonido de su celular que estaba puesto sobre una mesita de noche a su lado.

Como pudo ese pobre hombre alcanzó el teléfono y lo contestó mientras pensaba que la cabeza se le iba a partir en dos.

— ¿Bueno?

— Hola cuñado, soy yo, Zafiro.

En cuanto Zafiro dijo que era él, Darien se levantó como un resorte y se sentó a la orilla de la cama. Había vuelto en sí pero eso no quería decir que su mundo no estuviera al revés. Todo le daba vueltas.

— Hola Zafiro, ¿Cómo estás? ¿Qué pasó? ¿Pudiste sacar a Rei de medicina legal?

— Sí, sí, acabamos de salir y ya la están trasladando para una funeraria. Llamo a decirte que la van a llevar a los "Olivos"

—Muchas gracias Zafiro y a más tardar en media hora nos vemos allá.

— Claro, claro, allá nos vemos.

Zafiro iba a colgar pero Darien lo impidió. Sentía que le debía una disculpa.

— Zafiro.

— Si Darien, ¿Qué pasó?

— Yo, yo, yo de verdad no sé cómo decirte esto y....

No tienes que decir nada Darien.

Sonrió con maldad viéndose así mismo en el espejo retrovisor.

Entiendo. Es completamente comprensible que dudes de mí porque resultó que ese, ¡imbécil de Nicolás! Era policía y todos saben lo mucho que yo odio a esos hijos de puta y mucho más si ese hijo de la gran perra, se atrevió a meterse con la que era mi mujer.

— Zafiro, yo de verdad....

Entiendo que tuvieras tus sospechas pero no Darien. Yo de verdad amaba a tu hermana y hasta estaba muy ilusionado con la idea del bebe. Te juro por su memoria y por la del bebe que estaba esperando, que yo no tuve nada que ver en eso. Yo ni estaba aquí Darien. Yo andaba en....

— No tienes que decir nada más Zafiro y... –se levantó, se llevó una mano a la cabeza porque se mareó y luego se sentó de nuevo. Toda la habitación daba vueltas a su alrededor.

— ¿Se ve que la cruda que traes esta de la verga verdad?

—La verdad no tomo y cuando tomo me cae muy mal.

— Tomate un jugo y unas pastillas para el dolor de cabeza. Luego un buen baño y después de un café, te vas a sentir mejor. Tomate tu tiempo Darien que yo me encargo de toda la gente que llegue a la funeraria. Allá nos vemos cuñado.

— De verdad que muchas gracias Zafiro. Gracias.

Ese maldito de Zafiro, ¡debió haber sido actor el muy muérgano! Tan bien actuaba que hasta Darien que había tenido sus sospechas con él, se sentía mal de haberlo señalado y juzgado. Tan buen papel estaba interpretando como marido engañado y enamorado, que era digno de un óscar.

— Siento mucho que las cosas con mi hermana no hubieran sido mejor Zafiro. Ahora me doy cuenta de que en verdad la querías.

— Yo no la quería Darien, yo la amaba.

Tragó grueso para fingir dolor pero en realidad estaba sonriendo.

Yo amaba con toda mi alma a Rei y así ella no me quisiera y me hubiera engañado con ese, policía, yo la amaba. Me está doliendo mucho su muerte Darien.

El caballeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora