Fue una fortuna que Serena hubiera llegado al hospital con Mina cinco minutos después de que Darien colgara la llamada que sostenía con su jefe, con el "gran sabio". Llegando y buscando desesperadamente entrar para saber algo de Taiki pero más de Amy, no pudo. Cansada de explicarle al vigilante que era una emergencia y que además ella era amiga de unas de las doctoras que trabajaban ahí, no le quedó más remedio que sacar su celular para llamarla. Para ver si pasándole a Amy al mal encarado ese lograba pasar.
— ¿Qué pasó Serena? ¿Nada?
— No, no contesta Mina. ¿Qué hacemos?
— Pues llama a Endimión o a Yaten. Alguno de ellos debe saber.
Serena llamó a Darien y él no se demoró ni un minuto en salir. Y cuando llegó, este la abrazó con tanta fuerza (Yaten hizo lo mismo con Mina) que ella se preocupó más de lo que ya de por sí estaba.
— Endimión, Endimión mi amor, ¿Qué te pasa? ¿Estás bien?
— Serena, Serena...—seguía abrazándola con todas sus fuerzas mientras respiraba del delicado perfume de su cabello con los ojos cerrados—te amo tanto mi ángel, te amo. No me perdonaría que algo te pasara. No podría soportarlo ¡maldito Uzumaki! Pero ya va a ver, ¡me las pagará!
Y no muy lejos de ellos algo similar pasaba.
— Mina, maldita sea Mina.
— Tranquilo mi amor. —Le acariciaba el platinado cabello corto con ternura—Estará bien. ¿No te la pasas diciendo que yerba mala nunca florece? No te preocupes que antes de lo que crees estarán por ahí peleando como siempre y...
Yaten estaba casi a punto de llorar pero por eso la amaba. Mina sea como sea, en cualquier circunstancia por más dura que fuera, lo hacía reír con sus dulces equivocaciones, siempre.
— ¿Tú nunca aprendes verdad?
— ¿Qué? ¿Y ahora que dije o qué?
— Así no se dice. —Le sonrió con dulzura—Se dice: "yerba mala nunca muere"
— Aahh ¿sí? Pues sí.
Le sonrió medio sacando la lengua.
— Para que te digo que no, sí, sí mi amor. Parece que yo nunca voy a aprender.
— Ay Mina, —la abrazó de nuevo con fuerza y enterró la cara en su rubio cabello que ese día lo llevaba suelto—menos mal estás aquí. No sabes lo bien que me hace tenerte aquí, cerca de mí. Además así también puedo cuidarte. Puedo protegerte de lo que sea que ese, ¡infeliz de Uzumaki! Quiera hacerte.
— Tranquilo mi amor, Taiki va a estar bien, ya lo verás. Ahora lo que no sé es cuánto tiempo me voy a poder quedar.
— ¿Por?
— Porque ya ves que no nos dejan entrar. Le pedí a Artemis que atendiera a mi paciente de las cinco pero pues si no nos van a dejar entrar, creo que voy a tener que irme.
— Si Mina, —se le acercó Serena tomada de la mano con Darien—parece que no vamos a poder entrar. Dice Endimión que no puede haber más de una persona por paciente.
— ¿Y entonces? ¿Endimión por qué si puede entrar?
— Yo logré quedarme porque uno de los médicos de urgencias es amigo mío, Mina. Éramos compañeros de clase cuando iba a la universidad. Yo le daba copia en los parciales de anatomía. Lo mínimo que podía hacer era dejarme entrar.
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El caballero
Hayran KurguHola, hola mis estimadas monnies lectoras :) El dia de hoy les traigo esta historia que escribi hace, guau, creo que hace mas de un año, con la ayuda de una de mis mas queridas amigas, con Clarissa. El caballero es una historia que cuenta de la vida...