El caballero

Capítulo 24

— Sí, si Yaten, ya voy para allá. ¿Están tomando mucho? Hmmm, tú también te oyes como muy prendido.

Río.

— Bueno, ya, ya, deja de gritarme y ya nos vemos. No tomes más idiota, con eso no se resuelve nada. Listo, ya nos vemos.

Taiki estaba en la lujosa casa de Amy pasando su recuperación. Con medio pecho vendado y levantándose de la cama, fue hasta el armario por algo de ropa (que Amy recientemente le había comprado a su gusto, le parecía que Taiki se vestía demasiado formal para la edad que tenía) para vestirse y salir. Aun le dolía un poco la herida y debía tener cuidado de que no se le abrieran los puntos pero sí todo lo que Yaten le había dicho por teléfono era cierto, antes estaba demorado para llegar.

La situación era grave.

Taiki estaba tratando de ponerse la camisa cuando en esas entró Amy sosteniendo una bandeja con precisamente con los medicamentos que ya le tocaban.

— Taiki, ¿qué estás haciendo?

— Estoy tratando de ponerme esta, —decía con dificultad mientras intentaba ponérsela—esta camisa pero no puedo. ¿Dónde tiene los botones y donde se supone que me voy a poner la corbata ah?

—Taiki, mi amor...

Dejó Amy la bandeja en una mesa cerca y se acercó para ayudarlo.

— ¿Qué crees que haces ah? ¿No pensaras salir, o si?

— Bueno, la verdad es que sí. Me acaba de llamar Yaten a decirme que...

— Nada de mentiras Taiki. —Dijo quitándole la camisa de las manos y poniéndola sobre la cama—Habíamos quedado en que no mas mentiras. Dime, ¿qué pasó? Tu saliste del hospital ayer y ahora no estas como para que...

— No, no, no.

Sonrió y le tomó el rostro en ambas manos. Acto seguido le dio un rápido beso.

— No es nada de lo que estás pensando mi reina. Es que me acaba de llamar Yaten a decirme que Da; digo, que el jefe esta...

— Ya te dije que no tienes necesidad de decirme mentiras. Eso incluye el verdadero nombre de tu jefe. ¿Qué es lo que pasa ahora con Darien Chiba? ¿En qué nuevo problema se metió?

— Mi reina, es bastante delicado. —Volvió al armario y buscaba una camisa manga larga y de botones para ponerse—Mataron a la hermana de Darien hoy y...

— ¡¿Qué?! ¡¿Qué es lo que acabas de decir?!

— Tranquila. —Sacó una camisa y fue con una asustada Amy que tenía la boca tapada con ambas manos—Tranquilízate Amy por favor porque si no estás tranquila, no te puedo decir lo otro.

Amy levantó una ceja y lo miró con confusión.

— ¿Y qué es lo otro? ¿Acaso hay algo más grave que la muerte de alguien?

— Pues mi reina, creo que sí. Resulta ser que Serena lo descubrió todo.

— ¡¿Que cómo?! No, no, no, ¡¿Cómo así?! ¿Y Serena por qué no ha llamado a decirnos nada?

— Por eso me tengo que ir mi amor. Yaten y yo queremos mucho a Darien y él no toma Amy. Me dice que no ha hecho otra cosa que tomar y que lo ve muy mal. Tengo que ir Amy. Entiende por favor.

— ¿No puedo ir contigo? Me preocupa que a todos esos vagos les dé por darte trago y tú no puedes tomar porque...

—...porque me estoy tomando esos medicamentos y si me llego a tomar aunque sea una copa, me muero Amy. ¿Crees que no lo sé? No se necesita ser médico para saber eso porque si mi reina, —hizo una mueca muy graciosa—que droga esa tan asquerosa me cae. ¿Hasta cuándo me la tengo que seguir tomando?