Viviendo Con 5 Hermanos

|Capitulo 5|

VENUS

Salí del aparcamiento montada en la moto con James sujetándome por la cintura. En este momento estaba muy enojada con mis hermanos.

¿Por qué le hacen eso a James? Enserio, a veces pienso que se cayeron de la cuna al nacer. No solo pegaron a mi mejor amigo, sino que también a un profesor, lo que conllevaría la expulsión.

Estaba tan furiosa con ellos, que podría ir ahora mismo y decirle todo lo que pienso. Pero luego recuerdo que tenemos que vivir en la misma casa y se me pasa, allí tendré oportunidad.

Después de casi veinte minutos conduciendo llegué al apartamento de James donde vive temporalmente, ya que él es de Miami.

―Gracias por traerme mi niña ―Se bajó de la moto y me quitó mi casco al igual que el suyo―. Pero tienes que volver a tu casa, olvida lo que dijeron tus hermanos y si te hacen daño avísame ―me dijo dándome un beso en la cabeza.

―No voy ahora Jamie ―dije negando con la cabeza―. Iré a hacerme un tatuaje que hace tiempo que quiero ―Me volví a poner el casco―. Pero mañana nos vemos, ¿no? ―dije sonriendo sinceramente.

―Si pequeña, mañana tienes gimnasia ―Me miró con una sonrisa pícara―. Así que te recomiendo usar esos shorts que tanto me gustan ―Me guiñó un ojo mientras me daba una palmada en el culo, ya que estaba medio levantada en la moto.

―Oh claro que sí ―le dije coqueta para después irme.

Me coloqué en la moto, no sin antes despedirme, y anduve por las calles buscando la tienda de tatuajes.

En el camino estuve pensando en todo.

'¿Por qué mis hermanos son así conmigo? ¿Yo les hice algo?' No pude evitar hacerme esas preguntas en mi cabeza.

Estoy cansada de que me traten mal pero no puedo odiarlos por mas que quiera, hasta mis diez años fueron mi mayor apoyo y poco a poco dejaron de serlo hasta hace unos años. Cada día se empezaban a comportar más cortantes conmigo, no jugábamos tanto tiempo juntos ni me ayudaban con las tareas. Dejamos de juntarnos los domingos para ver películas todos juntos en el sofá, dejamos de vernos en todas las comidas y poco a poco la relación se volvía mucho más fría.

Sin darme cuenta, al estar pensando en tantas cosas, llegué a mi tienda favorita.

Me bajé de la moto y me adentré caminando hacia el mostrador donde se encontraba "Mus" quien es mi tatuador favorito.

―Hola Mus ―dije haciendo una seña con mi mano―. Vengo a hacerme un nuevo tatuaje.

―Claro nena ―Me guió a la salita y se sentó―. ¿Qué es lo que quieres y dónde quieres hacerlo?

―Pues quiero unas alas que me cubran los dos hombros ―Le enseñé el dibujo que Rose me había hecho―. Y que el final de las alas termine en mi clavícula- Asintió.

―Ven acércate ―dijo señalándome la camilla.

Me senté en la silla y empezó con su trabajo. Después de varias horas terminó, le pagué el dinero y me monté en la moto para irme a mi casa.

Eran la una de la mañana y tenía quince llamadas perdidas en mi móvil de mis "hermanos".

Decidí llamar a Nash, ya que era el único que me caía bien.

*Inicio llamada telefónica*

―¿Qué pasa Nash? ―dije subiéndome en la moto―. ¿Por qué tantas llamadas?

―Venus ―Oí un suspiro―. Es que no nos vemos desde las siete de la tarde ―Hizo una pausa―. No estabas en casa ni cogías el teléfono por lo que estábamos preocupados por ti.

―¿Dirás estabas no? ―Hice sonar una carcajada irónica―. Porque ellos lo dudo ―Suspiré y miré el reloj―. Mira Nash ahora iré. Llegaré en cinco minutos y no quiero oír ninguna palabra si no es para disculparse por lo que le habéis hecho a James, ¿entendiste? ―Finalicé un poco cabreada.

―Si, adiós Venus ―dijo con voz triste y colgó.

*Fin llamada telefónica*

Suspiré por última vez antes de encender la moto.

Eran tan bipolares que sus personalidades siempre me confundían. En un momento podían odiarme que en otros se preocupan demasiado por mí e intentan sobreprotegerme.

Me quité los pensamientos de la cabeza antes de no poder parar de pensar, y puse rumbo a casa.