|Capitulo 35|

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VENUS

Ya pasaron los tres días desde que Ashton me dijo la sorpresa del viaje a Venecia. Literalmente me emocioné muchísimo ya que nunca había salido de Estados Unidos, y viajar hacia Europa era un sueño que voy a cumplir.

En estos momentos estamos esperando en la sala para que nos avisen de que nuestro vuelo ya sale. Ya habíamos facturado nuestras maletas hace media hora y quedaba aproximadamente otra hora que tendríamos que esperar antes de poder embarcar.

Me moría del aburrimiento, no podía hacer nada con Ash porque se había quedado dormido en mi hombro y anoche no pudimos dormir mucho por mi culpa.

Me desesperaba tener que esperar casi una hora a que nuestro vuelo saliese, y no poder moverme por lo que empecé a jugar a varios juegos en mi móvil. Empecé con 'Diner Dash', en el cual era una camarera que tenía que atender a los clientes y tal, pero no duré mucho ya que me aburría también con este.

Miré el reloj y aún quedaba una media hora. Suspiré antes de elegir otro juego.

'Candy Crush'. Si, ha eso he llegado, pero por lo menos me entretengo más que con el anterior juego. Para cuando me doy cuenta ya ha sonado el primer aviso de embarque.

―Por favor, pasajeros con destino a Venecia pasen por la puerta de embarque número cinco, gracias ―dijo una voz sonando por los altavoces.

Desperté bruscamente a Ashton para que se despertarse. No estaba enfadada, ni cabreada mucho menos. Si no que sabía que si lo hacía suavemente podríamos perder el vuelo y no quería eso la verdad.

―Ashton, levántate que ya tenemos que embarcar ―le dije a un Ashton medio dormido que me asintió.

―Vale cielo ―dijo bostezando―. ¿A qué puerta tenemos que ir? ―dijo levantándose para luego coger su mochila de mano.

―Tenemos que ir a la puerta cinco, y rápido ―dije cuando escuché el segundo y penúltimo aviso de embarque.

Me cogió la mano con delicadeza y caminamos hasta la puerta. Cada vez sentía más mariposas en el estómago con este hombre. Ahí entregamos el billete al hombre que los recogía y subimos al avión. Nuestros asientos iban juntos y por suerte me tocó el lado de la ventana.

Apagué mi móvil al igual que él y nos colocamos los cinturones. Las azafatas pasaban asegurándose de que nadie estuviera levantado o con algún aparato electrónico encendido, pero hubo una que se quedó mirando a mi chico de forma descarada. Se acercó con una sonrisa y se agachó un poco dejando ver su canalillo.

―Hola cielo ―le dijo con una sonrisa que tenía gana de borrarle de la cara.

―¿Hola? ―dijo Ashton confundido ante esa acción.  

―¿Deseas algo? ―dijo agachándose más, por lo que intervine.

―Yo sí ―dije llamando su atención―. Quiero que dejes de zorrear a mi novio y te vayas con tus compañeras antes de que te arranque las extensiones falsas de tu cabello, ¿me has entendido o tengo que ladrarte para que lo entiendas mejor? ―le dije con mi mejor sonrisa falsa para que se vaya ofendida hacia dónde estaban sus compañeras.

―Oh dios ―dijo Ashton riéndose―. No me puedo creer que acabe de presenciar una escena de celos de parte de Venus Summer, esto debería haberlo grabado.

Me crucé de brazos y miré hacia el lado de la ventanilla irritada. El avión despegó y Ashton ya me había pedido perdón miles de veces hasta que le paré.

―¿Por qué me pides perdón? ―dije confundida.

―¿No estabas enfadada? ―dijo él aún más confundido a lo que negué la cabeza y me apoyé en su hombro dedicándole una sonrisa.

―Contigo no ―dije con los ojos cerrados―. Sino con ella. Sé que no le seguiste el juego así que no tengo ningún motivo para que esté enfadada contigo.

Me sonrió y me pasó un brazo por los hombros para que pueda acomodarme mejor. Luego de unos minutos en silencio me quedé dormida escuchando el rápido latir de su corazón.

Desperté justo cuando el avión aterrizó. Me desperecé lentamente y cogí la mochila de mano que tenía. Ashton cogió mi mano, guiándonos a través de todo el mundo para recoger nuestras maletas, que rápidamente las encontramos.

Salimos del aeropuerto caminando hacia el taxi más cercano, eran acá las dos de la tarde y me estaba muriendo de hambre.

El camino del taxi al hotel se me hizo eterno, más aún cuando cogimos caravana, teniendo que estar quietos durante veinte minutos. Mi batería del móvil estaba agotada, faltaban cinco minutos para llegar al hotel y seguía sin saber qué hacer. Observé a través del cristal la ciudad, haciendo que el camino se pasara más rápido.

Llegamos al hotel 'San Clemente Palace'. Tenía unas vistas asombrosas, una recepción elegante junto a todas las salas. Era realmente una belleza.

Después de que Ashton diera su nombre y datos, nos dieron nuestra llave para la habitación. Al llegar, dejé la maleta en el suelo saltando rápidamente hacia la cama. Me tenía maravillada todo, pero sabía que no me iba a durar mucho esto.

―¿Qué haces? ―me preguntó Ash con el ceño fruncido―. Vámonos, que tenemos reserva en un restaurante para comer.

Al oír la palabra comer me levanté rápidamente dándole un susto a este. Sonreí y caminé a la puerta de la habitación. Me paré, observando que Ash se quedaba perplejo.

―¿No vienes? ―le pregunté dulcemente.

Movió la cabeza negando con una sonrisa y me cogió la mano para luego salir y cerrar la puerta. Bajamos por el ascensor, ya que estábamos en el segundo piso y realmente éramos muy vagos. Al llegar a la entrada se paró y me miró a los ojos.

―¿Estas preparada para conocer Venecia, Il mio amore? ―preguntó con una sonrisa brillante.

―Sabes mi respuesta ―Me acerqué a él y le di un beso casto―. Contigo estoy preparada para todo y en cualquier momento, vita mia.    

Salimos hacia la calle, dónde observé a todos caminando. Realmente iban a ser unas buenas vacaciones.



Viviendo Con 5 HermanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora