|Capitulo 10|

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CAMERON 

Venus se quedó dormida después de cinco minutos acariciándole el pelo. No se que nos pasó, pero me alegro de haber arreglado todo.

Ella es mi vida y mi luz y la niña de mis ojos, aunque sea mi hermana mayor, es mi heroína. Y diréis, ¿por qué?

Pues porque ella ha superado todas las cosas sola, se ha esforzado por luchar para vivir mientras nosotros pasamos de ella. Es como si hubiera vivido sola estos años sin nuestra ayuda y eso me pone mal.

Sobretodo el saber que ya no es nuestra niña con dos trenzas y sus anteojos. Antes todos dirían que era fea pero para mi era la mujer mas hermosa. Ahora ha cambiado y nunca nos dimos cuenta, tiene muchos talentos pero no le hacíamos caso.

Solo le escuchábamos llegar a casa a la madrugada pero no le decíamos nada y, creo que fue más porque pensábamos que pasar de ella iba a ser la solución a nuestro problema pero no fue así y ahora ella no nos necesita.

No necesita nuestros abrazos ni consejos, incluso se podría decir que no nos quiere pero sé que no es así.

Ella me ha demostrado su cariño y amor hacia mi en esta semana, aunque sea una pesada, me despierte muchas veces echándome agua en la cara o que me cambie mi champú por tinte color rosa seguirá siendo mi pequeña.

Salí de su habitación hacia la escalera y bajé estas misma, cuando bajé me encontré aun con todos los del equipo mirando la televisión y mis hermanos jugando a la Xbox entre ellos.

Los del equipo nunca me cayeron bien por ser tan mujeriegos pero son amigos de mi hermano y no puedo decir nada. Bajo totalmente las escaleras y me siento en un sillón individual que está en la otra punta de estos, ellos me miran durante un rato mientras que intentó pasar de ellos mirando el móvil pero me harto.

―¿Por qué me miras? ―dije más brusco de lo que quería que sonase―. ¿Tengo algo en la cara?

―¿Por qué has tardado tanto arriba? ―me preguntó Tyler―. Te hemos esperado y no hemos oído ningún ruido.

―No te tiene que interesar, he estado con ella hasta que se durmiera.

―¿Y eso? ―dijo con una mueca rara―. No es que no quiera a mi hermana pero... ―Iba a continuar pero Nash le interrumpió.

―¿Pero, qué? ―Su tono era muy brusco―. No vayas a decir algo de nuestra hermana si has pasado de ella estos años, si le hubiéramos hecho caso como unos buenos hermanos no sería como es con vosotros.

―Relájate Nash ―Continuó Tyler―. Solo iba a decir que es raro que se comporte como si nada con Cameron.

―Tal vez porque yo no le insulte en el instituto ―respondí enojado―. Y aunque ella no lo veía... siempre estaba atenta a ella. Todos sabéis que ella es nuestra hermana y por lo menos para mi es la niña que voy a cuidar aunque me lleve la vida con ello.

Todos mis hermanos asintieron como diciendo que pensaban lo mismo.

Después de esa pequeña charla me fui a dormir al cuarto de Venus porque estoy ya acostumbrado, me quité mi camiseta y me acosté en su cama. Al instante ella se giró hacia mí y abrió sus ojos tan azules que me dejaba paralizado mientras los miraba.

Me sonrió y puso su cabeza contra mi pecho, pasé un brazo por su pequeña cintura y la apreté un poco contra mi, por último le di un beso en la cabeza antes de poner mi cabeza sobre la almohada.

Cuando me iba a dormir su voz me interrumpió.

―Cameron ―Su tono de voz era bajo―. Gracias por todo lo que haces por mi y por decir eso de abajo, te quiero.

Me quedé quieto por unos segundos pero le sonreí con cariño.

―Enana sabes que eres lo mejor para mí ―respondí con cariño―. No me des las gracias. Vamos a descansar que mañana es otro día, te quiero.

Asintió y me abrazó con más fuerza al igual que yo a ella, le di un beso en el pelo y me acosté en la cama quedándome dormido al instante.

*A la mañana siguiente*

VENUS

Me desperté con el brazo de mi hermano sobre mi cintura y me giré para mirarle bien la cara. Le di un beso en la mejilla y me quite con cuidado el brazo para dejarle descansar un rato más. Me senté en la cama y mire la hora en mi móvil: las doce de la mañana.

Baje de esta y fui al armario para coger un pantalón corto roto y un top negro por el ombligo que dejaba ver los tatuajes, y mi ropa interior con unos botines con tacón de doce centímetros.

Me fui a la ducha y me lavé el cuerpo y el pelo. Después de unos quince minutos salí de allí, me sequé el cuerpo y me deje el pelo húmedo.

Me puse una crema para el cuerpo y me peine el cabello, me puse la ropa y fui a despertar a Cameron.

―Cameron despierta anda ―dije moviéndolo con cuidado, cosa que le despertó.

―Buenos días enana ―dijo con voz ronca. Dios si no fuera mi hermano... fuera pensamientos, que tenemos la misma sangre y en verdad. Ugh.

―Venga vístete, que vamos a ir tu y yo a comer a algún sitio ―dije con una sonrisa―. Si quieres dile a los orangutanes que vengan.

Cameron asintió y fue a avisar a mis otros hermanos, en quince minutos estaban todos listos en la puerta y Dylan fue a coger las llaves de su coche pero se lo impedí.

―No, no ―dije negando con la cabeza―. Hoy vamos en mi coche ―Caminé hacia fuera de la casa donde estaba mi coche aparcado.

―Bueno, y cual es tu coche ―me dijo Dylan una vez que todos estuvimos fuera.

―Ese de allí ―señalé un Lamborghini rojo.

―Wow ―se asombró Nash―. Tú cómo consigues el dinero para ese coche.

―Algún día lo sabréis todo sobre mi ―respondí brusca―. Ahora, mientras menos preguntas mejor.

Nos montamos todos en el coche de esta manera: Dylan conduciendo, Tyler de piloto, Fran atrás a la derecha conmigo encima, en medio Cameron y a la izquierda Nash.

―¿Vamos a un McDonald's? ―preguntó Francisco.

―¡SI¡ ―contestamos todos al unísono mientras reíamos juntos.

Encendió el coche y nos dirigimos allí.

Viviendo Con 5 HermanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora