Otro día más, la misma situación repetida. El sonido de las zapatillas contra el parqué, un fuerte grito, el sonido de una pelota impactar sobre la piel, y el sonoro impacto de la pelota contra el suelo.
Allí estaba de nuevo, jadeando, consumida por la ira. Frente a la red había dos chicos, un pelirrojo de cabellos picudos y otro parecido a un mono, fuerte y de cejas pobladas. El moreno parecido a un mono tomó aire, mientras que la pequeña chica de metro sesenta y cuatro que tenía delante de él ahogaba un grito de furia en su garganta.
- Con este último hace 2 de 10 lanzamientos, Risu-chan. - Pareció burlarse el pelirrojo, mirándola con esa cara tan extraña y abobada.
- ¡Lo sé! - Replicó con un grito la chica de cortos cabellos azules y eléctricos, soplando para quitarse un mechón de su cara, dejando al descubierto sus centellantes y peligrosos ojos azules como los relámpagos.
Los tres vestían el mismo uniforme; un pantalón corto de color negro de deporte, unas rodilleras, en el caso de ella eran una roja y la otra celeste, y por último una camisa de mangas cortas completamente rosa. Ella tenía en su espalda el número "3", y las mangas de su camisa eran negras en vez de blancas como en el caso de ellos, cosa típica, puesto esa era la equipación de entrenamiento de la Academia Shiratorizawa.
- ¿Quieres seguir? - Le preguntó el moreno.
- ¡Me marcho! - Gritó la chica, yéndose con pisadas fuertes del gimnasio.
- Debe ser difícil vivir en su posición. - Susurró un castaño cuando la chica se fue, acercándose a los otros dos.
- ¿Tú crees? - Se burló el pelirrojo -. Estar en primer año y ya figurar dentro del top tres de rematadoras a nivel nacional, y no sólo eso, sino también estar dentro de las diez mejores promesas juveniles a nivel mundial... ¡Debe ser genial! - En ese punto ya no se sabía si estaba ironizando o lo decía en serio.
- Pero ella lo logrará. - Una fuerte e imponente voz atrajo la atención de los chicos -. Tiene el talento para hacerlo, y no sólo eso, sino que también sabe ver la realidad de cara.
- Wakashima-senpai... - Susurró un muchacho de cabellos negros y peinado como un champiñón -, ¡a mí nunca me has animado de esa manera!
- ¡Goshiki se ha puesto celoso! - Interrumpió con una sonora risa el pelirrojo, provocando el enfado del menor.
Risu ya estaba lejos del gimnasio, concretamente a las duchas de la academia. Necesitaba urgentemente sumirse en el agua e ir intercalando la temperatura entre fría y caliente; era la única forma que conocía para no simplemente relajarse, sino para alejar su ira y rabia de ella. El cansancio era tema aparte, ya que prácticamente había estado en dos entrenamientos, el suyo normal con las chicas y la última media hora con los chicos, aunque este último fue simplemente un par de remates y recepciones defensivas.
Bufó colérica y apagó la ducha. Cubrió su cuerpo con la tolla blanca que tenía a mano, aunque tampoco es que le fuese necesario, a esa hora no había ninguna chica en ningún club que necesitase la ducha, y los chicos no podrían entrar gracias al cierre interno de la puerta que sólo se podía abrir con la llave dada a las chicas. Y aunque pudieran pasar de esas medidas de seguridad, tampoco le importaba demasiado que la viesen desnuda, ella misma no se consideraba una chica muy femenina, y su cuerpo era más bien atlético antes que... Pues eso.
Antes de salir se vistió, poniéndose la falda fucsia del uniforme, sus calcetas negras hasta las rodillas, la camisa blanca de mangas cortas junto con su corbata celeste - cosa que representaba que era de primer año - y la chaqueta del equipo femenino, también fucsia y de mangas largas que en su espalda tenía serigrafiado en letras blancas: Club de Vóley; Shiratorizawa.
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Haikyuu: Shiratorizawa /#Wattys2016
FanfictionShiratorizawa, la academia más prestigiosa e importante de la Prefectura de Miyagi, y como tal tiene casi el deber de destacar y ganar aquellos campeonatos donde participen. El club de vóley es uno de los pilares de la academia, tanto el masculino c...