Ahí estaba Mimi, después de aquella conversación, frente a la escuela del Fukurodani. La entrenadora Hikari se encargó de ir a buscarla tras hablar con Miura y con la misma Mimi, llegando ambas durante el atardecer, con los últimos vestigios de luz sobre la tierra.
De momento prefirió no ir a los gimnasios, sino ir a los dormitorios a dejar sus cosas y cambiarse al uniforme del equipo. Cuando llegó, sólo Hana estaba, quedándose perpleja ante la inesperada visita de la teñida.
- ¿Qu-qué hace aquí?... – Le preguntó con su usual tartamudeo Hana.
- Eso me gustaría saber a mí. – Se limitó a contestarle, dejando su maleta en el suelo –. ¿Te importa que me cambie?
Hana tardó varios segundos en procesar esa pregunta, hasta que por fin sus neuronas se conectaron para emitir la respuesta:
- ¡Cámbiate tranquila, yo me voy ya! – Y como una flecha cogió una última cosa e intentar salir del cuarto.
- Hana. – La nombró con cercanía, deteniendo los pasos de su kohai. Esta se giró para verla, encarándose ambas desde una distancia prudente –. ¿Cómo le va a tu hermana? – Le preguntó con una extraña mezcla de cariño, llenando la estancia de una dura tristeza.
- Ella esta bien... La universidad, el trabajo, su... - Se detuvo unos instantes antes de continuar, mirando de reojo el rostro nostálgico que presentaba Mimi –. Con su novio también le va bien...
- Te ha costado decirlo, ¿eh? – Casi se rió, sacando de su bolso el uniforme de Shiratorizawa –. Siento que te hayas quedado entre medio de esa historia, no tienes la culpa de nada. Éramos polos idénticos, era obvio que nos repeliésemos...
Hana ya no pudo hablar. Le dolía el pecho ver a su mayor tan decaída, tan devastada por los hechos y la vida. Pero también sabía que ella en ese momento poco podía hacer, no tenía fuerza en sus manos y la convicción necesaria en su alma para continuar con aquella charla.
- Uhm...
Ese único monosílabo de Hana dio por finalizada la conversación, pudiendo marcharse, dejando a Mimi sola.
- ¡Woaaaaaa, eso es fantástico! – Halagó un exaltado Hinata, chillando como un niño pequeño.
- ¿Verdad, verdad? – Bokuto sonreía orgulloso al ver la reacción de Hinata y de dejar pensativa a Risu.
- Nunca se me hubiese ocurrido... - Murmuró la kohai, apoyando su barbilla sobre su dedos.
- ¡Imagina entonces lo fantástica que es esta jugada! – Exclamó el capitán del Fukurodani, abriendo los brazos ampliamente –. Piensa también que viniendo de una jugadora de tu estilo, nadie se lo esperaría, ¿no crees?
- ¿Eso crees? – Le preguntó Risu. En su cabeza todavía estaba el tiro que le enseñó a ambos, tanto a ella como a Hinata, imaginándose situaciones en las que podría usarlo.
- Eres muy parecida a Ushijima, priorizas la fuerza antes que las maniobras, pero tú tienes algo diferente a él –. Intervino en la conversación Kuroo –: Tú posees un cuerpo más flexible y una cabeza más fría. Con esa combinación puedes pensar y ejecutar mil tiros distintos, mientras que él a lo mejor sólo puede hacer cuatrocientos.
- ¡Eso es verdad! – Incluso Hinata la animó, sonrojándose cuando la muchacha le miró. En ese momento notó que la chica era más alta que él, y que de cerca también imponía bastante.
- ¡Si tú nunca has jugado o visto a Ushijima! – Se burló de él Kuroo.
- Pobrecillo... No sabe lo que le espera... - Bokuto fingió sentir pena por el jugador de Karasuno, riéndose ambos mientras que el pobre Hinata balbuceaba cosas en un idioma que no parecía japonés. Tal vez había aprendido la Lengua Negra, quién sabe.
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Haikyuu: Shiratorizawa /#Wattys2016
Fiksi PenggemarShiratorizawa, la academia más prestigiosa e importante de la Prefectura de Miyagi, y como tal tiene casi el deber de destacar y ganar aquellos campeonatos donde participen. El club de vóley es uno de los pilares de la academia, tanto el masculino c...