El ansiado Torneo de Primavera por fin había comenzado. Atrás quedaron los días en el campamento, atrás quedaron amigos y rivalidades amistosas. Atrás quedaron males y problemas. Ahora sólo estaba el torneo, y por delante, cuatro partidos para ser campeones de la prefectura.
Y el primer rival de las chicas, ganadoras del Inter-High, tendrían su primer partido contra las chicas de la preparatoria Kukagawa.
El estadio se calló y varios equipos dejaron de entrenar momentáneamente al verlas entrar. La marea fucsia invadió el recinto liderados por Miura, que se mostraba segura y confiada. Los murmullos retornaban, y muchas volvían a sus entrenamientos para quitarse la presión de encima. Incluso muchas cuchicheaban sobre el hecho de ver a una de primer año dentro del equipo titular, pero todas esas dudas se despejaban durante el corto tiempo de calentamiento.
Ese día por fin pondría en marcha todo lo que había estado aprendiendo, a partir de ese punto comenzaría a trazar su camino.
- ¡Buen saque! – Animó Miura, apoyando a Miho para el primer saque.
Y la pelota entró en juego.
Las chicas de Shiratorizawa estaban enchufadas, bendecidas por la buena fortuna. Les salía todo lo que querían, todo lo que intentaban funcionaba, conectaba, y acababa en punto. El duro entrenamiento es lo único que nunca abandona a un jugador, y eso se les notaba. Arrollaban con fuerza, con talento, la suma de todas sus habilidades les permitía lograr puntos a velocidad de crucero, pero por encima de todas había alguien que destacaba; Risu jugaba mejor que de costumbre, con más fuerza y más velocidad.
Ningún bloqueo que le pusiesen era rival para ella ni para su potencia, y las receptoras eran novatas contra una zurda, perdiendo la mayoría de las recepciones por su mal control.
Haber tenido la suerte de entrenar con Bokuto, con Ushijima, Hinata y Asashi la llenó de recursos y estilos diferentes que aplicaba según su propio criterio. Dentro de su cabeza estaban todos los datos almacenados, y su cuerpo los aplicaba a la perfección, tocando cada nota en el preciso momento para formar una sinfonía que tenía al público en constante silencio, mudos ante la exhibición de superioridad que estaba mostrando.
22-13, Risu servía.
- No te contengas, Risu. – Miura le guiñó un ojo, y con una sonrisa volvió su mirada al frente, ante los rivales que tenía al otro lado de la red.
Con el pitido del árbitro, Risu comenzó su ritual típico: botó la pelota un par de veces, miró hacia donde quería lanzarla, tomó carrera, elevó la pelota, saltó, y por último se sacó un latigazo ajustado que sobrepasó la red, cayendo de manera súbita, bombeada contra la cancha rival, impactando contra el suelo cerca de la rematadora lateral, convirtiendo el ace.
Ninguno de sus saques restantes se pudo detener, dándoles el primer set de inmediato.
- ¿Puedes seguir jugando a este ritmo? – Le preguntó Mimi a Risu durante el descanso, entregándole la botella de agua.
- Puedo jugar tres más así. – Contestó segura Risu, comenzando a beber.
Todas se reagruparon tras el final del tiempo muerto, y el partido se reanudó, pero nada cambió para ninguno de los dos equipos. Shiratorizawa todavía llevaba la batuta del partido, y aunque sus rivales tocaron un par de teclas necesarias, no les bastó para frenar el aluvión que les estaba cayendo.
25-18 terminó el segundo set y por tanto el partido, y por lo que pudieron saber gracias a Mimi los chicos ya habían comenzado su segundo partido hace un rato.
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Haikyuu: Shiratorizawa /#Wattys2016
FanfictionShiratorizawa, la academia más prestigiosa e importante de la Prefectura de Miyagi, y como tal tiene casi el deber de destacar y ganar aquellos campeonatos donde participen. El club de vóley es uno de los pilares de la academia, tanto el masculino c...