Muchos bostezaban, otros dormían, algunos escuchaban música pero tenían la clara intención de quedarse dormidos, y otros leían, pero ninguno hablaba. El silencio era sepulcral dentro del autobús que conducía a los dos equipos de vóley de Shiratorizawa hacia Tokio, donde tendrían su particular campamento de verano. Risu estaba sentada del lado de la ventana, inmersa en la música que la radio del móvil le proporcionaba, viendo como el paisaje nocturno se deslizaba a cámara rápida hacia el lado opuesto al que iba ella. A su lado iba Hana dormida, aunque sobre sus piernas sujetaba un libro en inglés abierto, apretándolo casi con las yemas de sus dedos.
Ushijima iba varios asientos adelanta junto con Shirabu, y este último también iba dormido, mientras que el capitán miraba por la ventana apoyado sobre su brazo derecho. Casi de reojo observó a Risu, y ella al sentirse observada dirigió por instinto sus ojos eléctricos hacia el foco, topándose con la mirada pausada y verdosa de su mayor.
Intentó dibujar una suave risa sobre su rostro, pero apenas pudo. Todavía estaba un poco confundida con eso del viaje, y en parte se sentía mal por no haberle dicho el motivo por el cual se tomó la noticia de esa forma. Él tampoco había insistido, pero sí que había notado que ambos ya no parecían caminar por el mismo sendero. De todos modos sonrió al verla tan apegada a Hana, y esa fina sonrisa que le dedicó antes de volver a mirar por la ventana le sacó los colores como nunca.
Como una niña pequeña se tapó la cara con todo lo que le daban sus pequeñas manos, escondiendo el rostro bajo sus largos flequillos azulones, dejando que estos cayesen hacia delante. No podía evitarlo, y mientras más "distante" estaba de él, más fuerte bombeaba su corazón, y a la vez más daño le hacía a su pecho. Tragaba aire y lo iba soltando poco a poco para regular su respiración y adormecer su sentimiento tan adolescente. No podía explicar con palabras lo tonta que se sentía actuando de esa manera, pero ese sentimiento tan frenético e impulsivo que nacía desde su alma al verle era algo que llevaba sintiendo desde la primera vez que le vio.
No sabía en qué punto, pero de tanto intentar calmarse se terminó durmiendo, y fue la dulce voz de Hana la que la despertó cuando llegaron, ya de mañana. Toda la expedición se bajó del autobús y cogieron sus maletas, desfilando hacia las enormes construcciones que estaban habilitadas para su estancia durante una semana.
Dejaron sus cosas en los alberges, y tras ser atendidos por varias chicas pertenecientes a los demás equipos, estas los llevaron hacia los gimnasios principales, donde ya estaban entrenando Nekoma, Shinzen, Ubuwaga, y Fukorodani.
- Llegaron... - Musitó Kuroo, cesando el entrenamiento de su equipo en cuando la marea rosada se adentró en el gimnasio.
- ¡Yeaaah! – Exclamó exaltado Bokuto, adelantándose al resto de jugadores, llamando incluso la atención de los recién llegados –. ¡Pensábamos que no llegaríais nunca!
- Perdón por el retraso. – Se disculpó de manera cordial Ushijima.
- ¡Tampoco es para eso! – Rió el capitán de Fukorodani, alargando su carcajada mientras el capitán de Shiratorizawa oteaba a los presentes.
- Vosotras podéis tomaros un descanso, os avisaré cuando lleguen las chicas. – Le dijo Ushijima a Miura.
- Me gustaría calentar algo, estirar, ya sabes. – Reprochó con voz cansada la capitana, estirándose delante del chico –. ¡Chicas, preparaos, que vamos a correr! – Expresó eufórica, seguido de un simple y amargado "sí" de sus chicas –. Te dejo el resto a ti, Ushijima-kun. – Fue lo último que le dijo antes de comenzar a correr seguido por su equipo.
- Ya que habéis llegado los primeros... ¿por qué no jugamos un poco? – Propuso Kuroo, mirando de manera casi desafiante a los recién llegados.
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Haikyuu: Shiratorizawa /#Wattys2016
FanficShiratorizawa, la academia más prestigiosa e importante de la Prefectura de Miyagi, y como tal tiene casi el deber de destacar y ganar aquellos campeonatos donde participen. El club de vóley es uno de los pilares de la academia, tanto el masculino c...