Esa noche me dio mucha sed así que decidí ir por un poco de jugo ala cocina. Bajé con cautela de no despertar a mi hermano. Al dirigirme a la cocina tomé un gran vaso de jugo aún tenía precaución de no hacer mucho ruido y de no prender las luces.
Cuando estaba caminando hacia las escaleras noté que él se estaba quejando, como si le doliera algo, eran lamentos y noté como se revolvía dentro de la cobija que tenía. Caminé lentamente hacia donde él hasta que estuve al frente suyo.
- Mauricio...- susurré.
Acerqué mi mano lentamente hacia su frente y sentí su sudor frío.Quité mi mano y me arrodillé.
- Mauricio- volví a susurrar.
Él se despertó asustado, encogió las rodillas y levantó su torso de inmediato. Respiraba muy agitado y hasta casi gritó pero ahogo ese grito.
- Mauricio- murmuré y él volteó a verme asustado.
Dio un pequeño salto apenas me vio.
- ¿Enano?- dijo él tomando fuerte de su cobija.
- ¿Qué te pasa?
A los segundo reaccionó y tomó su almohada acto siguiente me lo tiró en la cara con fuerza.
- ¡Qué haces! ¡Me asustaste!- me gritó.
Yo me caí sentado por la fuerza del golpe y tomé su almohada y también se la lancé.-
¡Qué haces tú!- le grité- ¡Estabas revolcándote por todo el sofá y quejándote!
Dio un gran suspiró y se paró del sofá. Me dejó allí mientras él se dirigió a la cocina. Él era tan raro, se fue como si nada con una expresión de seriedad, cambiaba de humor muy de repente. Me quedé en el suelo hasta que él volvió con un vaso de agua.
Se sentó en el sofá y me miró en el suelo
.- ¿No te vas a levantar?- preguntó- Ve a dormir.
Fruncí el ceño levemente, no comprendía lo que le pasaba, pero estaba temblando, trataba de hacer que no se note pero a pesar de la oscuridad notaba como el agua se movía de un lado a otro en su vaso de agua.
Me levanté y me senté a su lado, él solo siguió concentrado en su vaso de agua como si yo no estuviera allí, estaba ignorándome esperando a que me vaya pero no lo hice, me quedé allí por unos minutos hasta que él reaccionó.
- ¿Qué haces?- murmuró mirándome de reojo
.- Vas a contarme el por qué estás sudando frío y temblando.¿tuviste una pesadilla?
- Sí- respondió de inmediato- Ahora ve a dormir.
- ¿Qué soñabas?
- Nada.
- ¿Es por eso que no te gusta dormir?
- ¿Qué?
- Antes dijiste que no te gustaba dormir, ¿es por eso?.
Tomó el agua que sobraba de un solo sorbo y me miró fijamente.
- Ve a dormir- me ordenó con seriedad.
- ¡No, Mauricio!- reclamé con ira- Maldición, ten confianza.
- No es la confianza el problema...- murmuró.
- ¡Solo dime!- grité.
- ¡No quiero!
- ¿No que somos hermanos? ¡Dime!
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Apuesto mi vida por ti
Teen FictionA veces vivir se limita a darle un propósito burdo a tu vida, algo que crees querer para conseguir tu libertad porque no sólo con cadenas alguien puede ser prisionero. Cuando tu mente te aprisiona es más difícil ser libre. Fernando nunca pudo enten...