Regresamos de Perú con muchas fotografías pero la mejor de ellas fue una en la que estábamos los tres, con ponchos y una montaña detrás de nosotros.
Oficialmente Sarah y Mauricio eran una pareja pero en ningún momento me hicieron sentir incómodo, todo fue cómo siempre sólo que ellos se solían besar y estar muy juntos pero tuve que acostumbrarme.
Mauricio había rentado un gran departamento para los tres y poco a poco fuimos llenándolas de cosas. No quise estudiar medicina, después de todo ya no me pareció una buena opción y estudié marketing. Hicimos muchos planes para poder crear nuestra empresa cuánto invertiríamos y cómo empezaríamos. Estábamos muy emocionados y aunque yo me sentía raro de que mis papás no trataron de contactarme después de un tiempo no me afectó tanto.
Mi hermano siguió con su trabajo de abogado y continuó invirtiendo su dinero.
Esos pocos meses que estuvimos los tres juntos hasta parecíamos una familia. A veces Sarah y Mauricio parecían mis papás pero decidía volver a la realidad y prefería seguir con mi pensamiento de que éramos los tres mejores amigos cómo debía de ser.
Un día que volví antes de la universidad encontré a Sarah llorando en la sala.
- ¿Sarah?- me acerqué y tomé de su hombro- ¿Qué pasa?
Ella volteó rápidamente y se secó las lágrimas.
- Nada- dijo a la defensiva.
- ¿Acaso reprobaste una materia en la universidad?
Sarah había cumplido su sueño y había empezado a estudiar en la universidad pero ella era excelente estudiante así que mi comentario no tenía mucho sentido.
- No es eso.
- ¿Y entonces qué es?
- Nada... por favor, no preguntes más. Y no le digas a Mauricio ¿sí? Por favor.
- Pero tienes que contármelo...
- Después lo haré... ¿está bien? Quiero ir a mi cuarto a dormir.
- Bien... si necesitas algo pídelo.
- Gracias- de inmediato se levantó y se fue a su cuarto.
Nunca me dijo que pasó lo único que supimos de ese asunto es que ella se fue mientras dormíamos ese mismo día. Tomó una maleta y se fue sin decir nada, sólo dejó una nota encima de mesa de noche de Mauricio.
<< Lo lamento mucho. Nunca olvides que te amo>>
- ¿Me ama?- preguntó Mauricio con un tono de rabia y dolor- Me abandona y dice que me ama. No entiendo.
Pasamos dos días buscándola. Después de la ira vino el llanto. Le dolía demasiado en que ella no contestaba el teléfono y aparecía en ningún lugar. Yo le había contado lo que pasó esa tarde pero no entendíamos por qué se fue.
- ¿Hice algo malo?- me preguntó una noche mientras tomaba una copa de vino viendo la nota que ella dejó- ¿No fui suficiente? Creí que éramos felices.
- No digas eso, debe ser otra cosa... puede que su papá la haya buscado... o algo ¿no crees?
- Si fuera así debió decírnoslo ¿Qué no somos una familia? En una familia hay confianza.
Ese fue el día que dejó la ira a un lado y el llanto llegó. Empezó a llorar mientras tomaba la copa de vino.
- Debió pasar algo muy malo...
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Apuesto mi vida por ti
Teen FictionA veces vivir se limita a darle un propósito burdo a tu vida, algo que crees querer para conseguir tu libertad porque no sólo con cadenas alguien puede ser prisionero. Cuando tu mente te aprisiona es más difícil ser libre. Fernando nunca pudo enten...